Un imperio de más de veinte mil ciclos... Llega a su fin... Por el miedo.
Durante veinte mil ciclos nosotros, los Draguenianos, luchamos y conquistamos infinidad de mundos, durante esa época sangramos y ganamos en un sin fin de batallas, incluso los Hierophantes tuvieron que aprender a temernos.
Ni los Xanarac con sus ejércitos infinitos ni los Radit con sus sofisticadas máquinas pudieron vencer nos jamás.
Fuimos siempre una raza guerrera... Hasta la llegada de los humanos.
Malditos primates, malditos sean, para ellos la guerra era un mero trámite, una incomodidad, un malestar, durante generaciones la galaxia creyó siempre que el único enemigo que los humanos tomaban en serio eran a nosotros y durante generaciones creíamos lo mismo.
Nos regalaban mundos ricos en recursos, luchaban solo en contadas ocasiones, para mantener su honor, creímos tontamente.
Lo cierto, lo cierto es que jamás nos tomaron enserio, eramos una molestia, un mal día de trabajo, creimos que en los humanos habíamos encontrado algún un enemigo digno, pero ellos tenían su propio enemigo.
Malditos Terranos, malditos sean, que ven la guerra, acto noble y sincero, como una barbaridad quedebe ser tratada con la mayor eficacia, arroja un grupo de asalto, de guerreros entrenados y armados con las mejores armas y ellos responderan con fuego de artillería y minas trampas.
Demuestra tu poder tecnológico con tus mejores vehículos de guerra, aplasta sus ciudades... Y ellos solo marcarán el lugar para un bombardeo orbital.
Desafialos en una guerra intelectual, demostrando cuál raza es la que mejor sabe liderar... Y pronto sus fuerzas especiales entrarán en los puestos de las naves y decapitaean a tus líderes.
Sí, malditos Terranos, malditos sean, pero no es por eso que yo Xerxeres colmillo sangrante los odia... No, los odio, los odio porque nunca fuimos sus enemigos... Ellos ya tenían a sus enemigos, ellos cazaban a los primordiales, maldita sea, me niego a llamarlos "seres lovecraftianos" maldita ironía humana ¿amorosos seres artesanales? ¡como demonios el consejo acepto un nombre tan ridículo!
Por eso los odio, nosotros, a quienes los Radit rogaron para que nos unieramos contra los Hierophantes, nosotros quienes hemos derrotado a los enjambres Xanarac, nosotros que fuimos los primeros en derribar las defensas del mundo capital de los Hierophantes... Simplemente éramos una molestia para los humanos.
Y aún así... Y aún así, debo darles las gracias, de no ser por el escudo Terrano los Yog-Sothoth nos abrían devorador hace mucho.
Lo intentamos, en verdad intentamos luchar, pero los Terranos tenían razón, el aullido de esas cosas es como el lamento mismo de la vida... Un grito... Una honda... Radiación que penetra todas las capas de blindaje y te destruye por dentro.
Mi gente está en pánico, mi gente intenta uir, muchos clanes intentaron cruzar las estrellas junto a los otros cobardes que abandonar la galaxia, espero que estén todos muertos, son una vergüenza para todos nosotros.
Pero aún entre las ruinas de nuestro imperio, aún tenemos fuerza para un último golpe más.
La gran familia siempre nos a mirando con despareció por nuestra despiadada industrialización y como consumimos los núcleos de los mundos para alimentar nuestra armada, muestro poder de fuego deja en ridículo cualquier arma de esta galaxia y por los ancestros juro, que le mostraré a los humanos de lo que somos capaces.
-Señor, mi rey!-
Me habla uno de mis oficiales.
-el bloqueo humano se intenta comunicar con nosotros!-
-deja que hablen, dejalos hablar-
Veo como se enciende la pantalla y una mujer de piel oscura con insignias condecorativas me mira fijamente.
-estan peligrosamente cerca de la cuarentena "Providence" se les pide, porfavor, den media vuelta, las rutas seguras para salir de la vía láctea están a cargo de los Radit y el consejo...-
No dejo que termine.
-ya se quién dirige la estúpida evacuación, humana, soy el rey Xerxeres del dominio Dragueniano, no tienes autoridad para decirme dónde ir-
La humana me mira con incredulidad e indignación.
-todo el sector de "Eldritch" es reconocido como territorio Terran y puedo negarte el acceso-
Tiene razón, pero estoy cansado para seguir enojado.
-porfavor, niña, mi imperio a colapsado, mi gente corre como cobardes o se ocultan en otras especies, incluso mis más grandes ejércitos ya fueron derrotados luchando contra esas cosas al otro lado de la frontera, no me niegues está petición, no hagamos esto un problema burocrático, solo cumplele a un anciano su última voluntad-
Mis palabras realmente tienen efecto pero ella mira a la tripulación y luego habla.
-¿y tu tripulación y las cruatrocientas naves de exterminio que van contigo? ¿Son tus sepultureros?-
Miro a mi gente y por primera vez siento lo que los humanos definen como amor.
-ellos son los últimos súbditos leales, plebeyos, nobles y religiosos, los últimos leales a mi linaje y no podría sentirme más orgulloso de que aceptarán está última marcha a mi lado-
Noto como la humana examina las caras de mi gente y veo como entiendo, solo con mirarnos, que estamos a qui por voluntad propia.
-¿saben que no será una muerte agradable?-
-¿Que mejor muerte podría desear, que morir enfrentando al terror mismo?-
-bien entonces, tienen permiso para cruzar, que tengan un buen viaje-
-gracias, mi niña-
Digo una última vez, si será un buen viaje, será nuestro último viaje, porque en estas horas de terror los humanos nos enceñaron que incluso la oscuridad puede sangrar... Y si sangra pueden morir.
La mas grande de las armas de mi gente, es un arma gravitacional como la de los humanos y casualmente, como la de los Hierophantes, nada es por coincidencia y todos tenemos un papel en esta vida y espero que este último grito, les sea de ayuda.
*En lo más profundo de la oscuridad, más allá del límite de la galaxia en el sector que los humanos determinaron como "Eldritch" la flota Dragueniana enfrento en batalla a los primordiales... Y los sensores Terranos registraron la mayor perturbación gravitacional jamás registrada... Ninguna nave regreso para informar lo sucedido*