6. Primer Día y Casi Muero

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ALEX

— no le veo la gracia — lo fulmino serio. Llevo escuchando las risas y burlas de Max todo el puto camino. Desde que me recogió de ese inmundo lugar no hizo mas que burlarse de mi — maldita sea Max, ya cansate.

¿Que qué rayos pasa?

Pues resulta que ayer estábamos todos en el Club Roxide como cualquier fin de semana, aunque llevábamos ya unas cuantas copas encima seguíamos lúcidos. Todo estaba bien, muy bien, nos estábamos divirtiendo junto con unas rusas que habían llegado recién al país. Me tuve que separar del grupo un momento para poder ir a la barra por otra copa mas ya que el idiota de Will acabó el mio. Mientras esperaba al barman una rubia de buenas curvas se me acercó, estábamos charlando «muy cerca», luego comenzamos a tomar mas y mas, hasta acabar en el baño, y no precisamente para darle su uso común, y eso es todo, eso es lo único que recuerdo de anoche, algo raro en mi ya que yo siempre me acuerdo de todo lo que hago, sin importar que un día antes halla bebido toda una fabrica licorera.
Todo lo sucedido nos llevó a una conclusión, conclusión por el cuál Max está llorando de la risa en estos momentos.

— es que.. es que...— vuelve a romperse en carcajadas.

— ¡hey cuidado! — grito saltando de mi asiento para tomar el volante, el cual giro bruscamente hacia la derecha. Un idiota subnormal salió de su carril y casi impacta con nosotros, y el otro subnormal que está a mi costado con una mano en el estómago, no se dio cuenta de ello — deja de reírte y mira al frente, no quiero morir por tu culpa.

— al menos dime que no se llevó tu auto — no lo miro — no jodas, era Lamby.

Yo no fui el del nombre.

— No volveremos a hablar de esto.

— eres un idiota.

SAVANNAH

Todo lo que pido es dormir, nada mas ¿qué es muy difícil de comprender? ¿por que están todos en mi contra? El estúpido ruido de mi teléfono resuena en mi cabeza y por mas que lo halla tirado ¡no para!. Resignada comienzo a abrir mis ojos poco a poco hasta acostumbrarme a la luz.

— esta no es mi habitación — susurro mirando de lado a lado — no me sorprende.

El sonido de una regadera cerrarse hace que gire rápidamente hacia una puerta. Mierda. Esto complica mis planes.

Siempre trato de irme sigilosamente de la habitación de "él chico" con el cual dormí. ¿Por qué? bueno no me va la idea de hacer vida social con ellos, ya que siempre buscan tener algo que yo siempre trato de evitar.

Sin moverme de la cama busco mi ropa en toda la habitación. Joder no encuentro mis bragas.

La puerta del baño se abre dejando ver a un muy sexy chico en tan sólo una toalla.

maldita toalla.

— veo que ya te has despertado.

— ves bien... — sonrío de lado —¿quien eres tu?

Calla, no preguntes. Sólo vete.

— ¿no me recuerdas?

— ¿debería? — digo para luego pararme tal cual.

— ¡Diablos nena! si quieres segundo round sólo basta con pedirlo.

— suena tentador, pero eso no será posible. No conmigo — digo sonriendo. Cojo mi vestido y me lo pongo, al parecer el suelo si tragó mis bragas, no lo encuentro por ningún lado. Al encontrar mi teléfono lo introduzco en mi bolso y me lo cuelgo.

Mi Querido Idiota  [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora