Capítulo 6

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BARBARA:

Después de salir de la Sandovalera decidí recorrer la sabana como hace mucho tiempo no lo hacía, todo es tal y como lo recordaba.
A pesar de no haber nacido en este lugar, viví la mayor parte de mi vida, aquí están todas las personas que amo, mis 2 indios murieron aquí, mi hija y Santos hicieron una familia, soy abuela. Bueno seré abuela dentro de unos años.

Llegue a la poza, fue aquí donde lo conocí, donde vivimos tantos momentos juntos.

Una lagrima cae por mi rostro, todo en mi vida siempre ha sido caos, odio, destrucción. Yo lo único que quiero es vivir tranquila, pero se que eso no lo voy a poder hacer hasta acabar con esos miserables.

Camino hasta un árbol y me siento en el piso apoyándome en el tronco.

Hace una semana le ordene a Melquiades viajar a la Capital, tengo que ser más cautelosa esta vez. El Chepo no correrá con la misma suerte de hace años.

¿Piensas matarlos a todos?.

Si, lo haré en esta y en todas las vidas que tenga, mientras esos miserables vivan yo no podré tener paz. Viviré con el miedo de que me hagan algo a mi o a mi hija. A lo mejor piensas como Santos y consideras que la venganza no es buena y que debería entregarlos a la justicia pero aquí no hay justicia, no existe.

No pienso juzgarte por eso mi amor, pese a que lo mejor sería que no lo hicieras, puedo comprender tu dolor y tu sufrimiento, esos hombres destruyeron tu vida y deben pagar por ello. Solo prometeme algo Barbarita, prometeme que vas a ser feliz.

Lo intentaré, es lo que mas deseo; ser feliz.

¿Crees que las terneras logren convencer a Marisela de viajar conmigo?.

Estoy segura, mi nieta es una muchacha noble y de buenos sentimientos, que al igual que tu no la ha tenido nada fácil. Te garantizo que juntas serán muy felices, mi amor.

Mi niña, creció sin su madre, al igual que yo. No sabes cuanto me duele haber desperdiciado tantos años sin ella a mi lado. La última vez que nos vimos fue tan bonito, se sentía tan bien abrazarla, hablar con ella.

Tendrás muchos abrazos y muchas pláticas con ella, solo dale tiempo.

¿Cómo voy a hacer para dejar de amarlo?. A pesar de todo yo lo amo, siempre lo amaré, como se lo dije la última vez que nos vimos; mi amor solo con mi muerte morirá. Santos Luzardo es el amor de mi vida, es el único hombre que he amado después de Asdrúbal.

Mi Santos, siempre buscando ayudar a los demás y ser justo.

Dejo salir de mis labios una sonrisa cargada de nostalgia.

Recuerdo que a pesar de decirme que ya no me amaba y de pedirme que me alejara de él siempre que yo lo necesitaba o estaba en peligro el me buscaba, siempre llegaba para ayudarme. Yo le decía que me seguía amando o si no, no estaría ahí conmigo salvandome y el me respondía que no era cierto. Ambos siempre fuimos muy orgullosos, yo lo culpaba a él de que lo nuestro acabará y el hacía lo mismo conmigo, cuando enrealidad ambos fuimos culpables, soberbios, creamos un ambiente nocivo para ambos. Aunque me duela y se me rompa el corazón debo dejarlo irse y ser feliz, hacerme a la idea de que ni nacimos para estar juntos.

Pongo mis piernas en mis pechos y las rodeo con mi brazos, le doy mi atención al hermoso paisaje que tengo, la sinfonía del agua cayendo, el viento balanceando las olas de los árboles como si estuvieran bailando al compaz de la melodia que emiten los pájaros al cantar. Su canto anuncia la llegada de la noche, el sol desciende lentamente, colores naranjas y amarillos pintan el cielo, los cuales se van desvaneciendo al igual que el sol, el negro decora el llano, junto a la luna y las estrellas.

Doña Barbara: vínculos de fuego y sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora