DILE QUE ESTÁS ENAMORADA

Eliminando Cabos Sueltos...

Y así el hombre se marcha de la mansión, deseando tomar a las hermanas...y sobre todo deseando tomar a Adrienna porque sabe que es virgen, para él ni Leonardo ni Miguel Ángel se merecen ser el primero en la vida de aquella flor.

Federico empieza a planear la forma de hacerse con Adrienna, tal vez pueda detenerla por algún presunto delito y mientras esté encerrada, usar sus encantos de hombre italiano para logar obtener la primera vez de Adrienna.

Con lo que ese hombre no cuenta, es que simplemente Adrienna De Luca se defenderá de quienes intenten arrebatarle lo que ella desea sea únicamente de Miguel Ángel.

Pero los hombres italianos son tercos y para ellos una mujer virgen vale su peso en oro.

-Encuentra el modo de arrestar a Adrienna De Luca

-Pero General...

-Acaso ¿es par de bastardos no valoran su negocio? – sonriendo – por mantener sus negocios tanto legales como turbios esos dos idiotas me darán la primera vez de Adrienna De Luca ese par de idiotas creen que soy como el anterior general

-Señor – recibiendo la mirada filosa del hombre – concretaremos la forma de que pueda tener a la señorita De Luca

-Perfecto – sonriendo

Mientras...

-Mattia

- ¿Qué desea Amo Rossi?

-Vigila a Adrienna, ese perro quiere algo con ella

-Vigilaré a tiempo completo a Madame De Luca, pero señor ¿usted cree?

-Ese perro, cree que cuando le ofrecí a Aryana lo hice con mi Bela Dama

-Señor...ese hombre...

-No me conoce – sonriendo de modo siniestro

En ese momento Adrienna entra en compañía de Ginebra y detrás de ellas varias siervas con bebidas y bocadillos para todos – ¿te pasa algo Miguel Ángel?

-Nada Bela Dama, negocios que no resultan – sonriendo – pero no quiero que nada mortifique a mi Bela Dama

Adrienna se sonroja de golpe.

-Amo Miguel Ángel, Madame De Luca preparó esto para usted

Y Miguel Ángel da una enorme sonrisa, mientras ordena acomodar las mesas.

Mientras en la ciudad de Roma, Aryana es encerrada por Federico, acusándola de contrabando menor de drogas, y ella ahora se encuentra en una celda gritando que llamen a Leonardo; para que sea este quien la saque de la cárcel. Pero quien llega es el mismísimo general de la policía italiana.

-¡Déjeme salir! ¡no he hecho nada!

-Bueno acá aparece diferentes delitos entre estos acoso – Aryana queda en shock

- ¡No es cierto! ¡yo no he acosado a nadie!

- ¿Enserio, te suenan los hermanos Rossi?

Aryana se queda pasmada – ¡no, no es cierto! ¡lo que te haya dicho la puta de mi hermana no es cierto!

-¿Hermana? ¿tienes una hermana? Quizás podamos hacernos de un trato

- ¿Eh?

-Consigue que esa mujer venga...si es tan bella como tú – Aryana se sonroja en el acto – te dejaré ir

-Pero...ella es más cuidada que las joyas de la corona

-Bueno puedo ayudar en eso

- ¿Eh? Pero ¿Qué quieres de mí?