Collecting Hearts

🫀²⁷🫀Fighting the past

Capítulo 27: Luchando contra el pasado

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Lauren POV.

Miré a la mujer frente a mí e incluso después de años, nada parecía haber
cambiado. Su cuerpo esbelto, rostro delgado, ojos marrones y cejas pobladas, exactamente como lo recordaba.

— ¿Cuánto tiempo has pasado?. — Sonreí, sarcásticamente. La presencia de la mujer aumentó mi ego, recordando la cara de Matthew cuando descubrió con quién se acostaba su esposa.

— Si, Jáuregui. Cinco años, si no me equivoco. — Ella también sonrió,
probablemente por los buenos recuerdos que teníamos.

— ¿Qué haces aquí, Lucía?. — Le indiqué la silla para que se sentara y así lo hizo.

— Llevo unos días en la ciudad, pasé a ver a mi delegada favorita. — Sonrió.

— ¡Desafortunadamente, tu "delegada favorita" está abrumada por el trabajo! No creo poder darte la atención que necesitas. — Me llevé la taza de café a los labios, soplando por dentro para que el humo caliente se esparciera.  Lucy observó mi boca con extrema atención, revelando su deseo de tenerla para ella.

— No te preocupes, mis vacaciones apenas comienzan. Además, me
encantaría aprovechar tu tiempo libre, puedo ayudarte con las investigaciones, como en los viejos tiempos.

— ¿Como en el pasado?. — Pregunté sugestivamente.

— Bueno, no exactamente, o te retrasaría aún más. — Ella devolvió la respuesta en el mismo tono sugerente, manteniendo una sonrisa en la comisura de sus labios.

Se sentó, escaneó los archivos esparcidos sobre mi escritorio, mirando la imagen del KIA rojo en la pantalla de la computadora.

— ¡Vaya, cuando dijiste que estabas abrumada por el trabajo no estabas
bromeando!. — Capturó la carpeta relativa al caso Asesino Serial, hojeando los documentos.

— Sí, y por si no lo recuerdas, es confidencial. — respondí tomando la
carpeta de sus manos y arrojándola al cajón.

— En serio, Lauren. ¡Puedo ayudar! Hace dos años, la comisaría de Miami donde trabaje también se enfrentó a un asesino en serie.

— Ya no trabajas aquí, Lucy. Sabes que no puedo hablar del caso con nadie que no esté en el equipo. — Ella puso los ojos en blanco y suspiró, apoyando la espalda en la silla.

— Sigues teniendo mucha razón, Jáuregui. Podría ayudarte, pero está
bien, te ayudaré con otras cosas.

— Y sigues siendo negligente, Vives. Y por cierto me enteré de este caso, este tipo de delitos en Miami no son comunes, la noticia se difundió
rápidamente.

— Ni siquiera me hables, cariño. Miami ni siquiera se compara con el ajetreo y el bullicio de Nueva York. Lo extraño, pero admito que irme fue la mejor decisión, no sería fácil encontrarme con Mateus por ahí.

— ¡No hables como si te arrepientas de lo que pasó entre nosotras, de lo contrario no estarías en mi oficina, sino buscando a tu exmarido!

— Cálmate, cariño. ¿Qué es esto, todavía celosa?. — Su sarcasmo había comenzado a irritarme y mi paciencia durante toda la semana se había
acabado justo esta mañana.

No respondí, solo dejé escapar un suspiro irritado mientras me levantaba
de la silla para comenzar a recoger el resto de los documentos esparcidos
sobre la mesa, pero Lucy tomó mis manos, obligándome a mirarla. Sus
ojos marrones parecían sinceros e intrigados.