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Penúltimo

Si bien en un inicio ambos respondían con firmeza a que eso no era amor, ahora las cosas cambiaron, eran la pareja perfecta, en las redes sociales sus fotos juntos e incluso aquella donde salía la pequeña niña con el rostro con stickers o difuminado eran compartidas por el mundo.

Habían aceptado que esa relación era verdad y también la privacidad de la pequeña.

Jungkook y Kayla ya no temían por el que dirán simplemente vivían con alegría olvidando ese mal trago que tuvieron que pasar.

Ese día después de cuatro años de relación, en dónde hubo altas y bajas, ambos salían en una cita , que con bastante tiempo planearon pues ambos tenían proyectos diferentes dejándoles muy poco tiempo para compartir.

—Sabes, a pesar de que me gusta actuar... siento que ya no es lo que debo hacer...quiero poner un estudio de arte, colocar cuadros de personas poco reconocidas y hacerlas ricas.

Kayla hablaba con ilusión, si bien aquello que decía era diferente a su trabajo actual ,no dejaba de ser parte de una de las bellas artes.

—Seria maravilloso —jungkook sonreía mientras la veía a su lado, es día , habían viajado hasta Busan, Jungkook volvía después de un tiempo pues la última vez que estuvo ahí fue justo antes de que su hija naciera, tiempo después él y su familia se mudaron a Seúl dejando todo atrás.

—Hay algo que quiero preguntar te... llevo años de echo...pero me da miedo que sea un tema delicado.

—¿Que es?

Kayla se puso delante de él mirando sus manos unidas—¿Dónde está la mamá de WooJi? En todo este tiempo no ha ido a visitar, no quería preguntar le a ella por si resultaba doloroso...y lamento si te incómoda.

Si bien, aquella conversación trato de evitarla durante mucho tiempo, en ese día él tenía que ser sincero.

—Antes de que te lo diga...debo agradecerte, nunca intentaste sacarme información, y respetas te cuando te dije que no estaba listo... gracias cariño.

Jungkook bajo su mirada hasta ver sus manos entrelazadas. Apretó un poco su agarré y soltó un suspiro.

—Ella...fue mi primer amor, la quise mucho, llegué a amarla. Pasamos mucho tiempo juntos e incluso fuimos nuestra primera vez, ese día en dónde yo llegaba de la escuela, ella me estaba esperando, su rostro estaba pálido...

»Me dijo que estaba embarazada y que iba a abortar, entre lágrimas le pedí que no lo hiciera,en ese momento creí que no la había convencido. Yo simplemente me encontraba mal, mi madre supo todo y creyó que lo mejor era irnos de Busan, pasaron unos meses cuando ella apareció frente a mi puerta, entre sus brazos la tenía a ella. Me la entrego como si fuera nada y solo días después a mi madre y a mi nos hicieron firmar los papeles de la custodia total de la bebé, ella después de ese días desapareció...nunca regreso ni nos busco.

A pesar de que el tiempo pasó, su voz dejaba en claro que todo lo vivido había quedado como una marca permanente.

Kayla bajo la mirada, mientras por sus mejillas recorrían sus lágrimas.

—Ahora... realmente me siento afortunado de que todo terminará así, tuve a mi hija, la cuide ,mi madre me apoyo al igual que mi hermana...y por último te conocí.

Jungkook alzo su rostro limpiando con su pulgar sus lágrimas, con una sonrisa le decía que todo estaba bien.

—Vamos, debemos continuar.

Él planeaba una sorpresa al final del día, dónde la madrugada era acompañada por estrellas.

(...)

Su cita fue de risas y besos robados, en ese momento se dirigían a un lugar especial, Jungkook le había dicho a Kayla que se cubrirá los ojos y momentos después un antifaz se le fue entregado, viajaron en auto durante un par de horas y al final su destino llegó.

Jungkook se encargó de llevar a Kayla con cuidado hasta que estuvieron en el punto indicado, él se separó dejando la escuchar solo sus pasos y con un tono de voz tembloroso le dijo —Ya puedes ver.

Estaban en una cabaña, dónde una decoración con flores la recibían, frente a ella estaba su pareja con una sonrisa —Feliz aniversario.

Kayla se acercó a él hasta tomar su rostro entre sus manos acunando lo—Feliz aniversario —momentos después lo besó tiernamente.

—¿Te gustó?

—Me encantó...pero ¿Cuando planeas te todo esto?

—Mi hermana me ayudó...ahora le debo un favor.

Una comida ligera con un postre al final se entregó, Jungkook había planeado quedarse ahí durante ese día, pasarían toda la madrugada solos pero aquello no era lo más importante.

—Señorita...¿Me concede está pieza?—pregunto después de colocar una canción.

Kayla acepto riendo ante su ingenio, se dejó mecer y guiar por su cuerpo, cuando casi al termino de la canción un apagón ocurrió, ella se asustó pero tiempo después se tranquilizó.

—Debo ir a ver, no me tardo ya vuelvo.

Jungkook se fue dejando la sola , minuto tras minuto pasaba y él no volvía dejando a Kayla nerviosa por estar sola.

—¿Jungkook?—lo llamaba sin escuchar respuesta, tomando el valor camino hasta la puerta por donde él había salido.

Al salir la luz volvió está vez iluminando un camino hasta donde su pareja se encontraba, ahí estaban también su madre ,su hermana y su hija.

Kayla avanzó sin entender que era lo que pasaba pero mientras daba cada paso Jungkook se fue acercando también

—Kayla...hemos pasado por muchos momentos, tanto buenos como malos, pero siempre juntos. Me conociste y me amaste aún sabiendo que no estaba solo, aceptaste cada una de mis imperfecciones, me enseñaste a vivir y saber que las malas experiencias nos dejan enseñanzas...hoy en nuestro cuarto aniversario estoy más seguro que nunca—jungkook se arrodilló sacando de su pantalón una caja negra abriendo la con lentitud y dejando ver un hermoso anillo—¿Te casarías conmigo?

¡It is not love!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora