DESDE QUE TE VI TE AME (ESTA EDITÁNDOSE)

CAPITULO II: ANASTASIA STEELE

Parpadeo un par de veces y trago salida. Estoy deslumbrado, hipnotizado por la forma como me mira y se que ella lo nota cuando sonríe. Sus mejillas están coloradas. Esta sonrojada por mi. Mierda le gusto. Me conoce acaso. Trato de recordar de donde la conozco pero es imposible. Ademas es una chica que de seguro no pasa de los dieciséis o diecisiete años, de donde la voy a conocer. Castaña de ojos azueles, nariz respingada, piel blanca y pálida. Se ve muy dulce, tierna y apetecible. Mierda apetecible. 

- El personal se ha retirado a almorzar y yo desconozco de los productos.- No responde se mantiene estática, sin pronunciar palabra alguna. Al parecer es el mismo efecto en todas. Hasta en las adolescentes. Chasqueo los dedos para que salga de su nube de fantasías. Seguro me imagina como su príncipe azul de los cuentos y estoy muy lejano a ser el bueno de la historia.

- Demoraran en volver.- Me dice y se muerde el labio. Esa acción de morderse el labio me pone nervioso y me excita. Se lo sigue mordiendo desesperadamente. Para ya nena. Me provoca poner un dedo sobre ellos para que se detenga. Sus perfectos, carnosos y delineados labios son una invitación para ser besados. Mierda esta chica tiene la edad de tu hermana Grey. Nunca me he follado a una menor de edad. Pero que estoy pensando. Sacudo mi cabeza sacándome esas ideas estúpidas, nunca follare a una menor que de seguro no tiene experiencia en el sexo. Pero ese no es el principal problema, en estado de Oregòn es un delito tocar a una menor de dieciocho años y es obvio que esta preciosidad aun no ha pasado la barrera permitida.

- Si tienes urgencia espera a que vuelvan. Ya deben estar por llegar. - Al fin deja de morderse el labio y se aleja del mostrador. Puedo observar en su recorrido hacia el gran ventanal de la farmacia, sus perfectas piernas largas.- Que bien calzarían alrededor de mi cintura. Basta Grey.- Susurro. Su caminar torpe me causa gracia, pero no puedo negar que tiene un precioso culito. Como se verá completamente desnuda. Sigo con mis pensamientos depravados. Grey es una menor. Mierda pero que buena esta. Menor o no, es una provocación que me tiene descolocado.

Con disimulo la observo y ella hace lo mismo, trata de pasar desapercibida pero no lo logra. Sonrió. Se ve tan dulce e inocente. Es la primera vez que una chica me hace sonreír sin decir una palabra. Pocas lo han logrado. Pero ella no hace nada. Solo esta allí parada mirándome con disimulo y yo siguiendo su juego de miradas.

Paso los más grandiosos diez minutos observándola. Mantiene un pie en punta y lo mueve con desesperación. Ansiosa, nerviosa, expectante. No logro entender porque esta tan nerviosa. No estoy encima de ella para estarlo.

La escucho resoplar, de seguro aburrida de esperar y tengo el deseo de decirle que no se vaya si me lo dice. Seguir observándola sin tocarla se ha vuelto mi vicio hasta el momento.

Se gira y me reta con la mirada. No sé qué está pensando, pero me inquieta porque siento que me quiere preguntar algo desde hace rato y no lo hace. Es preciosa demasiado diaria yo. Bajo la mirada y mis ojos recorren sus senos, son perfectos para alguien de su edad. Deben de ser muy suaves y dulces. Me relamo los labios imaginando mi lengua recorriendo uno de sus pezones mientras pellizco el otro. Ella gimiendo de dolor y placer por mi toque.

- Creo que demoraran en venir. Mejor regreso en otro momento.- Sus palabras me liberan de mis pensamientos lascivos. Mierda se va.

- Espera un poco más. Ya deben estar por llegar.- Espero que mis palabras no se oigan como una súplica porque lo es. No sé qué me pasa con esta niña. Pero siento el deseo reprimido de saber de ella. Tal vez si la invito a tomar algo. Aceptará. De repente no le interesa y me estoy creando situaciones en la cabeza que no son reales. Estoy completamente perdido en esa mirada intensa que nuevamente conecta con la mía. Tratando de encontrar información en ellos. Pero es una batalla perdida y un riesgo que no debería tomar. Maldita sea basta Grey que se largue de una puta vez. Pero no, Dios santo me mira de una manera que me inquieta. Me pone nervioso y con deseos de saber mas.