Intento de asesinato y tortitas azules

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Tomo una gran bocanada de aire reuniendo valor y entro al comedor con la vista dirigida a la mesa de Poseidón. Apenas hubo puesto un pie el silencio se instaló en el salón dando paso a los rumores. Echo la cabeza atrás soltando un gruñido ¡ No podían dejar de hablar sobre ella como si no estuviera! La exasperaba. A paso rápido se deslizó en uno de los asientos de la mesa de Poseidón y miro a Percy con expectación ¿Sabría ya los rumores que se habían colado? Sus ojos azules buscaron con ansiedad a los de Percy, verde mar contra azul Aqua.
-¿Es cierto?
Sabía a lo que se refería, Percy era un celoso nivel pro.
-No-dejó descansar su cabeza en sus manos-claro que no es cierto
- Si tú lo confirmaste y llevabas la polera de Nico-señaló.
-Me dormí sin saberlo cuando llegue- mentí - ya sabes estaba exhausta por el viaje
-¿Y la polera?
-Ah, eso, me la robe
No era totalmente una mentira... No quería que se preocupara por ella, ya tenía suficiente con lo dioses no quería ser otra carga suya, ella podía encargarse.
Percy asintió no muy convencido
- Ya, pero desde hoy te quedas a dormir solo en la cabaña de Poseidón
Sonrío burlona, había sacado su lado celoso.
Un silencio sepulcral se instaló en el salón, giró su cabeza hacia la entrada.
-Ay, no-murmuro.
Allí imponente se alzaba el hijo de Hades, su sola presencia podía intimidar hasta el más poderoso semidiós. Clavó sus ojos obsidiana en la mesa de al lado de la ventana. Es decir la nuestra y camino con una expresión calmada. Pensó rápidamente que escusa podría utilizar esta vez.
• Tenía una gemela que estaba locamente enamorada de él
No, mucho drama se daría cuenta
•Había despertado con una enfermedad  letal y solo le quedaba un mes de vida
Se daría cuenta
• Decir que tenía que ayudar a Annabeth en biología marina
Definitivamente no, Annabeth sabía más que ella biología marina.
- Hola Nico- soltó una risita nerviosa- yo...em Piper me llama
Antes de poder salir corriendo por su vida El morocho la volvió a sentar sin mucha delicadeza en su silla
-Percy podrías...ya sabes ¿ir con Annabeth?
No Percy ni se te ocurra dejarme.
-Claro, olvidé preguntarte si hoy en la tarde estaba libre
Soltó un grito indignada ese... maldito. Se las iba a hacer pagar.
-Así que Nico- comencé tratando de quitarle hierro al asunto- ¿Quieres unas tortitas azules?
Me miró impasible. Trague saliva.
-El desayuno es importante -señale.
Siguió mirándome
-Así que...¿dormiste bien?
-¿Sabes Jennifer? Al parecer todos hablan de cómo dormí
-Ah ¿si? pues seguro que las hijas de Afrodita te espiaron mientras dormías con tu osito
Se sonrojó
-¡¡No hablaba de eso!!
-Ah, pues ni idea entonces
-Pues te refrescare la memoria-comenzó - al parecer te vieron salir de mi cabaña y tú "confirmaste" que dormiste conmigo
- Te refieres en plan¿«tengo pesadillas»?-hizo una pausa- está bien temerle a la oscuridad, Nico.
Abrió los ojos hasta tope
-¡No me refería a eso! Además no le temo a la oscuridad soy hijo de Hades
-Si, aja Nico
-Sabes de qué hablo, ahora ¿Por qué ?
Esa pregunta la desmoronó. En sus ojos había dolor más del que podría contar
-Oh, Nico- se lamentó- Sabes que no puedo cuando haces eso
Suspiro, tenía que decirle la verdad
-Es que me hartaron sus rumores
Me miró estupefacto
-¡Y por eso lo hiciste!- ahora me miraba con furia- Jennifer sabias  lo importante que era para mí y lo hechas a perder a la primera oportunidad
Se encogió en su asiento
-Lo sé, soy una imprudente. Perdón Nico
-No, Jennifer esto no se arregla con un perdón
-Lo sé y lo siento
-¡Lo sientes!- se rió con sorna- es que no puedes hacer nada bien como tu hermano
Y eso fue lo que colmó el vaso
-Tu te crees perfecto- explote- hay Jennifer haces esto mal. No Jennifer esto no es así
Nico se levanto del asiento seguido de ella, llamando la atención de las personas que estaban allí.
-¡Yo no soy perfecto!- la miró burlón- en todo caso nunca vas a llegar a ser igual que Percy solo eres otra del montón

Mis ojos se llenaron de lágrimas, era cierto, pero eso no significaba que el  lo dijera.
-¡Bien!- me harte- ¿ Por qué no vuelves a hablar con los muertos?
-Fue mejor que conocerte
Si, aquello la destrozo
-Bien- las lágrimas surcaban sus mejillas- tienes razón, eso nunca debió pasar

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