Final

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Las cosas cambiaron mucho. Aunque Jaehyun le pidió que no lo hiciera, Taeyong  volvió al trabajo, pero esta vez como su secretario personal de medio tiempo, pues volvió a estudiar en busca de ejercer una profesión. 

Pasaron ocho meses desde el nacimiento de la pequeña Minji, y ambos padres no podían estar más felices. 

Ahora, Jaehyun estaba en una reunión de trabajo, y todos sus trabajadores y socios en la sala de reuniones no podían evitar sonreír en ternura. 

Pues Jaehyun, mientras hablaba de negocios, cargaba a la pequeña Minji quien dormía sobre su hombro, caminando por toda la habitación meciéndola. 

Hasta que la bebé comenzó a llorar. 

—Mi amor, no llores, ¿Si?— Jaehyun susurró. —Papá Taeyong  vendrá pronto. 

Los colegas se sorprendieron y rieron al ver el suave tono de Jaehyun con la pequeña, porque cuando se trataba de ellos, era un infierno. 

El llanto cesó de a poco cuando la bebé sintió feromonas protectoras por parte del Alfa, y Jaehyun tomó eso como que Minji tenía hambre. 

Se retiró de la sala dejando la reunión de lado, buscando a Taeyong , quien con una sonrisa los vio y se acercó hacia ellos. 

En la sala de impresiones, la pareja se vio dándole mimos a la pequeña, quien ante las cosquillas por parte de las delgadas manos de Taeyong , se retorcía y reía totalmente feliz al estar con sus dos padres. 

—Tiene hambre.— Jaehyun dijo, Taeyong  sonrió. 

—¿Así que estás de tragona hoy?— La recibió en sus brazos. —Mi amor, comiste hace un par de horas nada más.— Sonrió escuchando los balbuceos dulces de la niña. 

—Creo que eso lo sacó de ti, Taeyong .— Recibió una mirada fulminante del aludido. —Oye, no te enojes.— Se acercó para besarlo, hasta que la bebé comenzó a jadear tiernamente en celos. 

—¿Cuándo me dejarás besar a tu padre, bebé?— La tomó en brazos. —Minji-hae.— Llamó, y la bebé lo miró sonriente. —Eres igual de adorable que tu padre. 

—¡Oye!— Taeyong  rió. Pero Jaehyun y Minji estaban en su mundo, totalmente perdidos en la mirada del otro. 

Minji era el amor de su vida, y ambos lo sabían. 

Los primeros pasos era algo que Jaehyun no quería ver por el momento, no le gustaba la idea de que la pequeña creciera. 

Minji tenía once meses cuando decidió comenzó a intentar ponerse de pie. 

Nunca cayó al piso, Jaehyun y Taeyong  siempre estuvieron detrás de ella para atraparla cuando perdiera el equilibrio. 

Cuando Jaehyun le leía un cuento en lo que Minji jugaba con sus bloques, se detuvo al ver que su pequeña dejó sus juguetes de lado para apoyarse en el sofá con un brazo, y se puso de pie apoyada en el mismo. 

Jaehyun llamó a Taeyong , quien corrió de su escritorio a observar cómo la pequeña se intentaba poner de pie. 

Dio pasos poco a poco, pero no se soltó hasta que miró a sus padres sonriéndole, correspondió a su sonrisa y soltó el sofá. 

Finalmente, diminuto a diminuto paso con sus piecitos con zapatitos azules, Minji caminó. 

—¿Viste eso? Nuestra hija es demasiado inteligente.— Taeyong  sonrió en total emoción. 

—Así es, amor. 

Jaehyun estaba perdido en su pequeña, quien entre balbuceos lo llamó y le extendió los brazos para que la cargara, y así lo hizo. 

Bebé [Jaeyong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora