Collecting Hearts

🫀³³🫀Double date

Capítulo 33: Cita doble
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¡Me gustaría decir que nuestro Asesino en Serie será revelado muy pronto! Pero eso no significa que el final del fic esté cerca. ¿Alguna vez pensaste en cómo sería el POV de SK, la perspectiva de las cosas a través de sus ojos? Si no, prepárate porque ¡YA VIENE!

Espero que les guste el capítulo, y no olviden votar.
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Camila POV.

Estaba devastada por la forma en que Lauren me había tratado. No debería haberle mentido, pero tampoco podía comprometer a todos en el edificio.

Estuve en la estación dos veces esta semana, tratando de hablar con Lauren, pero ella siempre parecía ausente, según sus oficiales. También
intenté llamarla al celular y cada vez que colgaba, aparentemente no quería hablar conmigo. Supongo que debería respetar su tiempo, sea lo que sea que necesite, sólo esperaba que no me estuviera poniendo bajo sospecha.

Mis pensamientos fueron capturados por el sonido de las puertas metálicas abriéndose y Dinah charlando con Danilo dentro de la habitación.

— ¡Mila, vamos a almorzar!. Ya es hora. — exclamó Dinah, frotándose el vientre.

— No tengo hambre, muchachos.

— ¡Bueno, yo si! Al menos puedes acompañarme, ¿verdad? Danilo ya
almorzó y sabes que odio comer sola.

— ¡Vamos, Mila, estás encerrada aquí desde temprano! ¿Sucedió algo?

—¡No, Dan! Solo estoy cansada. — Intenté sonreír para convencerlos de mi mentira, o incluso convencerme a mí misma, pero sin más remedio asentí
y me quité la ropa de trabajo para acompañar a mi amiga.

— ¿Dónde piensas comer, de todos modos?

— Un restaurante en el centro, tipo bistró, se me antoja una hamburguesa.
— Ella puso los ojos en blanco con deseo.

— ¿Juras que almorzarás una hamburguesa? Danilo y tú sois dos iguales — dije tomando ya las llaves de mi auto, haciendo soltar una pequeña risa a Dan y despidiéndose de mí con un beso en la frente.

— ¡Claramente! Si no vas a comer, no te quejes.

El restaurante elegido, o mejor dicho, cafetería, tenía una temática retro,
con suelo de cuadros blancos y negros, y una decoración basada en los años 60 o 70.

Todo el ambiente estaba muy bien iluminado y contenía bancos acolchados de color rojo en todos los rincones, formando pequeños cabinas privadas entre cada sofá y mesa.

Yo solo pedí un batido, mientras que Dinah había optado por el combo
completo: hamburguesa, patatas y batido. Cuando estaba a la mitad de su
sándwich, se movió en el banco de cuero rojo y soltó:

— Ve, cuéntame qué pasa, te conozco y sé que no estás bien. ¿Es algo con
Mateus?

— No.... En realidad, está de viaje por trabajo, hace unos días que no lo
veo, y la verdad, nuestra última "conversación" no fue muy agradable.
Estoy ignorando sus llamadas,, solo respondo algunos mensajes. Le dije
que hablaría con él personalmente cuando regresara.

— ¡Dios mío, todavía me sorprende por qué estás con ese chico!

— Simplemente no me ha entendido, Dinah — suspiré, bebiendo mi
batido,

— ¡Por el bien de nuestra amistad, no hablemos más de Mateus! Entonces
creo que tu estado de ánimo se debe a la delegada, ¿correcto?. — Me miró de
reojo, esperanzada.