-Los preparativos están listos, señor-
Una voz sintética cruzo el enorme salón.
-la última flota de evacuación está a punto de partir-
Un ser de largas proporciones vestido con un traje cibernético caminaba hasta el podio donde lo aguardaba el alto consejero Elenok, señor de los Radit.
Elenok miraba el enorme mural en piedra donde se retrataba la última batalla contra los Hierophantes y el ascenso del consejo galáctico.
-¿Señor?-
Elenok volteo a mirar al soldado.
-¿Y Xerxeres... A respondido?-
-no mi señor, lo último que se supo de él es que de dirigió al bloqueo Providence con sus últimas cuatrocientas naves de exterminio-
Elenok soltó una risita nerviosa.
-viejo lagarto testarudo, le dije que reuniríamos las flotas restantes para supervisar los planetas que aún están habitados-
Elenok suspiró cansado.
-¿Cuento a pasado? ¿Cien ciclos? Desde que descubrimos al Yog-Sothoth-
-mas o menos mi señor-
-en solo cien ciclos la comunidad galáctica se derrumbó, por el miedo,-
Elenok volvió a suspirar mientras se llevaba su larga mano a la cara.
-y los Terranos han mantenido esta lucha durante quinientos ciclos... ¿Cuento es eso en tiempo terricola?-
Elenok busco la mirada de su soldado esperando la respuesta.
-seiscientos años más o menos-
El soldado caminó hasta uno de los asientos antes usados por los consejeros y senadores.
-cuando pactamos con los Estados Unidos, hace ya una eternidad, raptamos Terranos y experimentos con ellos, nunca, nunca nos percatamos de que fueran algo sobresaliente, la gran familia Asarani insiste que es por su bloqueo psíquico, pero esto es algo más que solo biología-
-talvez simplemente se niegan a ver la realidad, la mayoría de otras especies hicieron los mismos cálculos que los humanos y llegaron a las mismas conclusiones, pero mientras los demás deciederon escapar... Los Terranos han decidido luchar-
-firmes ante la oscuridad...- Elenok sonrió pero luego frunció el señor y se levantó tambaleándose -"nos mantenemos unidos ante la oscuridad"-
-¿Mi señor?-
El soldado se levantó preocupado de que Elenok pudiera caerse
-el lema del imperio Hierophante, "nos mantenemos unidos ante la oscuridad"-
Elenok comenzó a buscar unas tarjetas de datos y se encamino fuera de la sala casi corriendo.
El soldado que acompañaba a Elenok le seguía el paso intentando alcanzarlo, finalmente llegaron a la plaza central del consejo donde estaba la última estatua de los Hierophantes.
-¿Señor, que sucede?-
-las armas gravitatorias y de interferencia magnética están prohibidas por dos motivos, en primer lugar, no son tan poderosas como las armas energéticas y de Anti materia y la segunda razón es que son tóxicas, jugar con el electromagtismo y la gravedad altera los campos magnéticos de las partículas y puede terminar perjudicando la materia a su alrededor-
Elenok insertó la tarjeta en la estatua la cual comenzó a girar y levantarse revelando un oscuro tunel.
-pero señor ¿que tiene que ver eso con todo esto?-