Capitulo 09.🍒

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Wonka.

—¿En dónde tienes la cabeza? Está es la quinta vez que te lastimas —me regaña Noodle

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—¿En dónde tienes la cabeza? Está es la quinta vez que te lastimas —me regaña Noodle.

—Estoy bien. ¿Podemos volver ya? —pregunto impaciente.

Realmente no suelo desconfiar de las personas sin conocerlas, de hecho no suelo desconfiar de nadie pero algo extraño pasa con Érick. Todo él grita cuidado por dónde lo huelas. Y no me refiero al inundó olor a tabaco y whisky que desprende.

—No. Aún debes aprenderte las alcantarillas de la otra calle —niega mi pequeña amiguita—. Si queremos que esto funcione debes aprenderte todas las entradas y salidas a tu disposición.

Suspiro.

—Apoyo al señor Wonka —dice Lottie—. Deberíamos volver. Es tarde y con esta iluminación solo se lastimara más, no queremos que se mate.

—Gracias —le digo.

—Debo comprar algunas cosas —continúa Lottie—. Me adelantaré. Los veo en casa —se despide. Mientras ella se marcha nosotros comenzamos a recoger las cajas que ocupamos para cubrir la entrada de un pequeño callejón.

—Willy.

—¿Si?

—¿Porqué me pediste no decirle a Penélope lo que pasó con Henry? Ella te hubiera defendido.

—Erick es su amigo desde hace mucho —respondo.

—¿Y qué? Tu también eres su amigo.

—Sí pero… Erick tenía motivos para golpearme además el médico nos pidió no mortificar a Penny mientras siguiera convaleciente —le recuerdo. Jamás podré justificar actos de violencia pero una parte de mi si, se sentía merecedor de esos golpes.

Arrastré a Penélope a una situación que puso su vida en peligro y cuando intenté remediarlo, Erick tuvo que ser quién pagará todo.

—Willy entiendo que te sintieras culpable por lo que pasó con Pen. Pero dejar que Henry te golpeara como trueque fue solo complacer un capricho de esa cacatúa.

—Tranquila pequeña Noodle —le sacudo su cabello—. Fueron como pequeños rasguños de gatitos.

—Si ajam —se gira y comienza a caminar en dirección a la posada de la señora Fregoso.

—Oye espérame —le pido, siguiéndola. Para ser una niña tiene piernitas rápidas—. Él de la prisa era yo.

Gracias a Noodle y sus piernas de correcaminos llegamos en menos de media hora. Tratamos de no hacer ruido para no ser descubiertos por la señora Fregoso o el Señor Lejía cuando cruzamos de la parte trasera a nuestras habitaciones.

CHERRY SWEET || Willy Wonka.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora