Capítulo 33🐺🔥

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⚠️  Éste capítulo contiene lemon, lo que puede ser incómodo para algunos lectores. Has sido advertid@, lee bajo tu propio criterio.

Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo. Lo que me gusta de tu sexo es la boca. Lo que me gusta de tu boca es la lengua. Lo que me gusta de tu lengua es la palabra —Julio Cortázar.

El fin de semana había llegado y con ello los nervios de que el padre de Taehyung estaba a días de volver a casa lo que significaba que debía volver a apartarse de Jungkook y eso era algo que ninguno de los dos estaba dispuesto a hacer. Cuando Taehyung recibió esa llamada de Bogum, pensó que Jungkook iba a preguntar sobre él, en cambio no dijo nada más que: "Al menos te avisó", y no volvió a tocar el tema, lo que dejó intranquilo a Taehyung porque no sabía que estaba planeando Jungkook.

Aun con todos esos nervios, trató de disfrutar al máximo sus días con Jungkook, mientras dormía u holgazaneaba con el alfa se perdía en sus pensamientos, por más que quería, no dejaba de darles vueltas al asunto de Ji hoon, no sabía cómo iba a hablarle sobre Jungkook, pero debía hacerlo, el alfa no estaba dispuesto a dejarlo ir otra vez. Lo importante es que pudo pasar tiempo con su destinado, cocinar y trabajar juntos, mientras Jungkook trabajaba, Taehyung pintaba y de alguna forma se sentía diferente dibujar en el apartamento, rodeado de la esencia del alfa, sus dibujos sombríos quedaron en el olvido en su casa, mientras estuvo junto a Jungkook solo podía pintar cosas hermosas, la mayoría tenía que ver con el alfa y eso le encantaba.

Era domingo y se supone que saldría con Jimin mientras Jungkook tenía su tercera cita de la semana con la doctora, pero su amigo ya tenía planes con el alfa que ha estado saliendo últimamente, así que el castaño terminó quedándose en casa, aprovechó para limpiar todo el desastre que había dejado junto a Jungkook la noche anterior cuando jugaban como niños, después de haber escuchado la risa del alfa, Taehyung hizo todo lo posible para volver a escucharla.

Se encontraba de rodillas frente a la cama con su mejilla derecha pegada al piso y la espalda levantada mientras intentaba alcanzar uno de sus juguetes que había desaparecido en medio de los días que habían estado probando cosas nuevas. Solo llevaba una camiseta casi transparente de su alfa que le llegaba hasta la mitad de los muslos y debajo nada más que un bóxer.

—¿Qué demonios haces? —escuchó una voz gruesa detrás de él, no esperaba que el alfa llegara de su consulta tan rápido y Jungkook no esperaba encontrar a su omega en casa, lo que en ese momento era un problema.

Jungkook había empezado a dejar de tomar sus supresores y lo primero que su doctora le dijo fue que desde ese día mantuviera a Taehyung lejos, porque su celo iba a ser más intenso que los pasados debido a que su lobo sabía que tenía con quien pasarlo y eso solo pondría en peligro a su omega, ya que sería difícil o casi imposible para el pelinegro no seguir su instinto salvaje de alfa puro frente a su destinado.

—Llegaste, estaba buscando un... —se detuvo a medio frase cuando sintió lo fuerte que estaban las feromonas del azabache, su esencia se volvió ligeramente más dulce. Taehyung tuvo miedo de mover un solo músculo, tenía miedo de mirar hacia atrás y encontrarse con los ojos rojos de Jungkook.

Miró por encima de sus hombros y vio a Jungkook con una expresión seria, este se relamió los labios para luego empujar su lengua contra su mejilla al mismo tiempo que levantaba una ceja y el omega pronto notó el bulto en sus pantalones.

—Jungkook, ¿estás en ce...? —cuestionó aún en la misma posición. Dejando a medias su pregunta luego de haber escuchado un jadeo por parte del pelinegro.

Estaba en celo y eso de alguna forma asustó al omega. Jungkook arrojó al piso las cosas que llevaba en manos, caminó a pasos apresurados hasta Taehyung y lo levantó con fuerza por la cintura arrojándolo a la cama.

Destined | OmegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora