|Deseo cumplido|

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Así pasaron las horas...

Stolas nuevamente peleó con Stella. Discutiendo, tirando jarrones de Stella hacia él, lo normal. Octavia por su puesto no sabía nada, sus padres guardaban es secreto sus peleas. 

La temática de esta pelea es que Stolas le contó sobre aquel árbol que compró para decorarlo con Octavia. A Stella... pues no le gustó la idea.

-¡Me largo de esta mierda y de tus ideas estúpidas!- gritó Stella lanzándole un jarrón a Stolas.

-¡La idea fue de tu hija! ¡Solo quiere pasar un rato con su madre la cuál pasa de fiesta en fiesta... y YO... soy quien tiene que decirle que volverás cuando a veces ni lo haces!- dijo Stolas con la voz quebrada.

-¡Ojalá nunca hubiese parido a esa niña! ¡¿Me oíste?! ¡NUNCA!- dijo Stella con intenciones de lanzarle otro jarrón a Stolas.

-Stella... ¡estas actuando como una niña!... por favor... mañana es noche buena... Octavia te necesita... nos necesita- dijo Stolas con un tono triste mientras le extendía su mano. Stella lo miró y le reviró los ojos.

 -¡Me voy con Andrealphus! ¡Le diré que él arregle esto con sus propias manos!- gritó Stella histérica para salir por la puerta enfadada. Stella siempre solía hacer eso en sus peleas y desaparecía por semanas.

Stolas suspiró pesadamente y colocó seguro. Se giró y su cuerpo golpeó la puerta, así, dejándose caer. Enterró su cara en sus rodillas y comenzó a sollozar para después de unos minutos llorar un poco más fuerte.

-Mierda... mierda... mierda- susurraba Stolas con la respiración agitada. -Si trae a Andrealphus aquí... yo no-...- dijo con la voz quebrada para ir hacia su cama. Se quitó la capa y miró su corona.

-Me das asco- dijo con lágrimas en sus ojos ya que su reflejo se observaba en aquella corona.

La tiró lejos de su habitación y se echó a su cama tratando de conciliar el sueño. Hasta que lo logró, así quedándose dormido.


***


"RING" sonó el timbre de su palacio. ¿Por qué tenían un timbre? se preguntaba Stolas adormilado. Miró a su alrededor y se dio cuenta de que aún estaba oscuro. 

-Carajo- susurró con un fuerte dolor en su cabeza. Agarró tu teléfono y se dio cuenta de que eran las 00:00. ¿Quién podría ser a esa hora de la noche?. Los empleados ya estaban en sus casas como para atender aquella visita. Bueno, aunque ni siquiera sabía quien era.

Colocó su almohada sobre su cabeza y ejerció fuerza, rezando para que el sonido se vaya. Pero no lo hizo.

-¡¿Con quién carajos creen que se están metiendo?!- susurró Stolas enfadado mientras se colocaba su bata. Por lo menos habían pasado unos 20 minutos y el timbre seguía sonando.

Agarró su teléfono y vio la hora. Se quedó perplejo ya que reflejaba las 00:00 de nuevo, ya sería el 24 de diciembre. -¿Qué carajos?- susurró Stolas. Creyó que su teléfono andaba mal pero vio el reloj de su mesa de noche y vio que era real. También miró el reloj de pared y se asustó el doble.

Guardó su celular, se ajustó su bata y siguió su camino.

Mandaría a la mierda a quien sea que estuviera en su puerta. Había tenido un día de mierda...

Así llegó la puerta. Se peinó y la abrió.

-¿Quien putas es a esta hora de la noch-...- su boca fué callada al ver a un imp atado con un listón rojo y un pompón, el cuál resaltaba en su pecho.

-Holaaa- dijo aquel imp en su puerta, parecía tener frío. 

Stolas le dio una rara mirada y vio su teléfono nuevamente. Eran las 00:00 del 24 de diciembre, los minutos no pasaban. Stolas volvió a mirar al diablillo pero antes de que hablara fue interrumpido.

-No estoy de humor para brom-...- lo cayó aquel imp. 

-¿Me dejas pasar? El frío me está congelando- dijo el diablillo para pasar por su cuenta.

