Capítulo 38🐺

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Yo represento para ti todos los pecados que nunca has tenido el coraje de cometer —Oscar Wilde

Aún encerrado en la misma celda qué pasó la noche, Jungkook se encontraba moviendo impacientemente su pie, tratando de calmar sus nervios, ya había pasado demasiado tiempo y los policías solo se acercaban para darle de comer. Pasadas las nueve de la mañana, el detective lo llevó a la sala de interrogatorios donde volvió a preguntarle lo mismo de antes, lo que no esperaba es que lo dejaran en libertad, supuso que su padre había pagado la fianza y que los detectives ya tenían la declaración de Taehyung.

Sus teorías fueron acertadas, la clave de que él fuera arrestado estaba en lo que dijera su omega. El caso seguía abierto y solo estaban investigando al agresor. La evidencia y las declaraciones de los testigos arrojaron como resultados que el delito por agresión del alfa fue parcialmente en defensa de su omega, además de que los golpes no llegaron a hacer ningún daño gravemente físico o psicológico, esos pequeños detalles fueron lo que salvaron a Jungkook de un encarcelamiento.

Mientras le entregaban todas sus pertenencias, notó la cabellera medio ondulada de su amigo Hoseok, se sorprendió al verlo en aquel lugar, esperaba encontrarse con su padre o al menos su madre.

—¿Qué haces aquí? —cuestionó Jungkook en cuanto su amigo se acerca.

—Tu padre me pidió que viniera a verte, pero no me dejaron, así que espere, ¿está todo bien? —preguntó Hoseok.

Jungkook no era muy demostrativo cuando no se trataba de Taehyung, pero en ese momento sintió que debía agradecerle a su amigo por haberlo esperado quien sabe cuánto tiempo. Lo rodeó en un abrazo y le susurró un "gracias".

—Pensé que tendrías hambre, te traje desayuno —le mostró Hoseok sonriente mientras se separan. Jungkook medio sonríe y ambos salen de la estación de policías.

—Dios si, muero de hambre, he comido poco —admitió Jungkook—. ¿Puedes llevarme al hospital? Necesito ver a Tae —comentó al subirse al auto de su amigo.

El alfa esperaba llegar al hospital, pero en cambio terminaron en el edificio de su departamento.

—Lo siento, pero no puedo dejar que vayas al hospital así, apestas a sudor, sangre y te ves horrible —consideró Hoseok haciendo mohín con sus labios—. Asustarás a Taehyung si te ve así de desaliñado y aún con la sangre de su padre en tu ropa.

—Joder Hobi —se quejó el alfa saliendo corriendo del coche. No se tardó más de veinte minutos en estar listo, al menos su amigo tenía razón en una cosa solo asustaría a su omega.

Taehyung estaba intranquilo y desesperado por no haber tenido noticias de su destinado por horas, estaba dispuesto a salir de aquella horrible habitación blanca e ir a verlo, su lobo le estaba rogando que lo encontrara rápido. Esa sensación en su pecho se hacía cada vez más fuerte, saber que su padre había despertado, que estaba en sus cinco sentidos, le aterraba incluso que estuviesen en el mismo hospital y el presentimiento de que algo horrible pasaría no abandonaba su mente y su cuerpo, es por eso que necesitaba tener a Jungkook cerca lo antes posible.

Hyun y Jimin intentaron mantenerlo tranquilo, pero cada vez era más difícil hacer que el omega se mantuviera en su lugar. Taehyung fue acorralado por su amigo y su suegra, siendo empujado contra la camilla mientras éste pataleaba y lloraba.

—¿Qué te pasa Tae? Te vas a lastimar —preguntó Jimin casi poniéndose a llorar junto a su amigo, no comprendía su repentino ataque de nervios.

Taehyung nunca había sentido una necesidad tan grande de tener a Jungkook cerca, aunque estaba con personas de confianza, la inseguridad que le invadió era muy fuerte, el miedo y la desesperación le llegaron de golpe casi provocándole un agujero desgarrador en el interior. Su lobo pudo sentir el peligro respirarle en la nuca, no tenía las fuerzas para deshacerse del agarre al que estaba sometido, el dolor de su cuerpo y todos esos sentimientos abrumadores empeoraban.

Destined | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora