Los humanos siempre fueron vistos como los bichos raros de la galaxia, no me mal entiendan, son buena gente, generosos y curiosos... pero siempre con un tono, paternalista, como sintiendo lastima del resto o hablando como si los demás fuéramos ignorantes de alguna verdad horrible.
Con una galaxia dominada por cientos de especies varías veces más antiguas que el primer simio que dicidio ponerse a caminar en dos patas, esa actitud generó rechazo desde el inicio, muchos no los querían en sus territorios y aunque algunas razas comerciaron con ellos, los humanos parecían no tener interés en adentrarse aún más en la comunidad galáctica.
Su colonización y expansión tampoco dió problemas pues usualmente llegaban a mundos igual de caóticos que el suyo, un mundo de diversos climas donde las formas de vida están condenadas a una constante competencia para poder sobrevivir, horrible, lo sé... pero me estoy desviando.
Esos mundos son más comunes en el borde galáctico, así que lentamente, muy lentamente comenzaron a expandirse por territorios que nadie más quería, la razón de su lentitud era un completo acertijo en ese entonces.
Vivían poco, sí, un humano tendría suerte si podía vivir más de un siglo en su propia medición, pero igualmente no presentaban ningún tipo de problema de reproducción, al contrario, siempre mostraron un interés particular mente alto en practicar su reproducción lo más posible aún sí solo era por el simple deseo de practicarlo, algo que en realidad se aplica a sus distintas disciplinas, lo que los volvía bastante competentes en diversas labores, talvez como individuos no destacarán mucho, pero su cooperación los volvía laboriosos y competentes.
Tampoco se devia a una carencia tecnológica, claro, no presentaban la tecnología más avanzada de la galaxia, pero sin duda eran una especie estelar en toda regla, cámaras de criogenia, viajes FTL, reproducción artificial, inteligencias artificiales, todos conceptos aprendidos y desarrollados, incluso, sus motores FTL eran de los más eficientes y rápidos de la galaxia.
Entonces, si no tenían problemas de reproducción, si su corto periodo de vida no era un inconveniente y eran más que capaces de viajar por las estrellas... talvez el problema era su armada? Esa fua una pregunta que rezono con fuerza en la comunidad científica, los humanos muchas veces participaron en batallas estelares y dejaron bastante claro que su poder militar era una fuerza a tener en cuenta, sus naves de batalla eran robustas, sus escudos increíblemente resistentes y equipadas con una amplia gama de armas pero lo que hacía realmente impresionante a su armada era la habilidad de sus oficiales y subordinados, los Xanarac, una antigua raza insectoide con capacidades psíquicas presentaron siempre la mejor coordinación entre individuos, estamos hablando de una raza que evoluciono con una mente colmena y que solo cuando se lanzaron a las estrellas comenzaron a tener individuos, aún así los Xanarac elogiaban la coordinación de los humanos, asombrados que fueran capaces de tal entendimiento mutuo sin tener una mente colmena que los dirigiera.
No, no había una explicación lógica o creíble para su lento progreso, tal vez simplemente esperaban el mayor tiempo posible para lanzarse a una nueva conquista... pero era sospechoso, inquietante, gastaban enormes cantidades de recursos, pero aún así tenían vidas sencillas, tenían enormes astilleros, pero aún así una flota pequeña, soldados que parecían veteranos de infinitas guerras y aún así participaban en pocos conflictos, era... raro y así se quedó por mucho tiempo.
Los Draguenianos, una raza reptiliana enfocada en la guerra y la expansión fueron los primeros en encontrar pistas, en una de sus habituales incursiones encontraron un mundo templado especialmente bueno para ser colonizado, escanearon el área reconociendo que estaban cerca de una colonia humana, los Draguenianos habían chocado otras veces con los humanos compitiendo por los mismos mundos, pero al menos que fuera un mundo especialmente diverso los humanos solían sedercelos, ya que nunca mostraron interés de entrar en conflictos grandes con otras razas, las sondas Draguenianas comenzaron a explorar el planeta, no parecía ser del interés humano a pesar de la proximidad con su colonia, así que sin ningún contratiempo descendieron.