THE ENGLOR INCIDENT ⌱ TAEKOOK

EIGHT

Taehyung gruñó y se frotó las sienes, mirar fijamente
la computadora le estaba dando dolor de cabeza.
—¿Qué diagramas? —Había estado investigando por dos días—. Solo quiero saber qué jodidos son los diagramas. —Lo que fueran, era algo top secret. Tenía una muy alta acreditación, pero no tenía acceso a los archivos de la oficina de desarrollo e investigación de la Marina de Englor. Bajando su cabeza al escritorio, Taehyung cerró los ojos.

«Bien, piensa, Tae». Jungkook cree que Hyunjin se refería a la tecnología de clonación que se usa en Regelence como método de reproducción artificial, aunque él no sabe para qué la quiere la IN. Estaban igualmente seguros de que algo de esos diagramas le pertenecía a la Englor Marina Corporación. Taehyung golpeó la cabeza contra el escritorio y se enderezó. La IN estaba yendo demasiado lejos para lograr esas dos piezas de información y alejando las sospechas de ellos mismos. Eso casi funcionó.

«Beep. Beep. Beep».

Taehyung miró el ordenador. Maldición, había olvidado que había dejado la alarma del ordenador. Cerró su estación de trabajo y se separó de su escritorio. Si iba a reunirse con Jungkook esta noche en la ciudad, debería de irse y vestirse. Después de dos días de ir tras la información, necesitaban un descanso.

Ellos solo habían estado trabajando, buscando las
piezas del rompecabezas. Incluso en esas noches no habían logrado terminar para ir al gimnasio o tener sexo porque estaban demasiados ocupados en otras cosas. No es que Taehyung se quejara…«mucho», porque había logrado conocer mejor a Jungkook.

Disfrutaba trabajando con Jungkook. Era asombroso
cómo la mente del hombre procesaba y analizaba la
información. Si alguien podía ayudar a Taehyung a descubrir eso, ese era Jungkook. Sonriendo, estiró las manos sobre su cabeza y bostezó.

Taehyung se sintió ligeramente culpable acerca de no
decirle a Jungkook acerca de la participación de su madre, y se preguntó brevemente si la información pudiera ayudar a Jungkook, pero no veía cómo. Ellos no ganarían nada en buscar entre la mugre de su madre. Eso podría hacer que toda la familia real se viera mal. Además, al parecer ella era un peón en el juego de la IN igual que todos los demás.

Tomando la capa de su uniforme la colocó sobre sus
hombros y salió de su oficina.

Para cuando regresó a la base había dejado de nevar.
La nieve que había caído durante el día acumuló sus buenos veinte centímetros. Eso era lindo y le recordó a Taehyung cuando jugaba de niño con la nieve junto a Hyun Joong y algunos de los sirvientes. Esos eran días divertidos, antes de que se diera cuenta del tipo de responsabilidad que cargaba en sus hombros, antes de que tuviera que preocuparse acerca de ser entrenado para guiar a su planeta.

Miró el reloj. Aun no eran las veinte horas, así que
Jungkook no llegaba tarde, pero en el fondo de su mente Taehyung se preguntaba si Jungkook vendría. Le había enviado a Jungkook un mensaje esa mañana pidiéndole que se vieran fuera del gimnasio con ropa de civil. El hombre es un Trabajólico. 

Al pedirle a Jungkook salir, mataría dos pájaros de un
tiro. Le daría a Taehyung la posibilidad de discutir lo que hubieran descubierto, y les daría a ambos algo del muy necesario descanso. Estaban en un punto muerto y aun no sabían lo que la IN quería. Quizás un tiempo fuera les podría ayudar. Entonces ahí estaba Jungkook… Taehyung no podía mentirse y decir que no quería ver de nuevo a Jungkook.

Como si los pensamientos de Taehyung lo conjuraran, Jungkook caminó rodeando la esquina del edificio. Cuando se acercó le sonrió. —Hola. —Su caliente aliento formó una nube de vapor cuando habló.

El pene de Taehyung se endureció, como lo hacía
siempre que veía a Jungkook, y la tensión que no se había dado cuenta que tenía rápidamente dejó sus hombros. — Buenas noches. —Taehyung se alejó de la pared.