Narrador omnisciente.
Respiro profundamente aquel aroma tan peculiar que provenía del incienso color púrpura. Era como la madera seca, vainilla y tal vez un poco de bugambilia.
Su mente estaba completamente en blanco y en total concentración. No era que quería buscar de nuevo aquel elemento que hace muchos años había perdido, pero sin duda su paz interior por si sola ya lo hacía el guerrero que en algún momento fue.
Antes el tenía el poder de un progenitor; mover montañas, dominar cuatro elementos, su luz dorada y tener el control total de lo que significa la palabra poder. Y ahora ya no tenía nada de eso, no lo necesitaba para ser feliz, incluso había veces que en su memoria no recordaba como hacer todos esos movimientos.
Hacia ya siete años que tuvo aquel terrible accidente por querer proteger y ayudar a quien lo necesitaba, pero no sé sentía arrepentido de nada.Ahora tenía un trabajo estable en una gran oficina y podía vivir con su esposa sin ningún problema. Paso sus dedos por el borde de aquel hermoso retrato que tenía en la cabecera de su habitación justo por encima de su cama, ahí estaba el bello recuerdo de su boda, la veía a ella con un largo vestido y llena de flores blancas. Y es que la historia se había vuelto a repetir incluso en todo aspecto y más ahora que hasta hace unos días __________ le daría la noticia de que serían padres.
— Oh, estoy seguro de ya haberte visto antes. — le susurro una pequeña serpiente desde su ventana. El rubio corrió hasta esta y miro con asombro al pequeño renacuajo que le hablaba —. Ninja dorado.
— Pythor. — susurro su nombre tomando entre sus manos a la serpiente —. ¿Pero que te ha pasado, creí que ya tenías un tamaño normal?.
— Resulta que incluso la misma vida se a olvidado de los serpentín. — respondió —. Pese a que hemos evolucionado a seres más pequeños no olvidaremos jamás nuestra sangre y muy pronto, más de lo que te esperas, vamos a volver.
— No deberías. — le reprendió —. Ya no tengo ningún poder, ni yo ni los demás y puedo hacerte zapato ahora mismo si lo deseo con tus bonitas escamas blancas.
— Que altanería la tuya. — de brazos cruzados y desviando la mirada al interior de su casa no pudo evitar preguntar —. Muchacho, ¿cuántos años tienes?.
— Dentro de unos meses cumpliré veintinueve. — respondió dejando al pequeño Pythor en la orilla de la ventana de nuevo —. ¿Por qué has vuelto?.
— Yo siempre estuve por ahí, probablemente no lo sabías pero los serpentín tenemos vidas muy largas y no podemos morir solo de vejez, a menos que nos maten o nos comamos entre nosostros. — dijo —. Pero mi vida pronto llegará a su fin y quería verte de nuevo, y a tu querida esposa.
— Ella no se encuentra aquí, pero podría darle tu mensaje. — sonrió — No tardará en llegar, hoy es el cumpleaños de ella.
— No, no puedo esperarla. — siseo saltando hacia las verde hojas del árbol —. Sean felices, solo eso quería quería decirle.
Y sin más, el pequeño Pythor había desaparecido de su vista ¿le preocupo?, por supuesto que si, pues ese pequeño diablo era capaz de cualquier cosa y debía estar listo por cualquier cosa.
— Lloyd, ya he vuelto. — saludo la castaña dejando las bolsas de las compras en el suelo de la habitación, pero al ver al rubio de espaldas viendo a la ventana y distraído no pudo evitar preguntar —. ¿Qué ocurre, qué viste?.
— Nada, solamente estaba viendo. — sonrió nervioso abrazandola por su cumpleaños —. Gaizka llamo en la mañana, vendrá con su familia a la cena.
— Que bueno entonces que compre de más. — sonrió.
