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MADISON
PAU Y YO ESTAMOS CELEBRANDO NUESTRO aniversario de dos años y su temporada en el club, hemos decidido pasarlo en mi destino favorito ya que llevaba tiempo insistiendo al más mayor para que nos fuéramos de vacaciones y gracias a la llegada de nuestro aniversario me ha hecho el regalo de este viaje. Llevamos tan solo unas horas por aquí ya que llegamos esta mañana y lo primero que hicimos fue dormir durante un rato para poder descansar del avión. Pau me llevaba de la mano por las calles del Cairo que aunque él no hubiera estado aquí en su vida parecía conocerlo, cuando llegamos al mercado central pude ver un montón de puestecitos que tenían pinta de ser increíbles por lo que arrastré a Pau uno por uno.
— ¡Mi amor! Mira ¿tu crees que me queden bien a mi esas trenzas? — Señale el puesto de una mujer que se encontraba haciendo las trenzas de raíz.
— A ti todo te queda bien preciosa. — Dejo un pequeño beso sobre mis labios antes de caminar detrás de mi hacia el puesto.
Estuve un buen rato para hacerme todas las trenzas de raíz y aunque me doliese la cabeza como si me hubieran clavado puñales me quedaban geniales. Pau me miro de arriba abajo sonriendo divertido mientras soltaba un pequeño silbido por lo que coloqué mis brazos alrededor de su cuello con cuidado a la vez que él paseaba sus manos delicadamente por mi cintura.
— ¿Como me quedan? — Sonreí acercando mi rostro al suyo hasta el punto de rozar la punta de nuestras narices.
— Estas preciosa, no me puedes enamorar más. — Murmuro con la voz ronca antes de juntar sus labios con los míos.
— Mañana tenemos que ir a la playa, pero por el momento ¿no quieres seguir viendo puestecitos? — Sonreí emocionada haciendo ojitos.
— Claro preciosa, vamos te compraré lo que quieras. — Nos acercamos a un puesto donde había collares hechos con piedras hermosas.
— Te amo tanto Pau, no se que hice para merecerte. — Murmure sin mirarlo a los ojos.
— Yo te amo aún más a ti preciosa. — Su pulgar se poso sobre mi barbilla levantando mi cabeza para que le mirase a los ojos.
Sus labios encontraron los míos en un hermoso beso, sus manos pasaron a estar en mi trasero apretándolo levemente provocando que diese un pequeño saltito. Al terminar nuestro beso nos volvimos hacia nuestro hotel para cenar y meternos en el jacuzzi de nuestra habitación.
— No sabes lo que te haría ahora mismo. — Murmuro el recién futbolista del Barcelona en mi oído mientras me acariciaba mi espalda desnuda dentro del agua.
— Pau... — Jadee sintiendo sus besos húmedos bajando desde mi mandíbula hacia mis pechos dejando chupetones por el camino.
Sus manos volvieron a bajar hacia mi culo apretándolo con fuerza mientras se acercaba más y más a mi. Succionó y mordió mis pezones logrando que pusiera mis ojos en blanco por el placer sumando que por culpa de mi acción Pau me agarrase de la mandíbula para que volviera a mirarle.
— Quiero que me mires en todo momento, no quiero que me pierdas de vista en ningún momento ¿comprendes? — Su voz ronca y dominante logro ponerme los pelos de punta.
Asentí con la cabeza como pude notando como su mano descendía desde mis pechos hasta mi parte íntima. Comenzó a trazar círculos con sus dedos en mi clítoris logrando que echase la cabeza para atrás, pero una mano detrás de mi cabeza me impidió seguir echando mi cabeza más atrás.
— Ojos en mi preciosa. — Volvió a juntar nuestros labios aumentando la velocidad de sus movimientos.
— Pau-u... — Gemí notando como estaba a punto de llegar a mi orgasmo, pero de un segundo a otro frenó sus movimientos.
— Eso te pasa por haber puesto los ojos en blanco. — Hablo volviendo a su sitio frente a mi estirando sus piernas.
Me acerque a él caminando como los gatos hasta que me sente encima de él notando como nuestras partes más íntimas se rozaban entre ellas. Comencé a moverme en círculos sobre él hasta que note su enorme erección contra mi cetro, en ese momento fue cuando lo situé en mi entrada antes de que entrase en mi. Mis saltos eran controlados por Pau, quien había agarrado mi cintura con sus enormes manos para que no me cansase.
— Eso es preciosa, salta para mi. — Y sin más soltó mi cintura para agarrar mi culo a la vez que su boca volvía a mis senos.
Me apoye en el para acelerar mis movimientos cuando note como mi orgasmo se acercaba junto al del catalán. Di un par de saltos más hasta que el orgasmo nos devoró a ambos logrando que soltase una gran bocanada de aire retenido. Hasta que sentí como Pau se levantaba cargándome en el movimiento notando como él seguía dentro de mi.
— Pau ¿que haces? — Trate de decir cuando vi como agarraba las toallas y las ponía sobre la cama.
— No pensarás que eso era todo. — Sus ojos completos de deseo se enfocaron en mi antes de notar como me dejaba sobre la cama comenzando a moverse.
— Dios... Pau te amo.
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holaaaaaa capitulo super corto lo se y lo siento a parte ya se que he tardado mucho en volver a publicar pero ha sido porque he estado ocupada con examenes y tal besossssss
