Collecting Hearts

🫀¹⁴🫀Caça e Caçador

Capítulo 14: Caza y cazador

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Vamos para alguns avisos importantes:

1. ADVERTENCIA: para aquellos que son más sensibles a la sangre y similares, no duden en omitir estas partes.

2. Actualizaré de 2 a 3 capítulo por día para terminar pronto esta historia.

Bien, ahora pasemos a nuestro capítulo, espero que les guste. Voten y comenten mucho,..

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POV SK

Cerré los ojos y olí la fragancia del vino que estaba bebiendo. Levanté el vaso y lo coloqué contra mis labios, bebiendo hasta la última gota, dejando que su sabor se extendiera por mi lengua, definitivamente no hay mejor opción de bebida para cuando necesitas relajarte.

Abrí los ojos y miré la fotografía de la delegada frente a mí. Sus ojos verdes eran fascinantes, podía entender por qué todos los hombres y mujeres la
deseaban. Lo entendí, pero no caía bajo ese hechizo verdoso.

Las dos esmeraldas eran seductoras, y aunque parecía que había caído en sus
encantos, en realidad pude ver detrás de ellas: ella era una mujer débil.

Como su padre.

— Podría ser hereditario..

Dejé escapar una risa nasal ante mi propio comentario, golpeando distraídamente con las yemas de los dedos el vaso de cristal.

El sonido de la impresora indicó que había terminado de imprimir. Caminé hacia la máquina, agarré el papel que aún estaba caliente y lo acerqué a mi cara, oliendo la tinta recién grabada.

Escaneé la información y la puse junto a la foto de Lauren en la pared, visualizando a mi próxima víctima.

Alicia, 16 años.

Alumna

Residencia - Rua B, número 23.

Vive con los padres.

Engañó a su exnovio con un instructor de gimnasio.

Suele salir a cenar los domingos.

No hay amistades sólidas; recientemente tuvo una pelea con su mejor amigo

Había suficiente información para hacer lo que había de hacer.

Estaba esperando nuestra reunión programada para las 7 pm, después de
todo, como ella era menor de edad, no podía despertar sospechas saliendo de casa tarde en la noche, no creo que sus padres lo aprobaran.

Miré mi reflejo en el espejo y me gustó lo que vi. Respiré profundamente,
inhalando todo el oxígeno que mis pulmones podían soportar, y luego
exhalé, relajando mis músculos, eliminando la tensión en mi cuerpo,
preparándome para algo más grande que estaba por venir.

[....]

Durante toda la cena me preocupé por mantener una conversación ligera y
estimulante, pidiéndole siempre más vino a mi querida señora.

Finalmente, cuando dijo que necesitaba ir al baño, discretamente puse la droga en su bebida. Ahora todo lo que tenía que hacer era sacarla de allí antes de que se desmayara sobre la mesa.

Cuando regresó, se sentó y lo vi tomar un sorbo de vino. A partir de entonces tuve gue actuar, llamé al camarero y pagué la cuenta, caminamos lentamente hacia la salida, manteniendo siempre un discreto
coqueteo.

Sacó su celular del bolso y dijo que estaba llamando a un taxi que conocía, pero la detuve. Sostuve sus manos suavemente, mirándolo a los ojos para darle confianza.

— No te preocupes cariño, puedo llevarte a casa, si no es mucha molestia.
— Di mi mejor sonrisa, tratando de ser lo más atractivo posible, lo cual, modestia aparte, no me resultó difíci.

Como me imaginé, guardó su celular muy feliz. Ciertamente había estado
esperando esta invitación desde la cena, por la forma desesperada en que
intentó llamar mi atención, supe que quería algo más y que yo le daría
mucho más.

Estas chicas eran tan tontas que me obligaron a no poner los ojos en blanco ante sus conversaciones superficiales.

No hacían uso de la buena lectura, de la buena música ni siquiera de los buenos modales, siempre tan preocupadas por su estética, como también por la de su pareja.

Pero en ese sentido no había de qué preocuparse, intentaría preservar su
belleza hueca, simplemente cambiando su dulce perfume por una fragancia más pronunciada, el formaldehído.

Alice era joven, pero sus acciones eran adultas. Sabía lo que estaba haciendo, no había ninguna ingenuidad en ello, o de lo contrario no estaría saliendo con alguien que le doblaba la edad.

Por tanto, no vi ninguna razón para no continuar.

Conducía deliberadamente a una velocidad constante para que el
balanceo del coche anticipara los efectos de la droga que le había
administrado.

No pasó mucho tiempo antes de que su cuerpo se debilitara y se deslizara hacia el asiento del pasajero. Tan pronto como estuve seguro de que estaba completamente fuera, detuve el auto a un lado de la carretera, prestando atención a ver si pasaba alguien, y la amordacé, la até de piernas y muñecas.

No habría riesgo de que se despertara temprano.

Poco tiempo después llegamos al destino final, al menos para ella. La
saqué del auto y la coloqué sobre la mesa que había preparado, toda la
habitación estaba cubierta de lona negra, incluso las paredes y el suelo.

De esa manera no habría mucho desorden que limpiar más tarde.

Noté que ella estaba despertando, así que revisé una vez más si estaba
correctamente atada a la mesa.

La vi abrir los ojos, confundida por la
situación, luchando inútilmente por liberarse de sus ataduras. Me acerqué
y pasé mi daga por sus labios cubiertos de cinta adhesiva.

— Tranquila, querida. No sirve de nada. Si entiendes esto, mi trabajo será más fácil. Así que por favor, no hay agonía.

Como si no hubiera dicho nada, ella luchó aún más, sus gritos ahogados
por la mordaza, puse los ojos en blanco ante la escena. Como dije, son inútiles, no entienden lo obvio:

— Alice, mi amor, hoy morirás.,— Ella se movió aún más, lo que me hizo perder la paciencia.

Me giré bruscamente y con todas mis fuerzas en el puño, atravesé su corazón con mi daga

Un suspiro escapó de mis labios, viendo cómo la vida se escapaba de sus ojos mientras su cuerpo experimentaba sus espasmos finales.

Una vez más el silencio reinó en todo mi almacén.

El sonido de la muerte fue un alivio.

Desaté sus ataduras y comencé mi trabajo. Ahora era el momento en que
dejaría mi huella en la sociedad, perpetuando mi imagen en la mente de
todos los ciudadanos de Nueva York.

Quiero que sepan que fui yo. Soy yo quien está haciendo de esta ciudad un lugar mejor. Y finalmente soy yo quien está destruyendo a la delegada.

Personalmente, no me importa la fama.
Creo que las mejores personas
"hacen el bien sin mirar a quién" me estaba yendo bien, no necesito gratificaciones, pero debo confesar que la emoción corre por mi cuerpo cuando mi trabajo es reconocido, aunque sea en las noticias.

Con cautela coloqué mis instrumentos sobre una mesa al lado del cuerpo
ensangrentado de Alice. Abrí su pecho sin ninguna dificultad, y con mucho
cuidado le partí el corazón por la mitad, devolviéndole una mitad y quedándome con la otra, era mi souvenir, un recuerdo.

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