Era una noche cualquiera, me encontraba mirando la TV en laparadoja sala, cuando mi madre interrumpió mi concentración para recordarme que debía tomar un baño, al tiempo que me recordaba todo lo que debía hacer esa noche porque ella debía cumplir el horario nocturno de su trabajo como enfermera. Siempre eran las mismas instrucciones: cierra bien la puerta, no le abras a nadie, y ante cualquier duda llama a la policía, estas recomendaciones me tenían sin cuidado, porque en cuanto ella se fuera, me sentaría frente al ordenador, me calzaría los auriculares y me metería de lleno en mi mundo.
Dieron las 10 Pm en el reloj y me encontraba solo ya, salí hacia afuera a recoger la ropa que mamá había olvidado en el tendedero y los relámpagos hicieron que levantara la vista al cielo, donde según el pronóstico debían verse las estrellas bajo un cielo limpio, pero en cambio unos nubarrones purpura oscuro cubrían la noche. la lluvia no tardó en caer, y con ella el viento, que provocaba en los árboles cercanos a mi casa un vaivén parecido a una danza tétrica. Ya completamente desnudo, entré en el cuarto de baño, y me dirigí directo hacia la ducha. El agua caliente comenzó a descender queriendo imitar a la terrible lluvia que caía afuera ya como un diluvio, y al contacto con mi cuerpo provocó que lanzara una maldición al aire, cuando me reincorporé, observe paralizado la silueta de una persona observándome por la pequeña ventana que había en el baño. traté de continuar con el baño como si nada para que no se percatara de que me había dado cuenta de su presencia, pero no funcionó, porque los nervios me traicionaron y provocaron que mirara hacia atrás, lo que causó que el observador se diera a la fuga. Envuelto en la toalla, corrí hacia la cocina y tomé un cuchillo, una sensación extraña se apoderó de mí en ese momento, porque salí hacia fuera con decisión.
La lluvia caía incesante, un relámpago iluminó la noche por un segundo, y pude vislumbrar la silueta de aquel hombre, allí al pie de la escalera externa que lindaba con el baño, observando, me acerqué a el, el volteó y sin piedad alguna lo apuñalé, clavé el cuchillo en el medio de su pecho, no emitió sonido alguno y solo cayo. Me encontraba horrorizado por lo que había hecho, pero sentí una gran curiosidad de saber porque seguía mirando si yo ya no me encontraba en el baño, lentamente alzé un pie por encima del cuerpo caído de aquel observador y subí al tercer escalón desde el cual se podía observar por completo la ventanilla del baño, me asome y la impresión me dejó sin habla, allí bajo la humeante ducha me encontraba yo mismo, haciendo ademanes de haberme quemado, me observé durante unos minutos sin poder salir de mi asombro, y cuando mi otro yo se disponía a salir envuelto en la toalla miró hacia atrás, y yo traté de ocultarme rápidamente, luego volví a mirar para ver si volvía cuando escuché la puerta, unos segundos después un relámpago iluminó la noche, volteé hacía la puerta y con una expresión de horror en la penumbra pude distinguir mi rostro, cuando sentí el dolor punzante del cuchillo en mi pecho y me desplomé hacia la muerte que me esperaba bajo la helada lluvia que caía, lo siguiente que vi fue a mi otro yo pasando por encima mio y asomándose a la ventanilla del baño, volteé la cabeza y vi como mi sangre caía por el primer escalón y era lavada por esa extraña lluvia.
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Creepypastas :*
AléatoireEl libro que contiene de todos tus miedos. ¿Te atreves a leerlo?