TU TEMOR MAS GRANDE

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Como siempre sentada del lado de la ventana en el autobús después de una jornada larga de trabajo y con la mirada perdida en las calles de la ciudad mientras llegaba a mi destino me preguntaba ¿si hoy volvería a pasar?  Volví a la realidad cuando me di cuenta que estaba por llegar a mi parada.

Caminando sola hacia mi departamento ya casi por oscurecer, siento la imperiosa necesidad de apresurar el paso pero ¿porque? Siempre he caminado por estas mismas calles por mas de tres años, ¿qué era lo que había cambiado?

Al llegar a mi departamento cierro la puerta tras de mi pero me siento nerviosa así es que pongo el pasador y los seguros, todo está en penumbras y como no si vivo prácticamente sola… Camino hacia la pared donde esta el interruptor y siento algo peludo que recorre mis pantorrillas ¡toda mi piel se estremece!

Al final me doy cuenta que es “lucky” mi gato persa dándome la bienvenida, me siento tan estúpida por estar tan atemorizada tomo a “lucky” en mis brazos  y camino a la cocina prendó la luz y me quedo parada junto al interruptor buscando algo o a alguien, al darme cuenta que solo somos mi gato y yo, suspiro al mismo tiempo que pienso para mí misma “¡ya deja las tonterías! Aquí no hay nadie más que tu además de este pobre y hambriento gato!”  No siento hambre solo alimento a “lucky” y me preparo una taza de té, camino a la sala y tomo el mismo libro que llevo leyendo desde hace unos días pero me siento incapaz de concentrarme en la lectura…

Termino mi té, llevo la taza a la cocina y me dispongo a tomar una ducha para descansar e irme a dormir, voy caminando hacia el baño y siento como si alguien hubiera tocado mi cabello al mismo tiempo que susurra  ¿cuál es? En mi oído, volteo de inmediato y no veo a nadie siento como mis mejillas se cubren de  lágrimas estoy temblando y petrificada, me cubro la boca para no soltar un grito como si temiera que al emitir cualquier sonido algo muy malo ocurriría.

Intente calmarme y camino de prisa al baño con “lucky” detrás mío, dejo correr el agua y miro al espejo extrañada siento que algo no encajara  como si mi cuerpo hubiera cambiado…

Empiezo a desnudarme pero lo hago con cierto grado de pudor, como si alguien me observara ¿Dios mío me estaré volviendo loca? ¿O solo estoy paranoica? Si eso debe ser, es más solo estoy cansada…

Termino de bañarme me pongo mis pijamas y seco mi cabello, camino hacia mi recamara prendo como luz, reviso desde el umbral de la puerta como lo hice en la cocina por si había alguien ahí, pero una vez más solo éramos mi fiel gato y yo, me dispongo a acostarme para descansar  ”lucky” salta a la cama y se acuesta a un lado mío enroscándose,  empiezo a acariciarlo y él me mira fijamente a los ojos, un cansancio pesado se apodera de mi haciéndome caer en un profundo sueño…

A mitad de la noche siento que alguien me sacude mientras estoy dormida, abro los ojos despierto en un lugar distinto a mi apartamento es una habitación vieja y descuidada pero no soy la única hay tres personas más conmigo al querer despabilarme llevo mis manos a la cara, me doy cuenta de que no son mis manos! son las de un hombre pero ¡qué diablos! de la nada todo cambia siento como si mi cuerpo actuara con voluntad propia, pero después de unos segundos miró hacia el frente, hay dos hombres y una niña de no más de 6 años a mi lado, en mi conmoción sacudo la cabeza y empiezo a llorar desconsoladamente y tomo mi muñeca para sentir un poco de consuelo.

¿Cómo? ¿Mi muñeca? veo mis pies, soy  bajita ¡no puede ser! me toco la cabeza y tengo el cabello atado a dos coletas…  Les pregunto a todos ¿¡qué está pasando!?  Pero ahora mi voz se escucha grave y cubro mi boca espantada ¡esto no puede ser! Nada tiene sentido ¿acaso mi cuerpo y mi voz se conecta a la de estas personas?  Pero ¿Por qué?

