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Samantha        





2 meses después






-¿Por qué quieres el trabajo en la empresa, cariño? ¿Con lo que te doy no es suficiente?

-No, Abi, no es eso, solo que necesito mi propio dinero.

-¡Desde que te doy el dinero ya es tuyo, Sam! ¿O lo dices por qué lo que te doy no es suficiente? ¡Te doy más si quieres!

-¿Me puedes ayudar con ese favor? Solo quiero trabajar. -dije ya con la poca paciencia que tenía.

-No quiero que trabajes cuando yo te puedo mantener. Solo te quiero para mí.

-Abril, no soy de tu propiedad, y no me puedes tener aquí todo el día sin hacer nada. Yo quiero hacer algo, y si no me ayudas, lo buscaré por mi cuenta. -anuncie levantándome de la cama dirigiéndome al perchero para agarrar mi abrigo, pero una voz hizo que me detuviera.

-¡Espera...! Esta bien, pero no te molestes, no lo hagas, por favor... -susurró. En ese instante baje mi mano que estaba a unos poco centímetros del abrigo y sentí una leve sonrisa de victoria en mis labios. Me volteé para acercarme a la cama y verla, pero ella tenía su cabeza agachada.

-Gracias cariño. -levante su mentó para besar delicadamente sus labios, a lo que ella correspondió desesperadamente. Y yo acepté...

——

Okey, no lo voy a negar, me gustaba que Ari me diera dinero sin hacer esfuerzo, pero tenia que tener más dinero para mi plan; primero, ganar dinero para un viaje a Paris, usando la excusa de que sería un tiempo en pareja para Ari y yo, cuando en realidad iba a buscar a Ama.
Segundo, persuadir a Ari para quedarnos todo el tiempo posible hasta encontrar a Ama.
Tercero; .... Okey no tenía un tercer paso, pero pronto lo tendré. O eso espe-...

-¡Samantha! -dijo Abril en tono serio mientras chasqueaba sus dedos en mi cara para sacarme de mis profundos pensamientos. -

-¿Ah? -pregunte confundida. -¿Qué pasa?

-Te estoy diciendo que este va a hacer tu trabajo, Medalyn te va a ayudar con lo que necesites. ¿Okey?

-Sí, entiendo, ¿Pero exactamente qué tengo que hacer? -la mujer de mi lado río por lo bajo. -¿De que te ríes? -gruñí mientras la miraba confundida

-De nada amor. -contestó aún riendo ligeramente. -Como te dije, Madelyn te va a ayudar con lo que sea, incluido lo que me acabas de preguntar.

-¿Okey? Pero sigo sin entender de que te reíste. -balbuceé cruzándome de brazo "indignada".

-Yo sola me entiendo. Diviértete en tu primer día. -dijo animosamente dándome un leve apretón en mi hombro derecho mientras se marchaba a lo que supongo que es su oficina.

-Bueno, Samantha. Como dijo la señorita Abril, yo te voy a ayudar con lo que necesites. -hizo una breve pausa para recuperar el aire y continuó: -Tu trabajo va a hacer la contabilidad, ya que la señorita Abril me dijo que eres buena en eso. Vas a llevar la contabilidad de los últimos años y vas a organizar todo respectó a este tema. ¿Dudas?

-Por el momento no... Gracias. -conteste un poco pensativa.

-Okey. -dijo extendiendo su mano, en esta tenía una tarjeta, que supongo que tenía su número. Recibí la tarjeta poco después de unos segundos. -Aquí está mi número por si lo necesita para ayudarte. -anunció girando sobre sus talones marchándose a no sé dónde.

-Que aburrido va a hacer esto... -balbuceé aburrida. Joder, mi antiguo trabajo estaba mejor que este...

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3 meses después





Amairani






-¿Y qué es? ¿Niño o niña? -chille emocionada. Ya tenía 5 meses de embarazo, y por lo tanto 5 meses de estar en Paris. En esta parte del país Óscar tiene familia, y su familia nos dio el número de una conocida que es doctora. Ella me atendió desde mi segundo mes de embarazo.
Hace unos cuantos días se cumplió cinco meses de estar embarazada, y la doctora nos dijo que ya podíamos saber el sexo de nuestro hijo. -¡Siente como patea! -murmure volteando me cabeza para ver a mi prometido, casi esposo, pero claro, aún no lo éramos, ¿y por qué? Bueno muy fácil, me rehusaba a casarme, o al menos no con él. Ya de por si es horrible tenerlo que aguantar, no le pienso tener "para el resto de mi vida" junto a mí. Eso sí, lo único bueno que salió de esto es la criatura que tengo creciendo en mi vientre, y cada vez lo siento más. Mire a la doctora en busca de una respuesta mientras mi prometido me ponía una mano en mi barriga para sentir a nuestro bebé.

-Es una hermosa niña... felicidades. -hablo quitándose los guantes de látex que uso para mi ultra sonido. Mire a mi pareja que soltaba leves lágrimas de alegría al igual que yo. Le tome la mano dándole un apretón de forma cariñosa.

*la foto es de Pinterest*

Llegando a nuestra casa me dirigí a la habitación para escribir una carta para Samantha, anunciándole que ya sabía el sexo del bebé

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Llegando a nuestra casa me dirigí a la habitación para escribir una carta para Samantha, anunciándole que ya sabía el sexo del bebé.
Era la primera carta que le enviaba estando en Paris, no le envíe antes por que quería que las cosas se calmen, y aparte Óscar no me deja ni escribirles cartas a mis padres, así que le pedí ayuda a una amiga.

Siempre seremos tú y yo (parte 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora