1: PELEEMOS.

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El sol entraba por la ventana de aquel dormitorio de la Yuei. Jirou se incorporó y miró a su alrededor, a sus múltiples instrumentos. Suspiró. Otro día más de clases no le hacía mucha ilusión, la verdad.

Tras cambiarse al uniforme bajó al área común para desayunar. Supo que su día sería malo cuando la primera persona a la que se encontró fue a Bakugo.

El chico pasó al lado suyo, dándole un golpe a propósito cuando la adelantó. Jirou suspiró, pero no dijo nada. Estaba harta de que el rubio la molestara todo el día y la recordara constantemente que sus explosiones serían siempre mejor que su Quirk.

Ese día Jirou había bajado a desayunar más tarde, por lo que tuvo que darse prisa y correr a clase. El delegado Iida no soportaría verla llegar ni un segundo tarde. Efectivamente Iida estaba en la puerta de la clase mirando a Jirou con impaciencia.

-Debes llegar más puntual Jirou.- dijo el delegado mientras movía las manos ansiosamente de arriba abajo.

-Ni siquiera ha llegado Aizawa aún.- respondió la chica.

-No importa. Somos estudiantes de la prestigiosa academia Yuei y debemos dar ejemplo por respeto a todos los anteriores héroes y profesores.

Jirou suspiró, ya le había oído soltar ese discurso miles de veces.

-Lo siento, Iida- masculló sin ánimos y sin realmente sentirlo, y pasó al aula. Lo primero en lo que se posaron sus ojos fue en la chica que estaba leyendo en su pupitre, Yaoyorozu.

Cuando la chica más alta se dio cuenta de que Jirou había llegado, le dedicó una sonrisa. Jirou se la devolvió. Siempre sentía una alegría enorme al verla por las mañanas.

Su felicidad duró poco, cuando alguien la empujó bruscamente por detrás, haciéndola perder el equilibrio.

-Si te paras delante de la puerta no puedo pasar, idiota.

Bakugo la miraba con desprecio mientras esta se apartaba.

-Se pide permiso, animal.- Logró decir Jirou, bastante molesta.

-No pienso pediros nada por favor, malditos extras. Seré el héroe número uno y vosotros seréis escoria comparados conmigo. De hecho, ya lo sois.

-No somos extras.- se atrevió a decir la chica, pero Bakugo ya se había ido. Que mal le caía.

El resto de las clases fueron aburridas y monótonas. Jirou luchó por resolver las operaciones de matemáticas, y tuvo muchos problemas cuando Present Mic explicó el verbo "to be" en clase de inglés.

Lo único que la animó fue Yaoyorozu, su mejor amiga. Jirou no solía hablar mucho, y, al entrar en la Yuei, no esperaba hacer ni un amigo. En cambio, había conocido a varias personas que podía considerar amigos, en especial a Momo. Ambas comieron juntas y hablaron animadamente. En mitad de la comida Jirou se armó de valor para preguntarle algo a su amiga.

-Ejem... ¿Yaomomo?- dijo la chica tímidamente mientras jugaba con sus auriculares.

-¿Sí?

-Bueno, la verdad es que no quiero que pienses que me aprovecho de ti, pero en clase de matemáticas no he entendido nada, y me preguntaba si podrías ayudarme.

Yaoyorozu sonrió ante el nerviosismo de su amiga. Le parecía adorable.

-Por supuesto que te ayudaré, tú nunca molestas. - respondió Momo dulcemente.

-Ufff... Gracias de verdad. ¿Cuándo podría ser?

-Esta misma tarde.

Jirou asintió. Justo en ese momento un estresado Iida pasó corriendo a su lado, recordándoles que faltaban 2 minutos para volver a clase.

[MomoJirou] Me condeno a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora