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─Entonces eres real.─la miré detalladamente, parado en el marco de la puerta a la que había llegado.─ ¿Por qué no hablas?─pregunté al verla asentir anteriormente.

Ella solo suspiró y yo sonreí, no entendía que estaba haciendo y menos quien carajo es ella, pero la estoy pasando bien aquí.

Me adentré totalmente a la habitación, cerrando la puerta.

─Me gustaría ser Batman, para que seas mi Gatúbela.─caminé hacia ella a pasos lentos, pero se alejaba.

No sé cuánto tiempo seguí hablando de Batman y riendo solo, pero ella me miraba cada vez que podía. Seguro se enamoró de mi.

─¿Desde cuándo hablas tanto, Kaulitz?

Abrí los ojos como platos al escuchar eso, su voz y su mirada. Pero no era la misma, sus ojos no tenían ese brillo que siempre tenía mi chica.

─¿Quién eres?─mi voz salió gruesa y fría. Ella soltó una risita nasal y me besó.

Le seguí el beso y sentí pasar algo por mi garganta. Sentía mi cuerpo pesado, me sentía volando por un segundo y veía todo borroso.

[...]

No recuerdo nada, pero me desperté algo mareado, me levanté lo más rápido que pude de esa cama y salí corriendo. Elegía el camino al azar, solo quería encontrar a Bill.

─¡BILL! ¡A QUE NO SABES!─lo agarré por los hombros y lo sacudí, aún con los ojos en grande.─Estuve con la chica que vestía de gatubela y ella sí existe.

─Me di cuenta.─rió mi hermano y agarró mi mentón, haciendo que gire mi cabeza.─ ¿El beso también es de ella?

─¿Eh?─toqué mi cara y miré mi mano, al parecer le gusta el color rojo.

Sonreí inconcientemente y Bill me miraba con una ceja alzada, al parecer también me miraba con asco. Rodeé los ojos y fuimos hacia la barra.

Habían mujeres bastante lindas, pero esa chica juro que me dejó loco y aún no entiendo la razón.

─¿Y tú?─miré a la extraña persona que estaba sentado a mi lado, y yo pensando que estaba Bill.

─¿Yo qué?─di un sorbo largo al whisky.

─Te estuve hablando de mi vida, creí que estabas escuchando.

─No sé ni quién eres, no escuché ni un cuarto y medio de lo que hayas dicho.─rodeé los ojos sin interés alguno en aquella conversación.

Pedí un blue label de Johnnie Walker, mi cuerpo estaba ahí pero mi mente viajó hacía aquella vez que conocí a mi hermosa chica, Juliette. Mientras la esperaba, me tomaba una bebida tan jodidamente rica, el mundo sí hace arte ya que Juliette la habita, o sea.

Sonreí como un tonto al recordarla, vestía tan lindo con esa lencería que tenía encaje y juro que me enamoré en ese instante.

Me había perdido en mis pensamientos, ella era parte de ellos y aún seguía siendo el motivo de mi estúpida sonrisa. Miré hacia el chico anterior, le estaba pasando la lengua a la seda y me miró con una ceja levantada.

Tenía la necesidad de distraerme, de fumar aquella mierda y dejarla de pensar, aunque sea por unos minutos. Esto de alguna u otra manera me seguía haciendo mal, porque aún la amo y estoy enamorado.

─Me imagino que me invitarás a fumar, digo... porque anteriormente te estaba escuchando y mi tiempo es valioso para perderlo con cualquiera.

─Así que eres interesado, seguramente eres de piscis.─rodó los ojos con burla y yo carcajeé fuerte.

─No soy de piscis como Justin, y no entiendo ni un carajo de signos.─pero ella si entendía, la escuchaba horas y horas hablando de nuestra compatibilidad o algo así.

─Bien, vamos.─agarró su campera, repetí el mismo acto y luego salimos de allí.

Nos pusimos a un lado del Burlesque, lo prendió y luego de darle unas secas, comenzó a toser. Tenía ganas de reírme, pero capaz me pasaba lo mismo y si él se reiría, estoy seguro de que me enojaría.

Me lo entregó a mi y me sentía raro, tragué en seco y sin dudarlo un segundo más, fumé de aquello.

Pasaban los minutos y eso se hacía eterno, creo que ya habíamos fumado como tres. Estábamos hablando de nuestras cosas, me enteré que vive a la vuelta de mi casa y jamás me lo había cruzado.

─Que loco, puedo jugar que jamás te he cruzado.

─Digo lo mismo.─reímos.

─Siempre pasa que cuando conoces a alguien lo empiezas a ver seguido, de no haber sabido de tu existencia jamás te hubiera prestado atención.

─¿Tienes mujer?─alcé una ceja ante la pregunta.─ oye.─me pegó levemente en el brazo.─ llevas diez minutos así.

─¿Eh?─lo miré, estaba disociando nuevamente. Traté de concentrarme, en sentirme aquí en el presente pero unas risas me sacaron de sí.

Seguí escuchando la risa familiar, fui por dónde la oía y por un momento se me habían entumecido los oídos. Veía dos veces las cosas, como si se estuviera repitiendo todo y no escuchaba absolutamente nada.

Llegué a una puerta y sin dudarlo, entré. Habían bastante personas haciendo sus cochinadas pero no me importaba un carajo, yo solo la seguía. ¿Eran estas sus señales para encontrarla?

¿Será que al fin es ella?

Llegué a un pasillo donde no había absolutamente nadie, me sentía en un backroom y la estaba pasando bastante mal.

Me quedé quieto al ver a una chica de espalda, pelo negro, buena cintura y los brazos delgados, con un par de marcas.

Me acerqué lentamente, con intenciones de saber quién era y descubrir a aquella chica misteriosa.

─¡POR FIN TE ENCUENTRO!─pegué un salto y me di vuelta, encontrándome a un borracho Bill.

─¡Me asustaste!─toqué mi pecho, donde podía sentir mi corazón latiendo a mil.─ ¿Bill? ¿Qué pasa?─era como si él no estuviera allí, su piel se había tornado de color pálido y sus ojos estaban tan abiertos como podían.

─T-Tom..─señaló y ahora me sentía con miedo yo.

Seguí el dedo de Bill, donde sea que estaba apuntando y por mi mente estaba pasando miles de cosas. Pensé que era la monja, incluso la llorona o algún espíritu.

Quedé boquiabierto, sin saber que hacer o decir cuando la vi.

『••✎••』

hola! solo quería comentarles que quedan pocos capítulos para que esta historia termine y estuve pensando bastante en hacer una historia de Joe Cole y Maddy de euphoria.

si les gustó este cap, no olviden votar y leer el próximo cap!💗

𝖈𝖎𝖊𝖑𝖎𝖙𝖔!

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𝘼𝙙𝙞𝙘𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣 𝙋𝙩𝟮; 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora