Gasoline [MCND]

Capítulo 17

So take me away

I'm sick of this place

You know I am

Cinco meses antes

—Me sorprendió que quisieras cambiar la hora de la sesión, Huijun-ssi, considerando que están planeando un nuevo cover con Minjae-ssi.

Huijun se mordió la mejilla, acurrucándose dentro del enorme suéter que le había robado a Seongjun-hyung antes de salir del dormitorio. El estudio de baile, ese que solo usaban una vez cada tantos meses, siempre estaba frío a esta hora. Tardó más de lo que le hubiera gustado en dirigirle la mirada a su profesora de canto.

—Quería una prueba a solas. He tenido ciertos... Problemas, últimamente.

—¿Problemas, dices? —preguntó su noona, tomando algunos papeles que estaban sobre el piano frente a ella. Huijun estaba sentado justo a su lado—. ¿Se trata de las canciones que practicamos el otro día? Te pedí que las practicaras en casa con Seungmin-ssi y Minjae-ssi.

—Lo sé, pero... —Huijun murmuró. Suspiró, demasiado tembloroso—, es otra cosa.

La profesora de canto solo lo observó en silencio. Juzgándolo. Sabía que era un inútil, ¿no? La última sesión, con Minjae y Seungmin-hyung, fue un desastre de su parte. Bajó la mirada a sus manos y trató de respirar profundo.

Díselo, inútil.

—No puedo cantar.

—¿Disculpa?

Huijun tomó otra respiración y levantó la mirada.

—No puedo cantar, noona —dijo—, desde la semana pasada.

Su noona, alertada, se volteó en la silla para enfrentarlo cara a cara.

—¿A qué te refieres? ¿Te enfermaste, tienes problemas en la garganta?

—No, no es eso... —Huijun gruñó y, por mal hábito, se rascó los brazos. Ardían—. Simplemente no puedo cantar, noona. Cuando lo intento, no sale nada.

Y terminaba de cabeza en el baño, vomitando. Después de la cuarta vez, dejó de intentarlo. No iba a decirlo frente a ella.

La profesora de canto frunció el ceño, pensando, mientras que Huijun solo se quedó sentado frente a ella, sin moverse más que el temblor que no había dejado sus manos desde hacía días.

—Me gustaría verlo por mí misma, ¿te parece?

Huijun tragó grueso, pero asintió. Podía hacerlo, ¿verdad? Las últimas veces que había intentado cantar, los chicos estaban alrededor; no presentes, pero cerca, y eso siempre lo ponía nervioso. Quizás ahora, que solo eran él y su noona, podría cantar, ¿no? Podría hacerlo, tenía que hacerlo.

Su noona asintió de vuelta y se volvió hacia el piano. Revisó las partituras hasta que encontró la canción que habían estado trabajando. Un OST con demasiadas notas altas, como todas las frases que le daban. Siempre notas altas. Siempre era lo mismo...

Llegó el tiempo del primer verso. Huijun abrió la boca.

Nada salió.

La profesora se detuvo. Reinició la melodía. Nuevamente, Huijun no logró sacar nada. Ni esa vez, ni la siguiente, ni la que vino después de esa, ni la siguiente...

No podía cantar. No podía.

En lugar de cantar, sentía que iba a vomitar.

Un gemino brotó de su pecho y se inclinó hacia adelante, manos sobre su rostro, respirando entre dientes para tratar de llevar aire a sus pulmones. Dolía, todo dolía, todo picaba y ardía y no podía respirar...