Stolas lo iba a detener, le iba a lanzar un rayo. Pero no lo hizo, ya que su teléfono y todos los relojes cercanos cambiaron de las 00:00 a las 00:01. Stolas suspiró aliviado y fue a enfrentar aquella situación.

Stolas lo miró de pies a cabeza. El imp se estaba limpiando su ropa. Se, quitó la cinta y se dejó el listón. -Bien... ¿por dónde iniciamos?- dijo el imp emocionado. Stolas lo miró confundido.

-¿Disculpa? Ni siquiera sé quien eres- dijo serio cruzándose de brazos. 

-Oh... perdona... me llamo ehh...- dijo el imp pensativo mirando por todos lados.

-¿Blitz Boss?... ¡Si!... soy Blitz Boss... un gusto- dijo con nerviosismo para darle su mano al búho. -Bien... "Blitz"... que CARAJOS... haces en medio de la noche con un listón en el maldito pecho- dijo Stolas serio. Los efectos del sueño perdido estaban haciendo efecto.

-¡Soy tu regalo de navidad!.. ¿no es obvio?- dijo Blitz dándose una vuelta. Stolas abrió sus ojos sorprendido.

-¿Y por qué no puedo creer que eres un ladrón? Últimamente... han habido muchos- dijo Stolas en un tono tan serio que hizo que Blitz se sonrojara.

-¿Un ladrón usaría un listón en el pecho?- dijo Blitz serio señalando su pecho y el listón. Stolas dio una pequeña risa tierna haciendo que el imp se sonroje más.

-Perdón... es solo que...- dijo Stolas entre risas. -Nunca creí que llegarías- dijo cambiando su tono normal a uno triste. Blitz lo miró confundido y le dio una sonrisa.

-Pues ya estoy aquí... viajar en el trineo del viejo panzón en feo ¿sabes?. Pero me alegre haber llegado a mi destino~- dijo aquel imp con un tono coqueto,  para depositar un beso en la mano derecha de Stolas haciendo que este se sonroje y empiece a tartamudear.

-Yo... he... ¿cómo puedo saber que esto no es una broma?- dijo Stolas retrocediendo. Blitz se miró a si mismo y se quedó callado. 

-¡Oh Satán!- dijo Stolas colocándose una mano en la boca en señal de emoción. Blitz miró con cariño la escena. 

-Pasa- le dijo Stolas extendiéndole su mano. El imp la agarró y lo siguió. 

Stolas lo llevó hasta su habitación y puso seguro. -Oh... ¿así que quieres jugar~?- dijo Blitz mientras se quitaba la chaqueta.

-Aquí estarás seguro. Verás... tengo un matrimonio arreglado... si mi "esposa" te ve... estás muerto- dijo Stolas mientras encendía la chimenea que tenía su habitación.

-Para que estés cómodo- dijo Stolas con una sonrisa. Con sus poderes agarró un sofá y lo colocó frente a la chimenea. Se sentó y dio tres palmadas al asiento, dando a entender que el otro se sentara junto a él.

Stolas le ofreció una manta y el otro se acurrucó en esta. -Si que hacía un chingo de frío ahí afuera- dijo Blitz casi temblando. Stolas lo miró y agachó la mirada.

-¿Enserio... eres mi regalo de navidad?- dijo Stolas con una voz baja haciendo que suene tierno pero triste.

Blitz le sonrió y sin pensarlo lo besó. Stolas se sorprendió mucho. Y después de unos segundos, correspondió el beso. Así se separaron con sus respiraciones agitadas.

-Eso hacen los novios... ¿no?- dijo Blitz con una sonrisa. Stolas estaba completamente sonrojado. Era la primera vez que sentía un beso tan real, quería llorar y las lágrimas se hicieron presentes.

-¡Hey! ¿Qué pasa?- preguntó el imp preocupado. -Nada... no tengo nada- susurró Stolas con una sonrisa. 

El imp le sonrió y lo abrazó. Stolas parecía ya estar dormido y Blitz sonrió al verlo dormir. Le dio un beso en la mejilla y se acurrucó en el plumaje del otro.

Así ambos se quedaron dormidos junto al calor del otro... esperando el nuevo día.


***

Un novio para navidad -Stolitz-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora