La última vez que vi a Geto ambos caímos sobre el pasto húmedo por el rocío de la noche, su larga cabellera negra se esparcía por el pravo ver y su sonrisa era enorme, mi cuerpo se precipitaba sobre el suyo, nuestras manos unidas y en mi rostro una sonrisa enorme que imitaba la suya, sus ojos me reflejan, nuestras almas se reflejaban, éramos uno. Enamorados, terriblemente enamorados y jóvenes, ilusos de lo que podría pasar mañana, solo viviendo el efímero momento antes de que mi familia me buscara para quitarme de sus brazos.
Unos cálidos brazos que me habían arropado y tratado como alguien importante, apreciado.
Recuerdo lo que le dije, lo que prometí esa noche fresca de primavera: — Te amo, no es un juego de niños y no estoy confundido, te amo, como nunca creí que podría amar en mi vida. Antes de conocerte me había resignado a no vivir una vida con amor, que debería de casarme con alguna joven rica que me dé el suficiente estatus para que la fortuna familiar creciera; pero te conocí y me di cuenta que no quiero esa vida, te quiero a ti. Te quiero y te amo tanto que estoy dispuesto a esforzarme el doble para impulsar la empresa si eso me permite estar contigo. Solo dime que sientes lo mismo y comenzaré con los preparativos para ocupar un puesto en la empresa mañana mismo.
Mi sonrisa era esperanzada, mis ojos brillaban como los de él.
Me creía en un sueño, era ese sediento que había encontrado agua por primera vez en su vida y no estaba dispuesto a separarme de él nunca más.
El beso que me dio a cambio de una respuesta afirmativa a una declaración de amor debió de haber sido una advertencia. Pero no la vi, estaba encandilado por lo que creía era mutuo, habíamos llevado tanto tiempo dando vueltas uno al lado del otro que esperaba que ese beso fuera el inicio de una historia de amor, de mi vida feliz.
No lo fue.
Después de esa noche, Geto nunca volvió a aparecer frente a mí, a ocupar su piso o ir a la universidad. Dejó la ciudad, se mudo y yo nunca fui tan importante como para saber nada sobre sus planes.
La realidad me golpeó, me estrelle contra una extensa muralla de concreto que no pude meter las manos. El amor de mi vida se había ido y me había dejado, jugó con mis sentimientos y planes de vida. Me restregó en la cara un efímero momento de una vida feliz y llena de amor de la cual nunca podría ser parte. Una que nunca podría tener.
Algunas veces me mentía a mí mismo, imaginando que algo le sucedió, un accidente y por eso no regreso, las primeras semanas fueron lo peor. Era un muerto en vida, el amor que tenía se estaba pudriendo y me pesaba mantenerme en pie.
Luego la rabia, está tan enojado con ese imbécil que no podía ni escuchar su nombre, nadie tenía permitido nombrar, nadie tenía permitido preguntarme como estaba, nadie podía dirigirme la palabra.
Y luego la aceptación, estaba más dolido que nada, pero prefería que me hubiera dejado ahora con solo los planos de una vida juntos a que destruyera las paredes que tanto me costó construir dejándome al intemperie para que todos pudieran observarse. Geto solo había sido una ilusión, un sueño que una mente desilusionada por la vida creó para aferrarse.
Ocho años después regresa y osa ponerse de pie frente a mi en la sala de juntas como un inversionista en el nuevo proyecto, tiene un aura arrogante y altanera, me mira para abajo. Para él solo soy el heredero de la familia, un niño rico que se ganó su puesto por sangre y no por trabajo.
No se que quiere regresando así, parándose frente a mí y mirándome como si fuéramos iguales. ¿Le gusta verse débil ante él?
Es una maldita bola de demolición que amenaza con derrumbar mi vida, una vida que no quería pero había aprendido a querer, una esposa que es una amiga y cómplice, un hijo que me adora y espera en casa. No es justo que regrese después de ocho años a reclamar algo que desecho.
— Me gustaría que dejara de intentar verme a solas sr. Suguru, se puede mal interpretar y tengo una familia que cuidar —le dije seriamente antes de rodearlo y salir de la sala.
Hola!!!!
Este es mi nuevo fic que será actualizado cuando El esposo del profesor esta en sus últimos caps, contendrá mucho drama, dolor y ganas de suicidarse, bueno no. Pero si será muy dramático y van a odia a Geto mucho jajaja.
Pero como me habían pedido anteriormente en este fic Megumi es hijo de Gojo.
Nos leemos próximamente.
Ig: sheeeyr_
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Amor Abandonado ⇝ Sugusato
FanfictionGojo Satoru es un hombre de negocios rico y mundialmente conocido, un heredero. El matrimonio por conveniencia nunca estuvo en sus planes, pero ha aprendido a querer a su esposa e hijo, es un padre de familia y lo único que le permite levantarse po...