Capítulo 2

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Después de hablar de cosas completamente banales y sólo interesantes para mis padres, los cuatro acabamos la hora del té, aunque seguíamos sentados en aquél saloncito, algo más acogedor que el resto del castillo. Yo observaba sin parar las inscripciones florales de las paredes, preguntándome qué clase de decoración era esa para un castillo.

—___ tiene conocimientos en muchas áreas de estudio, y a día de hoy sigue formándose, pero si usted lo desea puede dejar los estudios ahora mismo.

Giré la cabeza tan rápido como pude hacia mi madre, intentando advertirle con la mirada la tropelía que acababa de decir. Pero como siempre, desde que inicié ese viaje, me sentía como una prisionera sin voz ni voto en esto... Si ese hombre me obligaba a dejar de estudiar, ¿Qué sentido tendría mi vida a partir de ahora, a parte de ser su esposa?

—... —Mihawk se acogió en el silencio y terminó su copa de vino— ¿Vino, señorita Lehane?

—Oh, no, ella no bebe alcohol, se lo tenemos prohibido —dictaminó mi padre sin dejarme decidir.

—...

Me sentí demasiado incómoda, y bajé mi mirada a la elegante alfombra del suelo. Mis padres me hacían sentirme como la próxima muñeca de trapo de Mihawk.

Hasta que él, habló.

—La boda será en una semana.

—¿Cómo? ¿Va a atrasar la boda? —Mis padres sonaron alarmados y yo lo miré a él fijamente, levantando la cabeza con rapidez— ¿Es que hay algo que no le ha gustado? ¿Su aspecto, tal vez?

Mihawk se rellenó la copa de vino y le dio un sorbo lento, saboreando el líquido rojo.

—Hay que ordenar algunas cosas antes del enlace, y tres días es escaso tiempo. Quiero limpiar el palacete del jardín para que así sea posible celebrarlo ahí.

Por un momento vi la luz del túnel y la libertad rozando mis dedos, hasta que él dijo eso. Por parte de mis padres, suspiraron profundamente, aliviados.

—Lo entendemos, lo entendemos. Es necesario organizar bien y no dejar ningún cabo suelto.

—Todo debe ser perfecto, ¿verdad, ___?

Levanté los párpados hacia Mihawk cuando escuché la pregunta de mi madre. Sorprendentemente, él también me estaba mirando. Y no pude mostrar ninguna emoción que no fuera vacía.

—Sí. Todo debe ser perfecto.

...

Algunos babuinos descargaron mi equipaje del carruaje, llevándolas a mi futura habitación durante aquella semana que no estaríamos enlazados. Mis padres estaban preparándose para marchar a mi isla de nacimiento en la entrada del castillo.

—Si desea preguntar algo más de ___, podemos responderle sin problemas.

El espadachín miró al frente, observando el mar, y luego a mis padres. Sentí que estaba pensando una buena respuesta.

—No se preocupen. Si deseo saber algo de la señorita Lehane, puedo preguntarle yo mismo.

—Uh... —padre pareció desconcertado ante esto... y yo también, para qué nos vamos a engañar— está bien... si ocurriera algo, por favor, llámenos a nuestro Den Den Mushi.

Mihawk asintió y volvió al interior de su fortaleza, dejándome sola con mis padres. Supongo que quería darnos intimidad para nuestra despedida. Sin embargo, yo solo podía sentir traición ante mis padres.

—___, por favor, sé una buena esposa —mi madre me miró con sus redondos ojos llorosos— hazle todo lo que él pida, sé que te dejo en buenas manos— se atrevió a darme un abrazo corto, de esos que deseaba que terminaran lo antes posible. Todo esto seguía pareciéndome una mala broma que no se iba a acabar...

Pretty Little Wife (Dracule Mihawk y tú) [One Piece]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora