Capítulo 3: ❄the ways that this one could go wrong❄

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When Emma Falls in Love se reproducía en el estéreo de su auto cuando por fin se estacionó en una de las calles del pueblo. Esa mañana al despertar a penas se las apañó para hacer un sandwich y obviamente su café matutino, sin olvidar el hecho que de nuevo su despertador fue Adora cortando madera, pero ahora sabe que no vale la pena discutir con ella y prefirió fingir que se había despertado por su cuenta.

Así que le envió un mensaje a Scorpia preguntando por el pueblo y su amiga le respondió diciendo que de hecho hoy había mercado, lo cual a Catra le parece mejor, ella siempre espera los días de mercado en la zona en la que vive para poder surtirse de lo que necesita en la semana, y aunque no esperaba menos de el pueblo en el que esta es una linda coincidencia que justamente está cuando lo está necesitando.

Por esa razón le importó incluso menos el hecho que Adora la haya despertado, se vistió con su abrigo favorito que le llegaba por debajo de la rodilla y la bufanda que le regaló Scorpia la navidad pasada para poder recorrer el lugar sin sufrir por las temperaturas, porque aunque la ciudad suele ser fría el hecho de que las casas están alejadas, no todos los cuartos y negocios tengan un calentador y que la mayoría de los lugares tuvieran una chimenea hace que sus manos siempre estén frías y prefiere no hablar de cómo lleva puestos dos pares de calcetines bajo las botas.

Visualiza donde está estacionado su auto para poder regresar más tarde y en la que ella cree que es la plaza central hay un montón de puestos, muchos de ellos venden artículos navideños, pero pronto encuentra algunos con frutas y verduras, ve algunas esfera que no puede evitar comprar y piensa regalarselas a las señoras Scrpioni como agradecimiento.

Pasa más tiempo del que se pudo imaginar haciendo las compras, y estaba a punto de regresar a su auto e ir a algún supermercado a comprar el resto de cosas que necesita cuando ve a una pareja cargar con haz de leña que recuerda que tampoco ha pedido prender la fogata porque no tiene con qué, y podría pedirle a Adora, pero después de su actitud decide que es mejor comprarla en otra parte. Solo que su sorpresa llegó cuando a lo lejos vio el puesto donde vendían la leña, pero la rubia que tiene de vecina era la dueña, o al menos quien estaba atendiendo.

—Hola —saludó porque en alguna parte debía comprarla y era el negocio y Adora no podía negarse a recibir ganancias

—Un gusto, vuelva pronto —se despidió la rubia antes de girarse hacía ella y la sonrisa que tenía hacía con el otro cliente se borró cuando sus miradas se encontraron— Hola, citadina

—Podrías dejar el apodo? —le reclamó

—No, ¿En qué puedo ayudarte?

—Quiero algo de leña, eso es lo que vendes ¿no?

—Si, pero no para ti

—¿Disculpa?

—Si bueno, como te molesto tanto en las mañanas y te quejas todos los días no creo que quieras de mi trabajo

—Eres infantil

—Y tu grosera

—Voy a pagar por ella ¿sabes?

—No quiero tu dinero —Adora le sonrió falsamente antes de despedirse— Estoy para servirte, que tengas una feliz navidad, vuelve pronto

—Inmadura —susurró para sí misma, pero sabe que Adora la escucho y no le podía importar menos

Buscó por el mercado y fuera de él pero no encontró nadie más que vendiera leña, pero no importaba porque ella no lo necesitaba, había pasado 3 días sin prender la chimenea y podía continuar así. De todas maneras decidió olvidarse del mal rato que la rubia la había hecho pasar cuando empezó a deambular por las tiendas, paso por el que podría llamar el mejor café que ha probado de la temporada, compró una bufanda nueva y paso a ver algunas reliquias en la tienda de antigüedades.

Under The Mistletoe || Español || CatradoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora