Primitivos incivilizados, así nos llamaron siempre en la comunidad galáctica.
Y aunque duela reconocerlo, hasta cierto punto tenían razón, éramos una raza de roedores que recién descubría el poder del vapor, no llegamos a las estrellas por cuenta propia, no, tuvimos la mala suerte de ser encontrados por los Tigrerian, esos felinos nos usaron de juguete durante generaciones, hasta que llegaron los humanos.
Los primates eran buena gente, si, amigables y listos para comerciar, enseñaron a la galaxia que un sistema de esclavitud era incluso más caro que dejar libre a los esclavos, que si les pagabas y les asegurabas derechos básicos trabajarian mejor, así fuimos liberados junto a otros cientos de especies.
Pero entonces el imperio rakdas, insectoides altamente tecnológicos decidieron que las ideas de los humanos eran peligrosas y comenzaron la guerra contra los terran... Que gran error.
Todos en la galaxia eran unos malditos bárbaros, los rakdas arrasaron ciudades humanas por completo barriendo cientos de Miles de vidas civiles, la furia de los humanos no conoció límites y comenzaron una guerra de exterminio.
Pero a los Rakdas se le sumaron otras especies y más y más especies, paresia que toda la galaxia estaba esperando su momento para cortarle las alas a los simios y cada raza tenía su propia idea de la guerra y la llevaban a cabo de la forma más cruel posible.
Los humanos durante muchos ciclos insistieron en las reglas de guerra, antes de que iniciará la guerra contra los Rakdas ya todos sabían que era el tratado de Ginebra, pero nadie lo había firmado y cuando empezó la guerra muchos abusaron de los humanos creyendo que ellos no se atreverían a romper sus propias reglas... Pero no tenían por qué respetarlas, si nadie las había firmado.
En este punto los humanos, rodeados de enemigos y traicionados por sus vecinos comenzaron una guerra contra toda la maldita galaxia, claro, sin reglas de guerra los humanos demostraron la crueldad máxima a la que podían llegar y traicionados por todos un sentimiento revanchista terminó por apoderarse de todos los humanos.
Máquinas de guerra con IA's programadas para erradicar la vida, virus come carne capaces de colarse por los sistemas de respiración, soldados enemigos lobotomizados o derechamente reanimados con bioingeniería, la guerra que primero empezó para frenar el avance humano se había transformado en un acto desesperado para evitar que sus horrores llegarán más lejos... Fue horrible, cientos de Miles de mundos antes hermosos y rebosantes de vida quedaron estériles... Y las naves humanas seguían avanzando.
Con los mayores poderes de la galaxia agonizando por haber provocado a los mayores psicópatas de la historia, muchas sub facciones se separaron de la comunidad galáctica creando pequeños estados independientes, en un intento de escapar de la furia homicida del Raich humano.
Pero eso no nos serviría, nadie nos quería en su facción y como ex miembros de la comunidad galáctica eramos un blanco válido para los humanos, fue entonces cuando hicimos algo simple, que habría resuelto todo desde el principio, pero claro, como eran tan orgullosos para reconocer una buena idea en una raza recién llegada nadie lo quiso hacer, firmamos el maldito documento de Ginebra.
El comando humano estaba tan sorprendido cuando nos vieron llegar con una copia en papel de su bendito documento que no supieron cómo reaccionar y simplemente dijeron "gracias".
Cómo único miembro estable de la comunidad galáctica asumimos la responsabilidad jurídica de todo lo que aún quedaba y prometimos a los humanos pagar por los daños... Pero ahora ellos y nosotros estábamos bajo la mismas reglas y no podíamos pagarles mientras sus armas, su política y su maldito estilo de vida, violaban todos los derechos sintientes y reglas de guerra que ellos mismos habían creado, el Raich nos quiso obligar a pagar pero les recordamos que no pagaríamos nada mientras ellos no se apegaran a sus propias leyes, nos amenazaron con destruirnos... Y claro que podrían hacerlo, pero sería ir contra sus leyes y hacer eso sería ser igual que los bastardos que iniciaron la guerra.
No sé que clase de pensamientos tuvieron pero fue como derribar un castillo de naipes, de pronto toda la industria de guerra humana se vio paralizada, ya no podían seguir creando sus malditas armas de destrucción masiva, pronto incluso sus propios ciudadanos y soldados comenzaron a darnos la razón, el enorme poder de los Terranos comenzó a implosionar mientras intentaban entender que hacer ahora que la tortilla se había dado vuelta.
Tras ciclos y ciclos de debate donde no pagamos nada hasta que respetaran sus propias leyes el Reich humano terminó colapsando por su propia gente, los más extremistas buscaron crear su propia nación, pero las demás naciones humanas los presionaron para abandonar su arsenal ilegal, finalmente y tras ciclos de luchas y rebeliones, firmamos la paz con la república Terrana y acordamos trabajar juntos para reparar los daños de esta absurda guerra... Viejo, si los humanos te piden que repartes las leyes, solo házlo, no hagas un escándalo por ello.
