🫀³⁸🫀Dália Negra

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Capítulo 38: Dalia Negra

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En los medios del capítulo tenemos a Ted Bundy en la foto a color, a Jeffrey Dahmer en la otra, y un boceto de lo que sería el cuerpo encontrado de la llamada "Dalia Negra".

Espero que os guste, ¡¡vamos!!
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Camila POV.

Observé el lugar donde minutos antes estaba Danilo, me quedé sentada,
impresionada por su forma de actuar, forzando sus labios contra los míos, y
su discurso enojado antes de salir de la habitación.

El timbre de mi celular me restableció en el ambiente, llamando mi atención.
Era Lauren por décima vez esa noche, si no respondía, ella no dejaría de
llamar:

— No pensé que fueras tan insistente, Lauren.

Sólo con aquellos que me importan.

— ¿Qué deseas?

Conversar.

— Oh, ¿ya terminaste tu cena?¿Cómo estuvo tu hermosa noche con Stefanie?
— Pude escuchar su risa ahogada al otro lado de la línea.

No muy bien, en realidad. Volví al punto de partida y le expliqué que lo
sabia todo sobre ella, Mateus y el panel; en otras palabras, era una mierda.

— Excelente. — me burlé.

¿Ya saliste de tu turno?

— Ya me voy, ¿por que?

Duerme conmigo hoy. — Su petición fue casi un susurro astuto, suavizándome.

— Lo Pensaré.

¡Hare tacos!

— Hm... ¡Entonces date prisa, me muero de hambre!

[...]

No pasó mucho tiempo antes de que estuviera frente al apartamento de
Lauren, aunque estaba acostumbrada a su presencia, las mariposas en el estómago, la ansiedad por verla y tener nuestro primer momento como pareja eran inevitables.

Presioné el botón del timbre y la puerta se abrió, revelando a Lauren con una camiseta blanca sin mangas y pantalones cortos de mezclilla
casuales.

Ella se acercó, sellando nuestros labios y luego me hizo espacio a entrar, cerrando la puerta poco después.

— Por un momento pensé que no vendrías. — Había una sonrisa cínica en sus labios.

— Apenas, Jáuregui. Por suerte para ti, tengo mucha hambre.

— Mi cocina y yo somos realmente irresistibles. — Sonrió, apartando la silla para que me sentara.

La mesa estaba puesta con platos, cubiertos, tazas y un cuenco grande lleno de carne molida, chile y otro con algunas especias picadas, todo esto junto a las tortillas de tacos, todo muy bien organizado.

El olor del condimento llenó toda la habitación, haciéndome agua la boca,
Lauren nos sirvió dos copas de vino, sentándose frente a mí con una sonrisa
en la comisura de sus labios.

— ¿Por qué esa sonrisa?. — Pregunté, ya sonriendo también.

— No lo sé, tal vez porque estoy en esta linda cena con mi novia,

— ¡Ten por seguro que si no me gusta el condimento, me voy ahora mismo!. — Me burlé y ella se rió echando el cuello hacia atrás.

Toda la cena estuvo deliciosa, incluida la compaía, el condimento estuvo en
su punto e incluso hubo helado de chocolate de postre, hablamos de todo y nunca hubo un momento en el que faltaran temas.

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