Collecting Hearts

🫀²⁰🫀Ela vale tudo isso?

Capítulo 20: ¿Vale la pena todo?

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Lauren POV.

Miré el gran reloj en la pared de mi sala y todavía faltaban 20 minutos para
la hora del almuerzo. Cerré los ojos y respiré profundamente para no tener
un ataque de nervios justo en Nochebuena.

Abrí nuevamente los ojos y miré la fotografía de seis cadáveres, todos perfectamente maquillados, con la ropa en perfecto estado. Al otro lado de la mesa, un montón de documentos, extractos y cuentas bancarias de la empresa de Goncalves, otro caso incompleto.

Mis ojos vagaron de una carpeta a otra y luego hacia adelante, mirando ambos organigramas de sospechosos prácticamente vacíos.

Aún con la baja temperatura, comencé a sentir pequeñas gotas de sudor
formarse en mi frente; Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, empeorando
esa sensación, haciéndome sudar frío.

Mi visión se volvió borrosa con algo
de vértigo y el aire se sentía pesado, me pasé las manos por el cabello, sacándolo de mi campo de visión, me levanté de la silla y me dirigí hacia la
ventana en busca de aire.

Sentí el temblor en mis piernas impidiendo que mi cuerpo me sostuviera, perdiendo completamente el equilibrio, pero antes de poder llegar al suelo sentí dos manos firmes tirando
de mí.

— ¡Lauren!

A lo lejos escuché la voz de Lucas, como un eco en mi cerebro. Busqué sus ojos, pero mi visión ya estaba completamente oscurecida, y de repente, nada.

[.....]

Abrí los ojos visualizando el techo blanco de la comisaría, estaba recostada en el pequeño sofá de mi sala, a mi lado Lucas y Camila hablaban, casi en susurros.

— ¿Qué sucedió? — Intenté levantarme, pero en el mismo momento sentí que se me daba un vuelco el estómago, haciéndome sentar nuevamente.

— Te desmayaste, Laur. — Lucas se acercó con largas zancadas, agachándose frente a mí, sosteniendo una de mis manos.

Intercambié una mirada rápida con Camila, sin entender realmente qué
estaba haciendo allí, pero pronto lo entendí cuando noté que llevaba su
bata blanca.

— ¿Lo vio toda la comisaría?. — Lo único que no necesitaba era que los oficiales me desacreditaran aún más.

Inmediatamente me sujeté la frente, haciendo una mueca de dolor al
sentir que me palpitaba la cabeza.

— No, llamé a Camila precisamente porque sabía que podía contar con su
discreción.

Miré a Camila nuevamente y ella desvió la mirada, tomando un termómetro y el dispositivo de medición de presión, se acercó, envolvió mi brazo alrededor para comenzar a bombear el instrumento, deteniendo mi circulación y luego liberándola, permitiendo que la sangre volviera a fluir nuevamente.

— ¿Qué pasó, Camila?¿Ella esta enferma? — La voz de Lucas era ahogada,como si estuviera a punto de llorar.

— ¡Por Dios, no es nada Lucas! — Me reí de su desesperación y él me devolvió una mirada irritada.

— ¡¿No es nada?! ¡ntenta encontrar a tu mejor amiga cayendo en medio de la habitación, pálida como una sábana!

Mi corazón se calentó con toda la preocupación que mostró, no es que
necesitara mostrar nada, siempre lo supe, así como yo también me preocupo por él. Durante mucho tiempo él fue todo lo que tenía, era mi familia.