Jimin soñaba con una peluda, grande, oscura y feroz bestia, pero no era una pesadilla, lo que desconcertaba a todos sus conocidos. Anhelaba que se volviera realidad, y sin saberlo, predijo su encuentro con su compañero destinado. Yoongi como un Ther...
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Para SeokJin no era difícil estar cerca de Namjoon, prácticamente habían establecido la rutina de ir juntos en todo momento. Y el lugar favorito del gran Almirante era la biblioteca central que con sus estantes tan altos como llenos de tomos antiguos, ofrecía un sentimiento de intimidad; aparte de que no contaba con ventanales, solo la luz suave de las lámparas de aceite, por lo que era el escenario perfecto para un "accidente" planeado.
El Therion se encontraba absorto en un voluminoso libro, que el Zorro no identificaba pues no sabía leer. No le parecía correcto interrumpir al Almirante, pero el Omega se dijo que solo sería una cosita pequeña. Asi que con su corazón latiendo en un crescendo nervioso, se acercó con cautela a la gran mesa de lectura donde Namjoon estaba estudiando.
Había un montón de otros documentos alrededor del mueble, todo en un orden notable, solo tenía que fingir interés en algún cercano. Con el corazón en la mano, el Zorro trato de alcanzar el cuaderno de cuero más cercano al Therion, al hacerlo, dejó que los dedos de su mano rozaran sutilmente el dorso de Namjoon. Fue un contacto ligero, apenas perceptible, pero suficiente para que el Almirante levantara la vista.
Totalmente mortificado, murmuró palabras apenas distinguibles. Retiro su mano rápidamente, pensando en lo estúpido que era por pensar en que podía hacer algo como esto. No fue capaz de levantar la vista, fallando enormemente en verse más accesible.
Escucho a Namjoon cerrar con suavidad el libro, para después pasar uno de esos grandes brazos peludos en la silla al lado de él, sacándola como para ofrecerle el asiento. -No te preocupes, SeokJin. Ven, siéntate a leer conmigo.
El Zorro estaba sorprendido, a eso se refería Jimin, aprovechar las aberturas de Namjoon para ser más cercanos. Mareado por el subidón de felicidad que estaba experimentando, se sentó en el puesto que le ofrecieron, notando un poco tarde, que el Therion no apartaba el brazo, haciéndolo sentir envuelto en la presencia ajena, en la suavidad que rozaba su espalda y el aroma especiado de un macho.
Nunca un aroma le había calentado el vientre.
-Yo sentí curiosidad, perdón, no debí tratar de agarrarlo sin permiso- Jin trataba de relajarse, pero estaba tenso y no ayudaba que el punto de contacto en su espalda se sintiera demasiado caliente, como si quemara atreves de la ropa.
-Son solo notas sueltas, no te preocupes- Namjoon le paso el libro que había sido su objetivo, entonces lo sintió, sus manos se encontraron, y esta vez, el contacto fue directo y firme. SeokJin sintiéndose enrojecer, permitió que sus dedos se demoraran un segundo más de lo necesario.
El Therion no se apartó. En cambio, se quedó allí, su mirada demasiado intensa, acalorándolo hasta el punto de que sintió que podía ebullir en cualquier momento. -Gracias- Su voz parecía un extraño chillido, lo que seguro mato el momento.
-Siempre- Respondió el Therion, confundiendo por completo al Omega.
Pero entonces algo más apremiante inundo su mente, una oportunidad dorada. Aunque había progresado en su aprendizaje del idioma, la lectura aún le presentaba un reto significativo. Mirando la prolija letra del Almirante, que todavía le parecían un tanto crípticas, un plan comenzó a tomar forma en su mente.
