𝐟𝐫𝐨𝐦 𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝𝐬 𝐭𝐨 𝐥𝐨𝐯𝐞𝐫𝐬 - 𝘊𝘩𝘦𝘳𝘭𝘰𝘴

16

Media hora estuvo el Omega pegado al teléfono, incluso mientras terminaba de preparar los alimentos del día, aveses reía y de vez en cuando relataba algunas anécdotas. En este momento agradecía el hecho de hablar el mismo idioma que Sergio, al menos entendía el rumbo de la conversación, aunque no tenía ni idea de que era lo que la alfa al otro lado de la línea le decía.

-Bueno, fue agradable hablar contigo, Caro, espero te vaya bien, y verte pronto no estaría mal. Hay muchas cosas que debes saber.- se despidió y después de un par de minutos más, el Omega colgó y lanzó su teléfono al sillón.

Soltó un suspiro, casi como si estuviera exhausto, talló un poco su cien, y cuando pareció recuperarse, miro hacia su dirección.
Carlos solo lo analizaba, y de cierta forma había una extraña tensión en el aire.

-¿Podrías dejar de mírame así?, solo fue una llamada , alfa tonto.- se levantó de su sitio, caminando hasta quedar frente al alfa que ya se hallaba sentado en uno de los muebles individuales del salón.

El Omega bajo su mirada hasta conectarla con la del español. Carlos estaba sentando, casi desperramado allí, como si no tuviera ganas de nada, además de su notable molestia resplandeciente en ese ceño fruncido y en su aroma dominante, casi posesivo.

Checo sonrió un poco, y por voluntad propia, se subió al regazo del español, acomodándose para quedar frente al alfa, que lo miraba sin decir nada.
Acercó sus manos hasta la cabellera del piloto de ferarri, dejando pequeñas caricias en un intento de deshacer la creciente molestia del hombre.

-Vamos, Carlos..- comenzó a disuadir.

-¿Cómo quieres que reaccioné, eh?, mi omega se puso contento con otro alfa. ¿Te aplaudo o que?- gruñó.

Checo sintió algo removerse dentro de el, y sintió sus mejillas tibias. Carlos estaba actuando como un posesivo, y para que mentir, le resultaba encantador que su alfa lo protegiera de los demás, aunque también le causaba ternura que se comportara así, le daban unas ganas inmensas de lanzarse y llenarle la cara de besos y pedirle perdón o asegurarle que el era y será su único alfa.
Retuvo a su lobo. Soltó un suspiro y se distanció.

-Carlos Sainz Vázquez de Castro Cenamor Rincón Rebollo Virto Moreno de Aranda Don Per Urrielagoiria Pérez del Pulgar, estás celoso.- afirmó, con seguridad. Sergio sonrió, mirandole con diversión y también, amor.

Carlos frunció nuevamente su ceño.

-Yo no estoy celo-..- se detuvo cuando el Omega encima suyo se removió.

Checo llevó sus manos hasta el elástico del cuello de su playera, tirando de el para dejar libre su cuello, dejando a la vista su marca de enlazamiento.
-Esta marca, es tuya, menso. Ni Carola, ni nadie más, dejo su marca en mi, solo tú. Así que deja esos estúpidos celos, y comportate bien.-

Carlos emitió un gruñido de satisfacción cuando oyó aquello de la boca de su pareja.
-No puedo controlarme. Siempre actúas tan coqueto con eso... Alfas.- se quejó.

Bueno, eran una pareja, ¿A quien le importaba si jugaban un poco?, después de todo Carlos terminaba con alguno que otro premio de consolación.

-Es mi naturaleza, cariño.- se inclinó hacia delante, dejando una de sus manos en el pecho del alfa, acercado peligrosamente su rostro hasta el del español.

-Pero no te preocupes, yo solo te quiero a ti.- susurró lascivo sobre sus labios.

Carlos sin contenerse más, unió sus labios en un beso posesivo. Sus lengua peleaban por el control, pero era obvio que el alfa era quien ganaría aquella grata batalla. Una de sus manos se dirigió a uno de los muslos del tapatío, apretando la zona con rudeza, obteniendo un gemido que fue retenido dentro de su beso.