Ahora si estoy segura que he perdido la razón, ¡Dios ayúdame a despertar de esta pesadilla! Pasan las horas, al fin siento la suficiente confianza como para volver a emitir palabra y pregunto ¿que como he llegado hasta ahí? mi voz aún seguía siendo grave y escucho como una segunda voz masculina me responde que ¿cómo espera que él lo sepa, que si acaso no debería saberlo yo? Algo nos hace reaccionar, se escuchan golpes y rasguños en la puerta de la habitación.

Un temor indescriptible me invade y empiezo a llorar empiezo a llorar otra vez, preguntando por mi mamá, en cuestión de segundos volteo a mi derecha y la niña está llorando aferrada a su muñeca diciendo una y otra vez, mami ¡quiero a mi mami!

¡Pero que Demonios! Que pasa conmigo, ¿porque me siento conectada con esta gente, si en mi vida los había visto?  Prefiero dejar eso de lado ya que tengo que hacer algo para salir aquí o despertar si es que esto es una pesadilla, me levanto pidiendo auxilio a gritos ya que lo que está golpeando y arañando la puerta le falta poco para conseguir su objetivo.

Escucho mi voz cansada mezclada con la de los dos hombres y la niña llorando…

Hasta que al fin una voz serena y apacible nos responde a través de uno de los muros de la habitación, nos pregunta si estamos bien y la respuesta de las cuatro personas tan distintas pero a la vez relacionadas entre si, fue que afirmativa ¡pero algo extraño está a punto de atravesar la puerta!

Esa persona nos contesta que le alegra escucharnos a todos y que ya extrañaba nuestra compañía, sin analizar sus palabras llenos de desesperación pedimos ayuda a ese extraño personaje, debíamos salir de ahí o de lo contrario moriríamos si esa cosa lograba tirar la puerta.

A lo que el extraño se limitó a responder “¿cuál es?” Todos nos miramos extrañados y dijimos al mismo tiempo “¿cuál es que?” A lo que el pregunta una vez mas ¿si cuál es el precio que estarían dispuestos a pagar por su salvación.  La puerta ya está cediendo y la cosa detrás de ella se escuchaba desesperada y alterada parecía hablar en un lenguaje extraño incoherente…  El temor crecía y la respuesta conjunta fue que ¡cualquiera que fuera el precio se le pagaría! ¡Pero que nos ayudara! El hombre emitió una risita ahogada…

En una abrir y cerrar de ojos aquella cosa dejó de azotar la puerta y lucia intacta, todos suspiramos aliviados y aquel personaje extraño que nos había salvado abrió la puerta entro y la cerro una vez más detrás de sí pero no, nos importó…

Toda la tensión parecía haber desaparecido y no, nos preocupábamos por salir todos nos sentamos en el piso a relajarnos y empezamos a reír cuando una vocecita tierna rompió el sonido de nuestras risas preguntando al hombre que nos había salvado ¿Disculpe cuál es el precio a pagar? El extraño se incorpora al mismo tiempo que pronunciaba estas palabras “¡Ah ¿El precio? Yo mis queridos niños soy el portador de todos sus más profundos miedos y mi precio a pagar es estar con ustedes por toda la eternidad como hasta ahora, para así alimentarme de todos sus temores!”  Siento como unas manos frías como el hielo rodean mi cuello y un rostro pálido con una sonrisa retorcida y ojos inyectados de sangre me asfixian mientras ríe maniáticamente.

De la nada despierto, estoy en mi habitación todo está bien suspiro tranquilo y me dispongo a levantarme “lucky” sigue enroscado a un lado mío pero al sentir mis movimientos se levanta y da un salto al piso…

Me dirijo al baño para prepararme e iniciar otro día de jornada, me lavo los dientes y abro el botiquín para sacar un frasco al cerrarlo veo mi rostro frente al espejo mientras me dispongo a rasurarme, mi barba esta más larga que de costumbre  y que raro otra vez tengo la sensación de que algo ha cambiado en mi, veo a lucky reflejado en el espejo mirándome fijamente parado detrás mio y me pregunto ¿si esta noche volverá a pasar…?

Creepypastas :*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora