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KAIA
Hace días que le vengo diciendo a Alicia que me diga la dirección del chico que me regaló las cosas. Ella se niega rotundamente ya que dice que a ella le cae tan bien que no le puede hacer el feo a un compañero de equipo de su novio y amigo de ella. Deje caer la mochila de la universidad en el suelo sintiendo el descanso por fin de mi día libre. Tengo un montón de notas guardadas en un pequeño cajón junto a rosas y regalos que me daba el chico, del que sigo sin saber el nombre.
Agarre la nota que había en el buzón, me inquieta demasiado saber que alguien que no conozco sepa la dirección de mi casa. Leí la nota esta vez y pude ver que en vez de traer algún regalo esta vez ponía un número de teléfono y junto al número ponía un "llámame". Sin esperar mucho tiempo agarre mi móvil marque el número y los pitidos de la llamada comenzaron a sonar.
—— Vaya... no sabía que me llamarías tan pronto. —— Una voz ronca hablo del otro lado.
—— Es que me inquieta saber que tengo un acosador que sabe mi dirección y me envía cosas todos los días.
—— Siento que pienses eso de mí, no era mi intención, tan solo quería invitarte a salir. —— Su voz sonó preocupada.
—— ¿Invitarme a salir? Ni siquiera te conozco ¿cómo voy a salir contigo?
—— Una cita a ciegas es mejor que conociéndome.
—— A mi me gusta conocer a la persona con la que voy a salir.
—— ¿Aceptas salir conmigo? —— Su tono pasó rápidamente a un tono emocionado.
—— No sé quién eres, pero hace mucho que no salgo con alguien.
—— Entonces nos vemos mañana a las nueve te paso a buscar.
—— Claro como ya conoces mi dirección no hace falta ni que te lo diga.
—— Suenas molesta, ¿estás molesta?
—— No, mañana te veo.
Dicho esto dejé el móvil sobre la mesa y comencé a estudiar todo lo que me quedaba de los exámenes restantes. Me puse las gafas un rato para poder estudiar mejor.
El día pasó rápido y cuando me quise dar cuenta tan solo me quedaba una hora para la cita con mi acosador. Me puse un vestido negro ceñido con una chaqueta para cubrirme del frío de Madrid.
Unos golpes en al puerta interrumpieron mi momento de maquillaje. Agarré mi bolso rápidamente y me paré frente a la puerta, di un gran suspiro antes de abrir la puerta.
Casi me caigo de culo cuando vi al moreno frente a mi. Es demasiado guapo. Me va a dar algo, me arrepiento de haberle hablado mal.
—— Hola, estás preciosa. —— Me miró de arriba abajo sonriendo.
