Gasoline [MCND]

Capítulo 6

Because the taste on my lips is a thought that persists

Your words are poison and tongue a shotgun

Try my best to resist, why can't we co-exist?

You're the shadow, I'm the sun

Some things you can't outrun

Sungjae tenía un miedo. No era miedo a las arañas, a la oscuridad o a las alturas. Si lo ponía de cierta forma, no era un miedo común.

Este era un miedo que probablemente tenían todos los managers de artistas del medio coreano. Idols, actores, bailarines, cantantes. Nadie estaba exento de sentirlo; el miedo a que llegara ese día en que sus teléfonos sonaran con la llamada que nadie quería recibir. Había escuchado historias de los managers que atravesaron esta situación y no quería, ni podía, imaginarse lo aterrador y doloroso que era ese momento. Los artistas a los que representaban eran casi como sus hijos, el solo pensar en recibir esa llamada era como una pesadilla.

Era un miedo que lo seguía desde que lo asignaron al nuevo grupo de TOP Media y estuvo presente cuando los conoció. Cinco chicos jóvenes, no tan inocentes, alocados y alegres; cinco chicos con una conexión que pocas veces se veía, compatibles entre sí y que, no importaba qué tan difícil fuera, siempre encontrarían una forma de hacer todo lo que se propusieran.

"Por favor, que ninguno de ellos sea el siguiente". Era una plegaria que se repetía a sí mismo cada día y cada noche sin falta, que reconfortaba un poco ese temor latente dentro de él. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, vio a MCND crecer para convertirse en uno de los grupos más brillantes que había visto en su carrera, y sus sonrisas y diversión lograron apaciguar poco a poco ese miedo que perseguía a todos los managers. Comenzó a pensar que tal vez, con ellos, nunca recibiría esa tan temida llamada, y el miedo quedó olvidado en el fondo de su mente.

Fue egoísta. Seguían siendo seres humanos. Incluso en la luz podía esconderse la peor oscuridad. La más brillante de las estrellas podía atenuarse hasta apagarse.

Y nunca debió dejar de temer a esa llamada, aún si esperarla no lo hubiera preparado más para cuando la recibió.

—Huijun ya llevaba dos horas fuera del dormitorio cuando me llamó.

Calmar a los muchachos había tomado más tiempo del que lo hubiera gustado. Sin embargo, entendía la exaltación. No estaba seguro de si Huijun se lo dijo a alguien en esos dos años, pero en lo que a él concernía, solo lo sabían tres personas: Huijun, Andy y él mismo. Pasaron alrededor de diez minutos antes de que lograran que Seongjun, Minjae y Seungmin se sentaran no quietos, pero en silencio para escuchar la explicación.

—No les puedo contar detalle a detalle lo que pasó esa noche, no tengo permiso de hacerlo. —Vio la frustración en los rostros de sus muchachos debido a esto. Continuó de todas formas—. Lo que sí les puedo decir es que la decisión de que Huijun saliera del grupo vino de mi parte, y tanto él como Andy-nim estuvieron de acuerdo una vez se evaluó la situación.

—¿Qué situación? —preguntó Minjae. De los tres, él había sido el más sobresaltado por la confesión—. Hyungnim, Huijun llevaba semanas yéndose del dormitorio durante horas sin razón aparente, no entiendo por qué esa vez fue diferente.

Sungjae suspiró. Pensó en sus palabras, siendo cuidadoso de elegir qué decir y qué no decir para no afectar la privacidad de Huijun con respecto al tema. Aunque él le había dicho que podía ser sincero de ser necesario, había cosas que estaba seguro Huijun querría mantener para sí mismo, al menos hasta que fuera él quien decidiera explicarles a los chicos lo que realmente pasó esa noche. Hasta entonces, respetaría su privacidad tanto como fuera posible.