Capitulo 11.🍒

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Penélope.

Todos a mi alrededor hablan y se ríen mientras cenamos pero pareciera que no emiten sonido ó al menos mis oídos no lo perciben

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Todos a mi alrededor hablan y se ríen mientras cenamos pero pareciera que no emiten sonido ó al menos mis oídos no lo perciben.

Nunca se me pasó por la cabeza que algún día estaría cenando sopa de fideos y zanahoria con estás personas. Recuerdo mi primer día aquí, todos trataban de ayudarme a entender cómo se usaba una escoba y los diferentes tipos de suavizante de telas.

Si alguien me hubiese jurado que los consideraría familia lo habría llamado loco y acompañado al psicólogo o como todos lo llaman el loquero.

—¿Quieres caminar?

Y de pronto el sonido vuelve a mis oídos.

—¿Quieres estirar los pies? —vuelve a preguntar el señor Wonka. Se levanta y me ofrece su mano la cual tomó.

—¿A dónde van? —nos cuestiona Lottie—. No hemos partido el pastel.

Todos nos miran y la señora Piper le da un ligero codazo mientras se ríe nerviosa.

—Pero es tu cumpleaños linda, haz lo que quieras.

—Pueden cortarlo y tomar una rebanada —les digo—. Gracias por compartir conmigo este día.

—Oh señorita Penélope, usted es demasiado importante para nosotros —me confiesa el señor Abacus—. Es la cordura de está casa, sus padres estarían orgullosos de la mujer en la que se está convirtiendo.

—Muchas gracias —agradezco, fingiendo normalidad ante la presión en mi pecho—. Ustedes también son importantes para mí.

—Bueno no tardamos —informa el señor Wonka, guiándome a la salida. El viento helado nos golpea en cuanto ponemos un pie fuera de la casa y comenzamos a caminar aún tomados de las manos—. Se que quizás no nos conocemos tanto pero parecías perdida durante la cena.

—Es solo qué… bueno yo…

—No lo digas si no te sientes cómoda hablando de eso.

Exhaló.

—Emm, no recordé de mi cumpleaños —confieso—. Es como si ya no esperara nada, como si la vida ya no pudiera darme o quitarme nada nuevo. Me da ansiedad salir de lo que puedo controlar.

—¿Ansiedad? —pregunta. Y me muerdo el interior del labio, me relaja.

—¿Sabe porque me gusta tanto que me cuente sobre sus viajes por el mundo?

—Dijiste que te podrían ayudar a dormir —me recuerda.

—En parte. Pero se siente bien conocer lugares donde alguien ya estuvo. Yo jamás podría ir a esos lugares, por miedo a no saber qué pasaría —las manos me sudan, eh intento soltarme pero me sujeta la mano—. Ansiedad.

CHERRY SWEET || Willy Wonka.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora