𝙉𝙖𝙧𝙧𝙖𝙙𝙤𝙧 𝙤𝙢𝙣𝙞𝙨𝙘𝙞𝙚𝙣𝙩𝙚
Juliette corrió tanto como sus pies lo permitieron, llorando a mares creyendo que por fin vería su libertad y que se reencontraría con el gran amor de su vida.
Su cabeza estaba llena de pensamientos, pensando en dónde los buscaría y como reaccionarían ellos.
Pero el sonido de un disparo hizo que no pueda seguir.
─¿A dónde pensabas que ibas?─la voz ronca de un hombre hizo que su piel se erice.
Cerró fuertemente sus ojos, las lágrimas no paraban de caer sobre sus mejillas y su respiración estaba totalmente hecha un descontrol.
─Jamás podrás escaparte y lo sabes muy bien, bonita.─Juliette agachó su cabeza y suspiró pesadamente.─ Jamás.─susurró en su oído y su piel nuevamente se erizó.
Harry la agarró por la cintura, acariciando su vientre y ella solamente seguía sus movimientos con la mirada.
─Que lastima que nunca pudimos tener un hijo juntos...
─No podíamos porque eres estéril, Harry.─trató de no reír, pero los amigos del contrario sí lo hicieron. De respuesta recibió una cachetada.
Harry agarró una botella chiquita y un pañuelo, echándole el líquido y poniendoselo a Juliette sobre la nariz, lo cual hizo que se desmaye.
─Ahora sí, sigamos con lo planeado.─habló Harry, cargando el cuerpo de Juliette sobre sus hombros.
[....]
Juliette abrió lentamente los ojos, estaba en el auto de su ex pareja, a cada lado de ella había un hombre y adelante otro.
Tenía un mal presentimiento, quien sabe que harán con ella y a dónde se estaban dirigiendo. Miró por ambos lados y por en frente, para ver si al menos reconocía dónde estaban, pero no había caso.
─Hola.─habló Harry atendiendo una llamada.─ Sí, está aquí conmigo.─la miró por el retrovisor y luego puso su vista nuevamente al frente.─ quiero lo acordado o nada.─cortó y Juliette quedó aún más confundida.
Manejó un par de kilómetros más y se metió en un camino alejado, que ella jamás había visto y se asustó al ver una camioneta blanca con varias personas.
─¡¿A dónde mierda me estás llevando, Harry?─su respiración se aceleró bastante y empezó a temblar.
─No me vengas aquí con tus ataques de pánico ¿Oíste?─apagó el motor y bajó, los otros dos copiaron la misma acción.─ baja, niña.
Juliette se resistió ante Harry, gritaba y lo rasguñaba, pero a él no le importaba eso. La agarró bruscamente del cabello y la sacó del auto, haciendo que se caiga y raspe sus rodillas.
─No entiendo cómo pude estar con un enfermo mental como tú.─decía la pelinegra llorando y como pudo se levantó del piso.
─Bien, esta es la perra la cual te hablé.─tomó a Juliette por el brazo y la lanzó contra el señor que estaba a cargo de la camioneta.─ quiero lo acordado.
─Tenlo por asegurado, el viernes por la noche mataremos a Tom Kaulitz.
─¡¿Qué?!─eso hizo que la femenina tomé más fuerza y le pegó al señor en su parte íntima.
Agarró el arma del señor que estaba en el piso, apuntó a Harry sin que su pulso tiemble y lo miraba con furia.
─Si matas a Tom, te mataré a ti.
─Hazlo.
Los hombres que estaban junto a Harry se acercaron hacia ella, pero fue más rápida y le metió un tiro a cada uno en la pierna, haciendo que se caigan al suelo y se retuerzan del dolor.
─Sabes cómo soy, Harry.─las lágrimas seguían cayendo por sus mejillas, se acercaba lentamente hacia el antes nombrado y él se quedaba mirándola.
─Eres tan hermosa, Juliette.
─Me das asco.
Juliette cayó desmayada luego de un golpe en la nuca, la cargaron y la pusieron en la parte de atrás de la camioneta, dónde habían varias mujeres.
─Bien, dame lo mío.─estiró su mano y alzó una ceja al escuchar al otro reír.
─No te daré nada, ya acordamos que mataría a Kaulitz.─Harry se acercó amenzanate al otro y un disparo inundó en sus oídos.
Habían matado a Harry.
El casuante de su muerte rápidamente se subió a la camioneta, arrancandola y dejando a los otros en el camino.
𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯
Me encontraba jugando con Neit y nuestra nueva perrita llamada Chesca, hoy era un día bastante soleado y eso me hacía sentir bien, porque estos días me hacían acordar bastante a ella.kf
En casa está prohibida nombrarla y más que todo delante del pequeño, Bill estaba tomando sol en la reposera que teníamos en nuestro patio.
Nos habíamos mudado de casa, porque allí nos indundabamos de tristeza y vivíamos con su recuerdo.
Mi celular comenzó a vibras y gracias a eso me comí un pelotazo, Bill junto a Neit empezaron a reírse y burlarse.
Fui donde mi teléfono que estaba dentro de la casa, atendí y me quedé atónito ante lo que escuchaba, mis ojos se empezaron a iluminar y mi sonrisa comenzaba a subir lentamente.
Al finalizar la llamada intenté ocultar mi sonrisa aunque no podía, me dirigí nuevamente hacia afuera y me sentía observado por Bill.
─Pequeño, vamos a darnos un descanso ¿Sí?─alboroté sus cabellos y él sonrió.
─Ven y cuéntame.─dió palmaditas sobre la reposera que estaba a su lado.
─¿Qué cosa quieres que te cuente?─me acerqué y me senté.
─A mí no, Kaulitz.─miró seriamente.─ soy tu gemelo, reconozco tus gestos y sé cuándo te pasa algo.
─Bien, bien.─reí nerviosamente.─ me llamaron de-
─¡¿De la comisaría?! ¡¿Que se sabe de pichichi?
─¿Pichichi?─reí.
─Le puse ese apodo para no mencionarla.─sonrió.
─Bien, me llamaron de la comisaría y dijeron que encontraron al otro psicópata muerto.
─¿EN SERIO?─nos abrazamos fuertemente de la felicidad que sentíamos.─ pero... ¿Y pichichi? ¿Que se sabe de ella?
Y es verdad, no había pensado en eso. Él está muerto ¿Pero y ella? Tal vez está libre o quién sabe si está en peligro...
¿Lo peor? No sabe que nos mudamos, no sabe dónde estamos, no sabe nada y nosotros no sabemos nada de ella.
Le pedí una y otra vez al universo que me dé señales de ella o que ellas me dé señales a mí.
『••✎••』
se los debíaaaaaa, sepan disculparrr.
espero que este capítulo les haya gustado, si es así no olviden votarla y visitarme en el próximo cap!🍄aclaro que como mucho serán 10 caps, mucha inspiración no tengo y ya casi que llega lo bueno, pero Juliette no llega dos veces.
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𝘼𝙙𝙞𝙘𝙘𝙩𝙞𝙤𝙣 𝙋𝙩𝟮; 𝙏𝙤𝙢 𝙆𝙖𝙪𝙡𝙞𝙩𝙯
Fiksi PenggemarAdicction pt2, la primera la pueden encontrar en mi perfil!!! Tom junto a Bill Kaulitz y sus amigos Georg y Gustav, buscaron por cielo y mar a Juliette Bauer quien un día fue secuestrada. Así encontrandola donde menos lo esperaban y dónde siempre ha...