Ambos bajaron a la sala donde se sentaron unos momentos a conversar. Después Lloyd la dejo por un momentos sola, para ir a buscar algo al dojo. ___________ entonces tomo entre sus manos sus estambres y continuo con aquella bonita bufanda color verde que quería darle a Lloyd, pronto sería diciembre y le haría tanta falta una.
Al levantar la visto vio a Lloyd sentado en el suelo, tan sigiloso como siempre, extendiendo una caja un poco más grande que su mano en color salmón y un pequeño moño rojo.— ¿Qué es?. — pregunto curiosa.
— Míralo tu misma. — insistió.
Y al abrir la pequeña caja se encontró con un conejo blanco completamente echo de cristal, un animalito que por cierto era su favorito. Y sin quererlo aquello regreso a su memoria, un recuerdo amargo de aquella noche.
— Se que también te acuerdas, no necesito leerte la mente— el tono de voz de Lloyd se había vuelto serio de repente —. La noche en que le estabas haciendo un regalo a mi madre y que te deje sola, un cisne de cristal, jamás podría olvidar aquella conversación. Este lo hice yo mismo, porque te amo infinitamente.
La castaña sonrió abrazando al rubio, ella ya sabía a qué se refería pero desde ese entonces Lloyd se mantuvo a su lado hasta el día de su muerte. Y ahora, hizo todo lo posible para poder estar junto a ella, en otra vida, otro cuerpo y otras circunstancias, no dudaría de el jamás.
— Que lindo. — dijo —. ¿Cuánto te llevo hacerlo?.
— Cuatro meses. — respondió —. Hubiera tardado más si Jay no me hubiera prestado su herramienta.
— Hablales, quiero que todos estén aquí está noche. — pidió —. Anda.
— Claro que si. — dijo saliendo de la sala casi corriendo solo para verla una vez más antes de ir a marcarles —. Te amo.
— Yo más.
Dejo la cajita en la mesa del centro aun lado de los controles de videos juegos de Lloyd y camino hasta la pequeña mesa redonda donde tenían unos libros de decoración, ahí dejo el pequeño conejo de cristal junto al diario de Lloyd que había encontrado en el desierto hace ya algunos años. Y se pregunto que tan importante podría llegar a ser un diario para una persona y no precisamente refiriéndose a una libreta.
Listo, finalmente hemos terminado este pequeño especial de Lloyd. Tarde más de un mes, lo sé pero sinceramente quería que fuera algo bonito. Estoy también muy feliz, pues está historia ya ha superado el 1.05k de visitas en poco tiempo, todo gracias a ustedes.
Y es que, les platicaré algo. Para hacer cada capítulo de las historias (independiente si se sigue la historia original o no) tardo incluso días, ya que quiero entregarles la mayor calidad posible en los capítulos y hay veces en que no llegan ideas buenas y tardo mucho más tiempo, es un horror jaja. Los momentos cuando más llegan ideas, por muy raro que se escuche son los momentos donde, lavo los trastes, me baño por las noches, estudie o incluso cuando escucho cierto tipos de música y canciones. Y con esta historia no fue la excepción, pocos capítulos pero una historia que como siempre la hago con mucho cariño y dedicación para ustedes ♡ :).
Muy atentas, que se viene la historia para Cole, Gaizka y de último momento una historia para Kai, que estoy escribiendo y voy con todo, ya que tengo mucha imaginación e ideas para esa historia. Muchas gracias por leer y nos vemos pronto, con una nueva historia publicada, espero y la apoyen mucho también. ♡♡♡
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𝓜𝓮𝓶𝓸𝓻𝓲𝓪𝓼 𝓓𝓮 𝓤𝓷 𝓓𝓲𝓪𝓻𝓲𝓸 [𝓛𝓵𝓸𝔂𝓭𝓧𝓛𝓮𝓬𝓽𝓸𝓻𝓪]
FanfictionCientos de años después en la historia de Ninjago parece que ha llegado el momento en que aquel diario olvidado en las frías arenas del desierto sea leído por ella en su nueva vida. Gracias a ese pequeño diario, a unos ojos turquesa y a dos tercero...