Destined | Omegaverse

Capítulo 40🐺

No me importa caer si eso significa que puedo volar de nuevo, solo estamos bailando en la oscuridad otra vez —ZAYN

Jungkook quiso entender la razón por la que Taehyung se había marchado sin siquiera despedirse y aunque éste le explicara, no creyó que pudiese entender jamás porque prefirió irse con aquel alfa a enfrentar el problema a su lado. Estaba casi convencido de que el omega no iba a firmar aquel contrato y que se quedaría a su lado a resolver el inconveniente, pero no lo hizo y eso dolió.

De todas las cosas nunca imaginó que su omega fuese capaz de dejarlo, menos cuando éste sabía lo que había sufrido por un lazo raro, ¿Cómo pretendía que iba a seguir adelante después de que lo abandonara? Perder a tu pareja destinada debía ser mucho peor que cualquier otra cosa, en ese momento Jungkook pensó que un balazo en el pecho dolería menos que la partida de Taehyung.

Esos días en el hospital el castaño estuvo muy apegado al alfa, entonces supuso que ya había tomado la decisión de irse, lo que dolió aún más. Ver como Taehyung usaba como excusa que quería evitarles problemas solo para defender a ese alfa, hería sus sentimientos, que se haya ido con él dejaba más que claro lo que quería. Fue capaz de abandonarlo y con eso quebrantar la confianza de la peor manera.

Salió del hospital sin prisa, necesitaba estar fuera de la casa y despejar su mente, el miedo de no poder resistir aquello se arraigó en su pecho, el sufrimiento y la decepción en aquel momento eran más grande que su enojo, nunca había experimentado esa clase de pesadumbre y claro que sería algo completamente nuevo para él, lo que le aterraba no saber cómo enfrentarlo.

La polera de Taehyung y la carta que dejó reposaba en el asiento copiloto del auto, parecía ser bastante larga, pero en aquel momento no quería saber explicaciones, lo hecho, hecho está, esa carta no iba aliviar su dolor o a enmendar lo que tuvo el atrevimiento de hacer después de todo lo que han pasado juntos. Fue una decisión que tomó solo, decidió por los dos él futuro de la relación y eso solo causaba enojo en el alfa.

Únicamente deseaba retroceder el tiempo al día siguiente de haberlo conocido, justo en el momento que lo dejó en la puerta de su amigo, desde ese momento vio lo que pasaba y confió demasiado a Taehyung, en sus palabras que ahora se volvieron nada al irse.

Mientras se dirigía a casa intentó convencerse que solo estaba herido y no enojado con el omega, pero terminó dándose cuenta de que eran ambas. Al cruzar la puerta de su departamento inconscientemente se dejó caer en el piso, el aroma del castaño estaba por toda la casa y que éste no estuviese físicamente hacía que su pecho doliera. Otra vez esa sensación horrible de pérdida.

A pasos lentos y con la mirada gacha se sentó en el sofá de la sala dejando la carta en la mesita frente a él. No tenía el atrevimiento de ver el contenido de la misma, tenia miedo de enojarse aún más. El alfa se dejó caer en el sofá y fijó su mirada en el cuadro de Taehyung que colgaba de la pared, recordaba como si fuese ayer cuando vio aquella cautivadora pintura y por primera vez, mientras observaba a la pareja de la pintura, pensó que quizás la Luna se había equivocado y no estaban destinados a estará juntos.

¿Debería superarlo?, ¿buscarlo?, ¿correr detrás de él? Eran las preguntas que se hacían mientras observaba el cuadro, con ojos llorosos tomó la carta entre sus manos y dejó salir un gran suspiro mientras la abría.

Se convenció de que no debía olvidar que se trataba de la persona que tanto amaba, el mismo que lo había salvado de la muerte; conocía a su omega o creía hacerlo, las dudas en su interior se hicieron cada vez más grandes y terminó dejando la carta nuevamente en la mesa, gritado en desesperación.

—¿Por qué tenías que irte así? —se preguntó a sí mismo mientras estrujaba sus ojos.

Al momento que cerró sus ojos los recuerdos en aquel apartamento lo invadieron, su último encuentro fue durante su celo y Jungkook podía recordar aquello como una despedida, entonces dudó aún más de Taehyung, cuestionado la posibilidad de que éste supiera desde aquel entonces, la forma en la que lo miraba era diferente, definitivamente él sospechaba algo y cómo siempre prefirió guardarlo para él mismo. Si algo no le gustaba del castaño es que éste le ocultara las cosas importantes.