7: CUANDO LA VERDAD SALE

220 22 2
                                    


Jirou se marchó a los dormitorios a cambiarse el uniforme por ropa más cómoda y a merendar algo. Las clases acababan a las 17, y antes de que Jirou pudiera darse cuenta, ya eran las 18, y debía ir al cuarto de Momo a hacer el trabajo.

"Maldito Denki". Pensó Jirou. "Si no me hubiera dicho nada no estaría nerviosa, se podría haber esperado hasta que acabáramos el trabajo. Ahora va a ser súper incómodo". Jirou aún no se creía que Momo lo supiera todo. No se le ocurría cómo podía haberse enterado. Los únicos que lo sabían eran Denki e Iida, este último por error. A menos que alguno de los dos se hubiera ido de la lengua y se lo hubiera contado todo a Momo, seguía sin explicarse cómo se había enterado.

Se detuvo ante la puerta del dormitorio de Yaoyorozu. Realmente no la quería ver en esos momentos, necesitaba tiempo para pensar en todo antes de confrontar a Momo. Por lo menos si se comportaba con normalidad no tendría porqué pasar nada. Llamó y esperó unos segundos hasta que una sonriente Yaoyorozu abrió la puerta. Tenía el pelo suelto, no en su habitual coleta, y llevaba un jersey rosa claro ajustado. Jirou la miró y por un momento se le olvidó todo. Estaba guapísima. Parecía una diosa en la tierra.

La voz de Momo la devolvió a la realidad.

- ¿Pasas? - Preguntó la chica más alta, haciéndole un gesto amigable de bienvenida.

Jirou entró al cuarto y se sentó en una de las dos sillas que Momo había colocado en su escritorio.

- Se me había ocurrido un héroe que podría estar bien para el trabajo. - Empezó a decir Momo. - Siempre he admirado la forma de actuar de Best Jeanist.

- Bueno, vale. - Respondió Jirou sin demasiado ánimo, y sin dejar de mirar al suelo.

- Si se te ocurre otro lo puedes proponer, el trabajo es de las dos. - Continuó diciendo Momo con su sonrisa.

- No, Best Jeanist me parece bien. - Volvió a decir Jirou. Tampoco era un héroe que le entusiasmara demasiado, pero tampoco le apetecía discutir de eso con Momo.

- Bien, en ese caso podemos ir buscando...

El sonido de una llamada interrumpió a Momo. Tenía el móvil encima de la mesa y se veía claramente quién estaba llamado: Todoroki.

- Perdona Jirou, ¿puedo responder? Será solo un momento.

- Sí, sí... Lo que sea, responde a tu novio. - El tono de voz de Jirou era de aburrimiento, como de rabieta de niño pequeño. Una mezcla entre enfado y burla. Le había salido solo, no pretendía que se le notara, pero Momo se había dado cuenta.

- Jirou, ¿en serio te parece bien que conteste? Porque parece que estás enfada. - Dijo Momo, apagando el teléfono y apartándolo a un lado. Ya llamaría luego a Todoroki.

Jirou no podía contenerse más. No había ido allí para enfrentarse a Momo, pero, de alguna forma, iban a acabar teniendo que hablar de ello, así que ese era el momento.

- ¿Qué parezco enfadada? No, no estoy enfadada. Es aún peor. Estoy dolida. Y me parece lamentable que actúes cómo si no supieras por qué.

La cara de Yaoyorozu se volvió seria, como sin expresión.

- Yo no he hecho nada. - Respondió secamente.

Hasta ahí. Hasta ahí había llegado Jirou. Los modales ya no le importaban una mierda. Estaba dolida y furiosa con su "amiga", y empezó a gritar.

- ¡QUE NO HAS HECHO NADA! Eres una desgraciada.

- No sé a qué ha venido eso, Jioru, pero está muy fuera de lugar. - Momo seguía actuando como una niña inocente, y eso enfureció aún más a Jirou.

[MomoJirou] Me condeno a amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora