Al parecer los días más fríos se habían quedado atrás, el sol brillaba a través de los árboles mientras usa una de las sudaderas de Adora, que puede que se haya quedado desde el día que se quedó dormida en la cabaña de Adora. No había mucho que decir al respecto, al final del día solo eran amigas, Adora de vez en cuando la acompañaba en su horario de escritura, casi siempre traía con ella algún libro o sopas de letras o sudoku, ella claramente se burlaba, no pensaba perderse la oportunidad.
De todas maneras se supone que Adora no tardaría en llegar, le dijo que iría por algo a su cabaña, ella supuso que fue por otro de sus ejercicios. Por esa razón fue mucha su sorpresa cuando llegó con un atuendo completamente diferente a lo usual en ella. Un pantalón de mezclilla, una blusa color blanco que se ajustaba a sus músculos, una chaqueta de pana de un color café cálido, botas que se escondían debajo del pantalón, el caballo de Adora estaba suelto y Catra casi puedo jurar que llevaba un poco de maquillaje.
—¿Qué haces vestida así? —le preguntó después de que Adora se parara frente a ella.
—Vamos a ir a un bar —le respondió como si eso fuese obvio.
—No —respondió porque sin duda ella no había aceptado en ningún momento ir a algún bar.
—Vamos, es viernes, y no puedes irte sin haber ido a The rebellion, vamos, te lo pido.
—No lo sé... —dudó.
—Nada malo pasará, vamos, tomamos un par de tragos, bailamos si quieres y yo me aseguraré de que regreses sana y salva.
—'Dor...
—Vamos, no te arrepentirás, mereces un poco de descanso, has estado trabajando mucho en tu novela, lo cual es genial, pero también significa que puedes tener un poco de descanso.
—Regresamos temprano, antes de las diez
—medianoche
—A las once o no hay trato
—Bien antes de las once estaremos de regreso
—Ni siquiera sé cómo me convenciste, pero no es porque me gustes
—Lo que digas, Cat, ve a cambiarte, te esperaré aquí
Y ella solo obedeció, quizá Adora tenía razón y le ayudaba tomar un descanso de escribir casi todo el día, solo sería una noche, y un par de tragos no la matarían. Entonces se puso un pantalón que se ceñía a sus piernas, una blusa con un corte en la zona del pecho, y sobre eso un abrigo, porque tampoco había llegado el verano, solo no era tan frío.
Cuando algunos minutos después salió Adora seguía en el mismo lugar con la sopa de letras, y no se quería ilusionar pero cuando Adora la vio parecía que sus ojos brillaban. Era una realidad que desde hace varios días ellas eran un poco más que sólo vecinas amables, desde hace tiempo pasan mucho tiempo juntas, han hablado de sus vidas cosas que no creyó contarle a nadie más que personas cercanas.
Pero tampoco creería que la ve como una amiga, no era amor, pero era algo, pero no algo que sea bueno, o tampoco algo de lo que quiera hablar, más de las cosas en las que no quiere pensar, que solo pase, en un par de semanas ella se tendrá que ir, y Adora seguirá siendo la mujer dorada de este pueblo, y al final será como si nada hubiese pasado. O al menos eso quiere creer.
Adora es lo mejor que le ha pasado en mucho tiempo.
—¿Entonces nos vamos? —le preguntó después de que Adora no respondió, aunque no se va a quejar de tener la mirada de la ojiazul sobre ella
—Claro, claro, vamos
Adora se levanta, y tampoco va a negar que ama la diferencia entre sus alturas, de hecho hay muchas cosas que ella disfruta de Adora, por ejemplo verla en esas camisas de leñador que usa casi todos los días, ver cómo hace su trabajo, ver los músculos de Adora, la mirada de concentración, le encanta tener las manos de Adora sobre su cuerpo. Quizá son cosas en las que no debería pensar como lo hace, pero no hay nada que hacer por ello.
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Under The Mistletoe || Español || Catradora
Fiksi PenggemarCatra decide perseguir su sueño de ser escritora, pero para eso decide huir del ruido y estrés de la ciudad hacía la cabaña de las madres de Scorpia en Thaymor, solo que no esperaba encontrarse con la leñadora del pueblo Adora que la despierta todas...