Gasoline [MCND]

Capítulo 18

All I wanna do is kill somebody...

En las siguientes dos semanas, Huijun y Sunhee se volvieron inseparables. Todos los días se reunirían para practicar en el apartamento de Huijun, cada uno con su guitarra, algunas partituras de cifrado y las pocas canciones que Huijun tuvo la valentía de transcribir fuera de su libreta de pasta negra. Las más decentes, al menos.

Todavía no tocaba la canción de Sora. Ni la primera, primerísima que escribió justo después de dejar MCND.

Sunhee lo ayudaba tanto como podía, guiándolo a través de los distintos acordes que podría usar, dándole sentido a los sonidos en su cabeza. Huijun, algunas noches libres, también se quedaría hasta tarde por su cuenta, con la guitarra en su regazo y las hojas esparcidas en la cama, tarareando y cantando en voz baja. Pronto, al menos tres de sus canciones, además de The Lonely And The Broken, tomaron vida. Eran simples versiones acústicas, sin mayor producción, pero estaba ahí. Fuera de su cabeza, listas para ser escuchadas.

Algo que Huijun no quería que ocurriera pronto.

—¿Cuándo vas a cantar en público?

—¿Cantar en público? ¿Quién dijo algo de cantar en público...? ¡Yah!

Huijun apenas atrapó la almohada que Sunhee le arrojó desde el otro lado de la cama. Jay, como la buena niña que era, se quedó echada en la manta, mordisqueando un juguete que el dueño original de dicha manta le había traído hacía un par de días.

—¡Las canciones son hechas para ser públicas, Hui! —se quejó Sunhee, cruzándose de brazos.

—¿Y qué tienes que decir de las unreleased songs?

—Se filtran, ergo, se hacen públicas, aunque no siempre sea por obra y gracia del artista. ¡No las pongas como excusa!

—¡No las estoy poniendo como excusa! —dijo Huijun. Bufó y se pasó una mano por el cabello. Ya le había crecido otro par de centímetros en el último mes—. Simplemente... No creo estar listo, ¿sabes? Estas son canciones muy personales, creaciones mías. Me preocupa.

Sunhee entrecerró los ojos, un gesto pensativo.

—Creo que ya sé lo que tienes. —Lo señaló con el dedo—. Se llama Síndrome del Artista Novato.

Huijun frunció el ceño.

—¿Eso siquiera existe?

Sunhee asintió e hizo ese gesto de cuando está por soltar una bomba de información. Huijun no sabía que Sunhee, tan caótica como era, era una de las chicas más inteligentes que había conocido jamás. Aunque a veces se lo cuestionara.

—Se da cuando un artista, que ya está listo para debutar, empieza a tener dudas de si al público le gustará su música, o su estilo, o lo que sea —explicó ella, como si fuera teoría de la escuela—. Les pasa mucho a los artistas independientes, ya que, por lo usual, no tienen a nadie que los supervise. O una mejor amiga como yo que los aconseje que se saquen la cabeza del trasero y muestren sus creaciones.

Y allá va su faceta de chica inteligente. Huijun bufó y puso los ojos en blanco, a pesar de que la descripción del supuesto "síndrome" era bastante cercana a su situación actual.

—De acuerdo, digamos que sufro del síndrome de artista novato o lo que sea, ¿cuál es la cura? —preguntó. Jay se rindió de estar en el suelo y subió de un brinco a la cama. Huijun la acomodó en su regazo y la mimó.

—Lo acabo de decir —dijo Sunhee, frunciéndole el ceño—: se cura sacando la cabeza del trasero y mostrando tus creaciones al mundo.

—Sí, no, no es tan fácil.