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Un molesto sonido inundaba la casa, era el teléfono fijo de la sala, entre sueños Jiang Cheng creyó escucharlo, pero no tuvo fuerza suficiente para levantarse a contestarlo. Después fue su celular, al tenerlo más cerca su sonido era más fuerte así que aún medio dormido (o más bien con los ojos tan hinchados que no los puede abrir bien) estiró la mano y contestó la llamada.

- Jiu Jiu, ¿no vas a venir? - una dulce y tierna voz llamó al otro lado de la línea.

- ¿A Ling? - alejó un poco el teléfono de su cara. En efecto, era el  número de su hermana. - ¿Por qué llamas? ¿Qué hora es? - ésta última pregunta fue para él mismo. - Mierda - susurró después de ver los cuatro números marcados en la pantalla del celular. 10:45 A. M. - A Ling, tengo que colgar. Nos vemos en un rato.

Se levantó de la cama de un salto e intentó correr al baño. Después de recuperarse, caminó al baño y se dió una ducha rápida. Después de cinco minutos salió del baño.

Jiang Cheng vivía solo en una casa de dos pisos con ventanas polarizadas y no permitía que el interior de la casa fuera visto desde el exterior, por lo tanto nunca se preocupó por estar vestido en ninguna habitación, siguiendo esa costumbre salio del baño con la toalla colgada al rededor de su cuello. A toda velocidad se dirigió al armario para tomar la ropa que había preparado el día anterior, pero antes de lograr colocarse una sola prenda por el rabillo del ojo vió como algo se movía en su cama, con lentitud se giró y...

Un cuerpo se levantó de entre las sábanas - AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHH - Y después todo fue negro.

°

- Mmn - un pequeño quejido salió de su boca mientras abría los ojos - Tuve el sueño más extraño del mundo. - se llevó la mano a la frente con una pequeña risa - Soñé que un estúpido personaje de la estúpida novela que el estúpido de Wei Wuxian me obligó a leer, estaba en mi cama. - se volvió a reír, está vez con más fuerza y más alto.

- Vuelve a decirme estúpido. Te reto. - una voz extraña resonó en la habitación.

El Jiang se levantó de inmediato y vio que no estaba solo, la persona que era extrañamente demasiado parecida al personaje de dicha novela estaba sentado en su silla de oficina y lo peor de todo, completamente desnudo.

-Maldito pervertido, ¿Cómo entraste a mi casa? -Gritó Jiang Cheng mientras le lanzaba una almohada, seguida de un peluche y otro y otro...

-¡Oye! Tranquilo, -Gritó tratando de esquivar los peluches voladores que lo atacaban en todas direcciones. -¡YA DETENTE!

-¡SAL DE MI CASA! -Gritó sin detener el ataque.

-¡ESO INTENTO, PERO NO PUEDO!

Jiang Cheng se detuvo. -¿Qué quieres decir?

-No puedo siquiera bajar las escaleras, al llegar al escalón número 5 una especie de pared invisible me impide seguir bajando.

-¿Y por qué estás desnudo?-Obvió la situación.

-Estaba a punto de tomar un relajante baño de burbujas en el baño de mi departamento y de repente aparecí entre un montón de sábanas. ¿Cómo demonios esperas que esté?

-Dijiste que ya intentaste irte, no sé cuánto tiempo tienes aquí, pero por lo menos podrías haber tomado una bata del armario.

El desconocido abrió la boca y la volvió a cerrar un par de veces, parecía querer responder, pero al no encontrar argumentos simplemente cerró la boca.

Ambos guardaron silencio por un par de segundos aunque después de un rato el silencio fue roto por el extraño.

-En todo caso habría sido descortés tomar algo sin pedirlo.

Casi HumanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora