No hay triunfo en mi regreso a casa.
"¡Cinco años esta maldita puerta ha estado medio desencajada!" Lanzo mi cadera hacia la puerta trasera torcida con un gruñido, luego mi hermano y yo añadimos al unísono: "Puerta estúpida".
Es algo gemelo que es a partes iguales divertido y molesto.
El leve olor a humo de cigarrillo aviva las llamas de mi irritación cuando entramos. Hace un año, nuestro padre prometió que dejaría de fumar en casa. Para celebrar su compromiso, James y yo pasamos un fin de semana entero limpiando las manchas de nicotina de las paredes de la cocina y luego volvimos a pintarlas de un alegre verde lima con rayas blancas.
Noto que la ventana encima del fregadero está abierta, permitiendo que entre el calor de ciento cinco grados, y hay una marca de quemadura con forma de cigarrillo en la pintura blanca y fresca del alféizar de la ventana. Con los dientes apretados, tiro mi bolso de mensajero sobre el mostrador, asustando a Puddles, mi Calico de tres patas, de su lugar para dormir en la silla.
"Lo siento, Puds", murmuro, ofreciendo una caricia de disculpa en la oreja, luego procedo a cepillar las cenizas errantes del alféizar con uno de nuestros trapos de cocina personalizados de color magenta teñidos.
"El director ni siquiera te dio la oportunidad", dice James.
"¿Bien? Di un paso dentro de la sala de audiciones. Lo siento, no eres lo que estábamos buscando. Próximo."
"Todo ese montaje era un superboceto. Chico acostado hace que suene a pornografía. Y de todos modos no me gustaría que te recostaras sobre ninguno de los colchones Larry's Discount, ni siquiera para un comercial. ¿Los viste amontonados? Probablemente todos vengan ya infestados de chinches".
"Tal vez sea una señal".
James se inclina y presiona las palmas de las manos contra el suelo; rodillas bloqueadas. Su playera de lino crudo se desliza por su espalda mientras presiona su nariz contra sus pantorrillas. Un momento después, libera su estiramiento y realiza una Dancer Asana sin esfuerzo.
Lo más cerca que estoy del yoga, o de hacer ejercicio, es ver rondas de MMA en YouTube.
¿Qué puedo decir? La brutalidad me relaja. No puedo explicarlo y no quiero hacerlo. Es mi placer culpable y si ver a hombres sudorosos y ensangrentados golpearse entre sí hasta que parecen hamburguesas crudas me da un momento de paz, que todos se ocupen de sus asuntos.
James me mira a los ojos, manteniendo la pose con molesta facilidad. "Si es una señal de algo, es que Larry no reconoce a un buen actor cuando lo ve. La próxima vez lo matarás. ¿Sabías que Dino DeLaurentis llamó a Meryl Streep "cosa fea" en italiano en la audición para King Kong? ¿Ella renunció?".
Sacudo la cabeza. "No, no lo hizo".
"Maldita sea, no lo hizo", dice con una sonrisa alentadora.
Me está cuidando. Hago lo mismo por el cuando es necesario. Somos opuestos en apariencia. El es ágil y sofisticado con su espeso cabello rubio y sus espectaculares ojos esmeralda.
Totalmente digno de una foto de portada en Town & Country. Supera mis cinco pies y dos pulgadas con otros siete y su cuerpo está listo para la pasarela.
Soy esta mezcla de un cabello cafe raro ondulado y ojos color café negro, mis brazos y piernas carecen de sustancia real y las pecas que heredé de Dios sabe dónde parecen duplicarse cada año.
