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-¡¡¡LLEGAMOS!!! -gritó el Jiang mientras caminaba apresuradamente hacia el Joven de cabello largo que leía tranquilo en una banca.

El joven levantó la vista de su libro y con una sonrisa les saludo con la mano, pero una mirada de confusión se cruzó por sus ojos al ver a una persona de más.

-¿Por qué tan tarde? -Preguntó mientras veía como le quitaba el casco de motociclista al niño.

-Larga historia. -Le quitó el casco y le arregló el cabello. -Listo A Ling.

-Gracias JiuJiu -se giró hacia el otro -Hola tío Ying.

-¿Qué tal A Ling? -le acarició la mejilla. -A Yuan está jugando en el tobogán, ¿Por qué no vas a hacerle compañía?

-Sí, ¿Puedo JiuJiu?

-Anda, a eso vinimos. ¿No?

-Sí, gracias. - se giró y corrió hacia el tobogán dónde un pequeño vestido de blanco y Negro jugaba solo.

-Pareces un panda. -se burló el de rojo. -Hola, mi nombre es Wei Wuxian, ¿Tú eres? -esta vez se dirigió a la otra persona.

-Mi nombre es Liu Qingge, es un placer conocerte. -le tendió la mano.

-El placer es mío. -Miro al Jiang y luego al Liu. -¿Por qué me recuerdas a Lu Qigge?

-Tu también lo leíste. -se golpeó la frente con la mano.

-Él me obligó a leerlo. -señaló el Jiang.

-Tampoco es como que te haya puesto una escopeta en la cabeza. -se defendió. -además, no creí que realmente lo leerías.

-¿Entonces por qué carajo me lo diste?

-No sé, ¿Era una especie de broma, tal vez?  -se encogió de hombros. -Un momento, que tiene que ver el libro con esto. ¿Y quién eres tú? A Cheng nunca te había mencionado.

Jiang Cheng nunca le había escondido secretos a Wei Wuxian y hoy no sería la primera vez. Le contó todo, desde como el sueño lo había abandonado por estar calificando los exámenes, hasta como habían llegado ahí en su motocicleta y todo lo que pasó en el transcurso, exceptuando el horrible comentario de su madre y por ende la conversación que tuvieron a través de la puerta del baño... ¡Ah! Y también el hecho de que Liu Qingge es el hermano de la autora. Wei Wuxian no lo miró raro, tampoco interrumpió su historia, simplemente calló y escucho hasta el final.

-¿Me está diciendo que este hombre apareció desnudo en tu cama? -tanto el Jiang, como el Liu asintieron. -Que no pueden separarse más de unos cuantos metros por una barrera invisible -volvieron a asentir. -Y todo esto es culpa del libro.

-Sí -respondieron al unísono.

-A Cheng, creí haberte dicho que no volvieras a fumar marihuana, sabemos que la otra vez te pusiste muy mal gracias a eso, ¿y aún así lo sigues asiendo? -Lo miró con decepción y negó con la cabeza.

-No fumé nada, te estoy diciendo la verdad.

-¿Y qué sigue? ¿Me vas a decir que este tipo no se llama Liu Qingge y en realidad es Lu Qigge que se salió del libro? Creí que odiabas la ciencia ficción.

-No soy Lu Qigge, -interrumpió el Liu. -más bien Lu Qigge es yo, o algo así.

-Genial, los dos están alucinando , seguramente se divirtieron mucho anoche, pero no entiendo como Shijie Yanli los dejo salir con A Ling en este estado.

-Hablo en serio y ninguno fumó ni tomó nada. -se defendió el Jiang.

-Bueno, -Liu Qingge se rascó la nuca. -puede que me haya tomado tres o cuatro copas de vino. -sonrió a modo de disculpa y  ambos lo miraron, el Jiang con cara de querer matarlo y el Wei con cara de tener razón. -En mi defensa puedo decir que tuve un sábado muy ajetreado y solo queria descansar.

-Claro, yo también estaría cansado si hubiera tomado un vuelo de más de 15 horas.  -Se encogió de hombros el Wei.

-Yo no tomé un vuelo, estaba tranquilamente en mi apartamento a punto de tomar un relajante baño de burbujas y de repente aparecí en la cama de Jiang Cheng.

-Es prácticamente imposible de creer, suena como uno de esos libros que a Jiang Cheng no le gustan. Además, ¿Que es eso de que Lu Qigge eres tú?

-Su hermana escribió el libro. -el Jiang señaló al Liu.

-Imposible, no te creo. No por que se parezca a uno de los personajes del libro quiere decir que sean parientes.

-Si te enseño una foto nuestra, ¿Me creerás?

-No, ella es anónima, no podemos comprobar que la de la foto que me muestres es ella.

-Acabas de herir mi orgullo al llamarme mentiroso. -se giró hacia el Jiang. -¿Me prestas tu teléfono?

-¿Para qué quieres mi teléfono?

-Voy a llamarla, voy a probarle que no estoy mintiendo. -miró al Wei. -Seguramente se enojará conmigo, pero que más da.

El Jiang le entregó su celular ya desbloqueado y en la aplicación de llamadas, el Liu lo tomó y marcó el número de memoria,  puso el teléfono en altavoz  y esperó.

-¿Aló?

-A Yan. -la llamó alargando las sílabas, como si cantara su nombre.

-¿¿Qingge?? ¿¿De dónde demonios me estás llamando?? Ese es un número chino. -Parecia muy sorprendida y hablaba un inglés bastante fluido.

-En chino, por favor. Y sí estoy en china y este es el número de un amigo.

-Tu no tienes migos en china, de hecho no tienes amigos y punto. Pero, ¿Cuando viajaste a china? Te ví ayer por la noche, ¿Qué demonios haces allá?

-Que graciosa. Larga historia, prometo contarte cuando regrese, pero te tengo una pregunta. ¿Que tal vas con tu siguiente libro?

-¿Desde cuándo te preocupas tanto por mi escritura?

-¿Se te olvida que yo pagué tus estudios de literatura y te llevé a tus cursos de escritura creativa?

-¿Y me lo vas a echar en cara? Que buen hermano eres.

-Solo responde, ¿Cómo va tu primer libro?

Mientras el Liu tenía una discusión por teléfono con su hermana, el Jiang y el Wei solo observaban y escuchaban la situación desde la banca.

-Va bien, pero esta vez quiero que me prometas que lo leerás.

-Si tu prometes no volver a retratarme en un estúpido personaje.

-No le digas estúpido, Lu Qigge es mi bebé. -al escuchar el nombre de dicho personaje ambos oyentes soltaron un jadeo. Jiang Cheng ya lo sabía, pero aún así le sorprendió escuchar una confirmación de la mismísima autora. 

-Clarao que le diré estúpido, ni siquiera es un personaje principal.

-Cállate. Voy a colgar, tengo cosas que hacer, me debes una explicación y ya que estás allá tráeme algunos dulces. Bye. -sin más, colgó.

-Esta mocosa, malcriada. -le regresó el teléfono al Jiang. -¿Me creen ahora?

Ambos chicos asintieron.



























-NephilimCipriano

Casi HumanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora