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NARRADOR POINT OF VIEW 𖠵
Mil y una cosas pasaban por la cabeza de Mateo mientras miraba fijamente la oscuridad de la habitación. Todo lo que veía siempre era blanco y luego las luces se apagaban, dejando solo el negro a la vista de sus ojos.
Mateo juró haber visto un rayo de luz mientras la puerta crujía lentamente. Una luz iluminó sus ojos, casi dejándolo ciego mientras los protegía con las manos.
━━━ Las alarmas van a sonar en diez minutos, tenemos que apurarnos ━━━ Escuchó un susurro familiar, la chica luego iluminó su propio rostro.
Lara llevaba una chaqueta y la capucha cubría su rostro. Mateo se levantó lentamente y luego se acercó a ella. Finalmente, sus manos tocaron la piel cálida y suave de la chica. Quería bajar sus manos hasta su cuello y apretar hasta que dejara de respirar.
━━━ ¿Mateo? ¿Vamos rápido? ━━━ La voz lo hizo volver a la realidad. Seguramente dejaría eso para después.
Ambos empezaron a caminar rápidamente por los pasillos. Lara se sintió fuera de lugar mientras caminaba con las manos en los bolsillos, todo parecía estar en cámara lenta, como si estuviera en alguna película de los años setenta.
Miró el rostro del chico y luego le sonrió, recibiendo una sonrisa a cambio. No había sido tan difícil escapar. Lara tenía increíblemente todas las llaves y los guantes en ambas manos, asegurándose de que no hubiera ninguna evidencia. Jamás sería descubierta.
━━━ Fuiste increíble, Lara. ━━━ Mateo sonrió una vez que finalmente entraron al auto de la chica, estacionado a varios metros del hospital.
━━━ Esto es para vos, son de mi hermano, espero que sirvan. ━━━ Lara entregó algunas prendas de ropa; después de todo, él no podría pasear por la ciudad con la ropa del manicomio.
Mateo sonrió y luego agarró Lara por la mandíbula, uniendo sus labios con los de la chica. Su lengua era ágil y Lara podría besarla para siempre. Él no era nada amable, y eso era lo que la atraía aún más.
━━━ ¿Dónde te dejo? ━━━ Lara sonrió, arrancando el auto cuando él le dio un beso rápido en los labios.
━━━ Voy solo, pero no te preocupes, voy a volver. ━━━ No sonrió, la miró con esos ojos oscuros. ━━━ Serás la décima cuarta, Lara Beckman. No puedo esperar para matarte. Podés ser re linda, pero también sos tan tonta.
Mateo finalmente sonrió, pero de manera maquiavélica, enviando escalofríos por todo el cuerpo de Lara.
La sirena alta proveniente del hospital sonó rápidamente. Mateo simplemente apretó la ropa en sus manos y luego bajó del auto, cerrando la puerta con fuerza.
Le lanzó un beso al aire a la chica y después de sonreír burlonamente, desapareció en la oscuridad de esa noche. Lara sintió las lágrimas invadir su rostro.
Se torturaría para siempre, cada vez que recordara esa maldita noche y, sobre todo, la mierda que había hecho.
