[MomoJirou] Me condeno a amar

3: CONVERSACIONES OCULTAS

Cuando llegaron al centro comercial se dividieron en varios grupos, para comprar un regalo, decoraciones y una tarta. Momo e Izuku se encargaban de ir a por las decoraciones. Compraron globos, una pancarta que decía "feliz cumpleaños" y un mantel para la mesa del comedor. Todo de diversos tonos de verde, el color favorito de Tsuyu. Acabaron muy pronto y se fueron a tomar un té para esperar a los demás.

-Me encantan estos globos, el verde también es mi favorito.- Dijo Izuku, tratando de animar un poco la conversación, ya que Momo no parecía estar muy habladora.

-Sí, son bonitos.- Respondió Momo, bastante distraída.

-Oye Yaoyorozu, sé que no es mi lugar pero, ¿qué te ha pasado con Jirou? Ya nunca os veo hablar.

Momo suspiró, Izuku era de fiar, así que le contó lo de la pelea de Jirou con Bakugo. Si hubiera sido Iida seguramente la habría regañado y se lo habría contado a Aizawa, pero Deku no era de esos. Midoriya escuchó atentamente hasta que la chica hubo acabado de contarlo.

- Básicamente es por eso que no la hablo. Si le importa tan poco nuestra amistad para mentirme a la cara no la necesito. Y, lo que es peor, tampoco quiero ser amiga de alguien a quien no le importa su propia salud y se pega contra alguien que le va a hacer daño.

- ¿En serio? Sé lo intenso que puede llegar a ser Kacchan, y no me extraña que Jirou acabara hasta las narices y se peleara. No está bien hecho, y mucho menos está bien mentirte, pero sois buenas amigas, no creo que sea razón suficiente para no volver a hablarla más.

Tenía razón. Momo sabía que Izuku tenía razón.

- Si lo hablas con ella igual se soluciona.- Terminó diciendo Deku.

- No sé, es que me da cosa, igual ya no quiere ser mi amiga tampoco. Aunque la echo de menos.

- Inténtalo.

- Vale, venga hablaré con ella.- Decidió finalmente Momo. En ese momento oyó a los demás, que ya habían terminado sus compras.

- Ya me contarás que tal va.- Dijo Izuku, mirando al grupo que se acercaba con bolsas y en pastel.- Ya es hora de volver.

En el camino de vuelta Mina se acercó a Momo. Se puso al lado de su oído para que no la oyeran.

- Oye Momo, creo que le gustas a Todoroki.- Susurró con una risita.

- ¿Qué? ¿Cómo? ¿Qué dices?

- Sí, sí, sí. Cuando hemos ido a la tienda ha visto un jersey y ha dicho: "este le quedaría muy bien a Yaoyorozu". Y luego ha visto unas gafas de sol y ha dicho: "Yaoyorozu también tiene unas iguales". Es obvio que piensa en tí, le gustas.

- Solo por eso no tiene por qué....

- ¡AYYYY!. Ya os shipeo, sois mi nueva pareja favorita, Todomomo. ¡AYYY que bonito!- Mina ya estaba hablando un poco más alto de lo debido.

- ¡No grites Mina! ¡Te van a oír!

- ¡Uhhhhh! Si no quieres que me escuche es porque a tí también te gusta, ¿verdad?

Momo miró hacia donde estaba Todoroki. Lo cierto es que era un chico guapo, agradable y fuerte. No había motivos para que no le gustara a Momo, ¿no?

- Supongo que sí.- Respondió Yaoyorozu encogiéndose de hombros. Al fin y al cabo, le gustaba estar con Shoto y se sentía cómoda con él. Al oír esto Mina se puso a dar saltitos.

- Todomomo es real. Todomomo será más real que los músculos de All Might. No te preocupes Momo, me encaragaré de que Todomomo suceda.- Y dicho esto se fue corriendo con Ochaco.