CAPITULO XIX: El Destino

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En sueños siento que me acarician el rostro es tan agradable, se quien me toca y dejo que haga de de mi lo que quiera, su forma de tocarme me dice lo mucho que me quiere y eso me reconforta me hace saber que es mia y yo soy suyo.

Casi cerca de las cuatro de la mañana, despues de un sueño tan placentero que se desvanece con solo recordar que en horas Ana se ira de viaje y yo me quedare nuevamente solo, porque al parecer no hay nada que yo puedo hacer, ya que siempre sera asi, ella tiene su propia vida y yo la mia, por cualquier razon que sea simplemente ella tiene una vida planificada y si yo quiero ser parte de ella, tengo que ser paciente; pero la paciencia no es una de mis virtudes.

- Paso a paso grey, dicen que lo que te complementa se fusiona a ti sin remedio y asi sera....susurro mientras acaricio el rostro de mi novia, la dulce niña que duerme a mi lado y por quien he cambiado en muchos aspectos.

- Te voy extrañar mi dulce Ana...susurro cerca de sus labios.y con deseos de besarla me detengo sin animos de despertarla. Su olor está impregnado en el aire, en mi piel y observarla dormir me tiene cautivado en todos los aspectos; una obra de arte digna de admirar y es mía solo mía.

Mi nariz recorre cada centímetro de su piel blanca y suave, el olor que expide su cabello es un dulce narcótico que me calma y me envuelve en una paz que solo ella me proporciona.

- Estoy loco por ti Ana, completamente loco.

Que ha cambiado, en que he cambiado; pero de lo que estoy seguro es que desde que apareciste en mi vida eres algo que me pertenece solo a mi y tengo miedo que me dejes.

Me levanto lentamente de la cama, me dirijo hacia la ventana de nuestra habitación, aun no amanece y me pongo a pensar por todo lo que hemos pasado hasta ahora y por todo lo que nos falta por pasar. La pregunta es: ¿soy bueno para ella?, porque ella si es buena para mi, pero yo lo soy. Ella se merece alguien que la haga feliz, alguien que ponga el mundo a sus pies y alguien a quien pueda admirar sin arrepentimientos.

Aún recuerdo a mi madre hablando siempre bien de mi padre, disculpándose por él y a pesar de verla ser feliz en algunos momentos sé que sufría por dentro y trataba de ocultármelo para que no sufría con ella. Lo teníamos todo, ese maldito siempre la tenía como una princesa pero era una princesa encerrada en cuatro paredes, solo para mis ojos le repetía constantemente. Seré yo como él, mis pensamientos se oscurecen.-No maldita sea no soy como el, no lo soy.

Regreso mi realidad a admirar al angel que yace en mi cama desnuda y feliz, por todo lo que hasta ahora puede darle. Vuelve con tu angel me dice mi subconciente y yo obedezco, porque es alli junto a ella donde me siento vivo. La intromisión a su profundo sueño la despierta y sus piernas desnudas se posan sobre las mías rozando mi pene sediento de ella, sus pechos desnudos suben y bajan expuestos ante mis ojos que la observan hambrientos y deseosos de penetrarla nuevamente, es mi perdición, mi desenfreno, despertando en mí el deseo de poseer cada centímetro de su cuerpo, de explorar lo que es mío a la hora y el momento que sea, convirtiéndome en un maldito egoísta.

- Basta dejala descansar y aplaca tus instintos....susurro mientras separo suavemente su cuerpo del mio.

Si ella quisiera se quedaria conmigo esos cinco dias, nadie se enteraria y yo mandaria a la mierda todo mi trabajo con tal de disfrutar con ella esos benditos cinco dias. Pero hacerla cambiar de opinión es un reto, no puedo obligarla a hacer lo que yo quiera, pero si entendiera lo que significa para mi que acceda a lo que te pida, me haria muy feliz y a ella también.

- Soñar no cuesta nada Ana, soñar no cuesta nada..

Necesito darme un baño con urgencia, lo necesito y trabajar un poco me distraera.

DESDE QUE TE VI TE AME (ESTA EDITÁNDOSE)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora