Capitulo 5

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SANTOS:

"Adiós Santos"... "adiós Santos".

Sus palabras han sonado en mi mente por horas, tenia razón se invirtieron los papeles. Ahora soy yo el que no desea alejarse.

Pensaste que siempre tendrías su amor en bandeja de plata pero las cosas cambiaron.

Es cierto, me acostumbre a que fuera ella quien me buscara, quien hablara de darnos una oportunidad y ahora Barbara ni siquiera me deja acercarme a ella, me trata con mucha reserva como si fuéramos extraños.

Pasaron de ser extraños a amantes y de amantes volvieron a ser extraños. Ese es el destino de muchas relaciones.

Pero yo no quiero acabar así, quiero estar con ella, poder vivir nuestro amor sin escondernos de nadie.

Tuviste que esperar que ella estuviera al borde de la muerte para darte cuenta de que la amabas.

Desafortunadamente si. Fui demasiado ciego, luche contra mis sentimientos por ella pero finalmente me vencieron.

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"Tu y yo podemos entendernos muy bien aquí, en la cama pero no funcionamos, somos como 2 enemigos naturales que están destinados a pelear entre ellos".

-¡Santos!.-mi tia Cecilia me baja de mis pensamientos, estoy acostado en una hamaca en el balcón mientras que ella esta tejiendo algo, a su lado esta Marisela.

-¿Si tia?.-le dedico mi atención.-¿Que me decías?.

-Que son las 4, recuerda que quedaste de ir a la Sandovalera a esta hora.

Lo había olvidado.

-Gracias por recordármelo.-me pongo en pie y camino hasta las escaleras, termino de bajar los escalones, salgo de la casa grande, me subo en cabos blancos y me voy rumbo a la casa de Melesio.

Llego en contados minutos, amarro mi caballo a un árbol, veo otro caballo aquí... no pertenece a Altamira, eso es raro. Veo a Barbara salir de la casa detrás de ella salen Melesio y sus nietas.

¿Qué hace aquí?.

Sus ojos se conectan con los míos, no dice nada solo sube en su caballo y se va.

-Buenas tardes niño Santos.-me saluda Melesio.

-Buenas tardes.-camino hasta ellos.-¿Que hacia Doña Barbara aquí?.

-Pase niño, es mejor que se ponga cómodo.-entramos a la casa, me siento en un sofá, Melesio se sienta a mi lado, las muchachas también toman asiento.

-Antes que nada quiero saber como estas Gervasia.

-Bien don Santos, afortunadamente estoy de regreso en mi casa.

-No hay nada como el calor del hogar, ¿no es así mis terneritas?.-todas asienten con una sonrisa.-Bueno niño Santos, voy a responder la pregunta que hizo hace unos minutos. El motivo por el que Doña Barbara estaba aquí en mi casa me sorprendió a mi y a todas mis nietas.

-¿Por que?.

-Porque nunca pude imaginar ver a esa mujer haciendo lo que hizo.

-Por dios Melesio se claro que no te estoy entendiendo.

-La Doña estuvo aquí para pedir perdón.-¿escuche bien?.-Ella vino para pedirle perdón a mi nieta Gervasia, le pidió una disculpa por todo el sufrimiento que mi ternera vivió en su hacienda el Miedo.-veo a Gervasia quien asiente con una pequeña sonrisa.-Sus palabras fueron muy bonitas a decir verdad, lo mejor de todo es que estaba siendo honesta, sus ojos la hubieran delatado si hubiera mentido pero en ellos vi algo que jamás pensé ver en ella... no se con que palabras describirselo mi niño, solo le puedo decir que fue un momento muy especial.

Doña Barbara: vínculos de fuego y sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora