》CAPÍTULO VII《

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Aragorn se quedo pensativo mientras Théoden se marchaba junto con la compañía de Hama. Ambos dirigiendose al interior de la morada, planeando las piezas para la guerra próxima en sus puertas.

-Hama- llamo a su fiel consejero mientras subian a prisa las escaleras -Niños pequeños y mujeres dentro de las cuevas, pero ya-

-¡Necesitamos más tiempo señor!-

-¡Tiempo es lo que no tenemos!- le contesto -La guerra ya nos alcanzo-

-Sí, señor- contesto él -¡Cierren bien las puertas!-

-¿Dónde esta Amärie?-

-Los soldados dicen que esta ayudando a resguardar a las mujeres, Halett la miro apenas en la morada, le dio un regalo mi señor-

-¿Sí? Eso es bueno-

.

Amärie salía del lugar, mirando en el cielo las aves que se hiban volando del lugar, como si estas presintieran lo que estaba por pasar en esta noche.

-Huyen del lugar- susurro apenas abriendo sus labios -despavoridos por la guerra- con paso firme y autoritario recorrio el pasillo -No se pueden quedar aquí, refujiense en las cuevas- les decía a las mujeres y niños que encontraba a su paso -en las cuevas estaran seguros, la dama Éowyn les guiara-

Las personas del lugar ya estaban mobilisandose, era una fila vigilada por soldados la que guiaban a las cuevas. Estaban asegurando lo más rapido posible a los pueblerinos, esto antes que la tarde diera paso a la noche, y la noche a los rios de sangre de la guerra.

-¿Las cuevas?- pregunto a sus espaldas el enano, quien era acompañado del elfo quien hasta apenas reparaba en lo cansada que se miraba su hermana -¿hay cuevas en el lugar?-

-Sí, son cuevas profundas con las que se cuentan- le contesto mientras avanzaba, ayudando a quien encontraba a su paso mientras es par la seguia de serca -Le aseguro, maese enano, tienen buen potencial para ser trabajadas. Brillan hermosamente gracias a las diamantes que cubren sus paredes-

-Eso tengo que verlo yo-

-¿Desde hace cuánto no descansas?-

Pregunto directo el elfo a ella, queriendose asegurar de sus sospechas. Si bien su raza tiene gran resistencia, un buen descanso y una buena comida nunca quedan de más y era claro que ella no tenía ninguno de los dos hace tiempo.

Ella le dedico una mirada, un poco receleso, pero comprensible en cierto punto.

-Un par de semanas- contesto con tono vago -Pero eso es lo de menos, ahora tenemos cosas más importantes-

Dejando a ambos con la duda continuarón caminando por lugar con un elfo y enano mirandose preocupados, con ella dando indicaciones a soldados de vez en cuando y cuándo esto era necesario.

-¿Te preocupa orejas picudas?-

Cuestiono en voz baja mientras veían a Amärie alejarse un poco, mientras se amarraba su cabello para ayudar a movilizar a un par de ancianas.

-Sí- admitio sin pena -Es mi hermana, después de todo ese es el rol de un hermano mayor-

-Vamos- llamo el enano a ambos elfos una vez que ella había regresado -busquemos a Aragorn, él es otro que me preocupa-

Después de caminar lo encontrarón, esta pensativo mirando a la nada. La mano de Legolas posada en su hombro le hizo regresar a la realidad.

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